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El mundo “visual” del ciego. Acerca de las imágenes y la vida onírica en ciegos (congénitos)

Partes: 1, 2

    Un día le dije:

                _ "Señorita, imagínese un cubo".

                _ "Lo veo."

                _ "Imagine un punto en el centro del cubo."

                _‑Ya está."

                -"Trace líneas rectas desde ese punto a los ángulos; entonces, habrá dividido el cubo…

                _." En seis pirámides iguales ‑agregó por sí misma‑, cada una de ellas con las mismas caras, la base del cubo y la mitad de su altura."

                _ "Es cierto, pero ¿cómo lo vio?"

                _ "En mi cabeza, como usted."

                                       Diderot. Carta sobre Ciegos para uso de los que ven

    Los ciegos… pensar su mundo no deja de producir cierta fascinación:¿cómo imaginan?, ¿cómo sueñan?, ¿cómo vería un ciego de nacimiento si se produjese el hecho de que pudiese ver?

                Ante la pregunta sobre si estaría contento de tener ojos un célebre matemático ciego Nicholas Saunderson nos dice:" (…) me parece que mis manos me informarían mejor sobre lo que pasa en la luna que sus ojos o sus telescopios (…) Sería mucho mejor (…) que perfeccionaran en mí el órgano que tengo antes que concederme el que me falta".

                Es que darle la vista a quien nunca vio es más un deseo del vidente que de aquel que nació privado de luz.

                La ceguera aparece ominosa al mundo de los que ven; significante metafórico de las innombrables formas de la estupidez expresa el "cegamiento",la vanidad .¿qué profundidades evoca que hasta su nominación parece haber sido un atrevimiento de la lengua?

    Las lenguas muertas, tales como el griego y las lenguas indoeuropeas no sólo se refieren a la "privación de la luz"sino que fundamentalmente evocan ese compromiso entre la luz y la oscuridad que es la sombra, ambivalencia semántica , "atenuación" en su nominación. Para hablar de la ceguera muchas raíces de palabras significan no la opacidad, sino la semitransparencia de la nube o del humo.

    ¿Modos imaginarios de desdramatización lingüística que hace que las lenguas indoeuropeas la presenten simplemente como un "emborronamiento" de la visión?

    ¿temor o pudor ante la calamidad del "no ver"? Estas lenguas se guardaron muy bien de nombrarla con precisión .

    Para la lengua griega una idea inicial de "humo"está ligada a la raíz de algunas palabras que no sólo dan lugar a"ciego", "ahumar" sino que produce toda una serie de expresiones sobre la oscuridad. Las ideas de "polvo" y de "humo",de "suciedad" y de "mancha" arman una red semántica que se articula a significantes como"noche","negro" y"espanto"

                Sin embargo, la oscuridad no parece estar presente en el mundo de los ciegos, al menos como nosotros la imaginamos.

                Poco tiempo atrás una muchacha ciega congénita me refirió, que ella imaginaba a algunas personas rubias y a otras morenas por el sonido de su voz.

                . Hace 250 años otra joven ciega puede imaginar en su cabeza el cubo que Diderot le sugiere aunque él nos confiese que nunca entendió cómo la joven representaba cosas en su mente sin colorear

                Una joven que perdió la vista siendo pequeña intenta explicarme que cuando ella veía y cerraba los ojos veía oscuro, pero cuando queda ciega, la oscuridad no existió más , ella ve "nada" ; se trata de una sensación , imposible de describir .

                ¿Qué es la imaginación de un ciego?

    ¿ cómo sueña, cómo construye el espacio si jamás tuvo una experiencia de lo visible? No pretendo abarcar todo el campo de este enigma pues no es fenómeno fácil de explicar.

                Para nosotros, analistas, la relación del sujeto con el órgano está en el centro de nuestra experiencia. En relación al ojo ,éste ha de llevarnos a exploraciones lejanas.

                Estamos en 1749.

                No se trata de una preocupación humanitaria el interés que numerosos filósofos manifiestan por la mentalidad de los ciegos sino de un problema abstracto, central en toda teoría del conocimiento, el pasaje de la sensación al juicio, que se procura resolver estudiando las reacciones de un ciego que recupera la vista.

                A principios de este siglo (1700), W. Molyneux nos dice: " supongamos a un ciego de nacimiento que ahora sea un hombre adulto, al cual se le haya enseñado a distinguir por el tacto un cubo y una esfera del mismo metal y aproximadamente del mismo volumen, de modo que cuando los tocara pudiera decir cuál es el cubo y cuál la esfera; el ciego que llegue a gozar de la vista, ¿podría discernir cuál es la esfera y cuál es el cubo pero sin tocarlos?»

                Expone el problema a su amigo Locke quien sostiene al igual que Molineaux  que el ciego no distinguiría la esfera del cubo, porque aunque haya aprendido por experiencia cómo afectan a su tacto , sin embargo, no sabe todavía que aquello que afecta su tacto de tal o cual manera debe impresionar a sus ojos de tal o cual modo.

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