- Introducción
- Gestión del conocimiento basado en la información: aprender a buscar
- Integración del e-learning con el aprendizaje en el aula: ¿dónde buscar?
- Requerimientos de una infraestructura de e-learning: cultura de aprendizaje
- Conclusiones y recomendaciones
- Referencias Bibliográficas y Webgrafía
Introducción
El título de este ensayo alude a los cuatro pilares de la educación a lo largo de la vida, mencionados por Delors (1996) en su informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación del siglo XXI: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Así, cuando hablamos de Educación Virtual ante el cúmulo de información que tenemos a nuestra disposición, el primer pilar es aprender a buscar. Nunca han resultado más oportunas las palabras de Casado (2004), cuando señala la importancia de "aprender a buscar"(p.84).
Reiteradamente se señala que la única constante es el cambio y en materia de Tecnologías de Información y Comunicación, el cambio ocurre a una velocidad vertiginosa. Álvarez y Zapata (s.f.) señalan que "la sociedad vuelve caducos los conocimientos y los hábitos con gran celeridad, el tiempo de los individuos se convierte en un recurso escaso y costoso, los valores y actitudes (…) cambian con las tendencias internacionales, los saberes y la globalización" (Documento en línea). Agregan estos autores (op. cit), que "a pesar de la inmensa acogida que ha tenido (…) la enseñanza en línea, sus ventajas no han sido constatadas de manera concluyente, así como tampoco los métodos y estrategias más efectivas" (Documento en línea), y que sólo las investigaciones sobre su eficacia determinaran su vigencia en el futuro.
Los datos apuntan hacia algunos elementos que impulsan la implantación exitosa del aprendizaje en línea: la personalidad o factores que motivan al estudiante y criterios de tipo económicos, como el mercado tecnológico con su oferta y la demanda de educación superior, entre otros. Estos factores, estrechamente vinculados, inciden en los cambios que la universidad debe introducir tanto en su personal de profesores, su planta física, los programas profesionales impartidos y los contenidos curriculares. Así mismo, la mayor carencia se evidencia en los diseños de instrucción, debido a que "la alta demanda y un conocimiento limitado han generado métodos sin mayor fundamento teórico y de valor cuestionable" (op. cit.).
La búsqueda de información sobre la actualidad en el aprendizaje virtual hoy día tiene que buscarse en el presente y hasta en el futuro, qué podemos vislumbrar, qué podemos deducir de nuestra lectura bajo una nueva luz, desde nuestro particular punto de vista; es aquí donde queremos llegar con el conjunto de reflexiones que presentamos en este documento. Teniendo presente estas consideraciones, el eje conductor de este documento se centra en el abordaje de experiencias recientes del Aprendizaje Virtual en la Educación Superior, no como una relatoría de casos, sino tratando de identificar los aspectos menos obvios de eventos aún en desarrollo.
I.- Gestión del conocimiento basado en la información: aprender a buscar.
Casado (2004) señala que, el estudiante o individuo debe estar en capacidad de buscar lo que es realmente útil en su área de conocimiento o interés, esto es el conocimiento que le permita mejorar su calidad de vida y la de su entorno. Entonces, determinar cuál es la información relevante para cada individuo hace que el conocimiento sea cada vez más relativo o personalizado y se transforma en una técnica de aprendizaje en sí misma, siendo el primer desafío que debe afrontar la Educación Virtual.
Es así como el aprendizaje de cada individuo, depende de la información a la que decide voluntariamente acceder, una vez que integra o se apropia de esa información y le da uso práctico, la transforma en conocimiento. Por esta razón, la responsabilidad de los docentes en la actualidad sobre la calidad de la información, el establecimiento de los criterios para evaluarla y el enseñar a los estudiantes a buscar, procesar y seleccionar esa información, es cada día mayor. Somos los garantes de la herencia gnoseológica de estos tiempos y no podemos estar ubicados pasos atrás de los estudiantes, el sitio que debemos ocupar es junto a ellos.
Rosenberg (20029, señala que "si aplicamos lo que sabemos acerca de cómo crear información que la gente pueda usar y en la cual confiar, estamos trabajando en el área que se conoce como gestión del conocimiento" (p. 68). Una contribución de esta autora en este sentido, son las orientaciones impartidas a los estudiantes para iniciarlos en las asignaturas de Trabajo de Grado y Tesis sobre cómo determinar si una fuente o información extraída de Internet es confiable y puede ser citada en sus respectivos trabajos académicos. Para ello elaboramos y aplicamos unas "aparentemente simples" estrategias, hecho que ahora parece especialmente oportuno compartir con un público mayor:
– En principio se debe redactar un conjunto de ideas, coherentes o no debido a que su pertinencia se comprobará a través del desarrollo de los pasos siguientes, sobre el aspecto de la realidad que despierta su interés profesional.
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