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Seguridad vial en Peru

Enviado por lucia


  1. Causa de los accidentes de tránsito en el Perú
  2. Reglas que deben respetar los peatones
  3. Zona de incertidumbre y zona de riesgo

Causa de los accidentes de tránsito en el Perú

El altísimo número de muertos y heridos debido a accidentes de tránsito constituye un grave problema aún sin resolver en el Perú. Según las estadísticas elaboradas por la Policía Nacional, desde el año 2000 a la fecha se ha registrado una alarmante cifra de más de 700,000 accidentes.

Una década nefasta que ha originado más de  31,000 muertes,  principalmente por negligencia o imprudencia de los conductores.

El Ministerio de Salud  informó recientemente, que alrededor de 117.900 personas quedaron discapacitadas de por vida por accidentes de tránsito, en los últimos cuatro años. La atención sanitaria de estas víctimas, la mayoría entre 15 y 39 años de edad, cuesta alrededor de 150 millones de dólares anuales, cifra que representa el 0,17 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), según cálculos oficiales. La mayoría de accidentes se produce en el rubro del transporte público urbano e interprovincial. 

El inadecuado funcionamiento de este sector empieza cuando se convierte en refugio de quienes por falta de un empleo formal recurren a este oficio, sin vocación, ni calificación. Esto, sumado a la ausencia de una coherente política estatal, a través de los años, se ha convertido en un caótico sistema cuyas ganancias se obtienen -salvo algunas excepciones-  sobre la base del mayor tiempo que el chofer está al volante, el mayor número de kilómetros recorridos y el mayor número de pasajeros. Ha  devenido en un mecanismo intrínsecamente perverso, que incluso ha construido un singular código de comportamiento donde se han relativizado los valores y adormecido conciencias, cuyo lema parece ser "vale todo", convirtiéndose en una tiranía que se impone en las pistas y carreteras.  Mientras no se reestructure el esquema empresarial y laboral del transporte público, muy poco se puede avanzar.

Entre tanto, el Ministerio de Transporte ha creado escuelas para choferes, continúa con el Plan Tolerancia Cero -que no ha dado resultado- y recientemente ha puesto en vigencia un nuevo Reglamento de Tránsito que crea y endurece sanciones. Exigir la articulación de políticas eficientes entre el Ejecutivo, el Congreso, los gobiernos regionales, municipalidades, Poder Judicial, Policía Nacional, SUNAT e INDECOPI;  va más allá de acciones que correspondan sólo al terreno de la fiscalización y el control, necesarias pero insuficientes para revertir esta grave situación.

Es un error pretender reducir los accidentes de tránsito, desde un verticalismo estatal, tratando a los transportistas como elementos pasivos en la solución del problema, cuando por el contrario, deben ser  considerados como agentes activos del cambio. De poco o nada sirve  que un conductor evite infringir la ley sólo porque puede ser sorprendido en el acto, es a esto a lo que se reducen los planes de fiscalización. Lo verdaderamente efectivo radica en lograr que los transportistas decidan  voluntariamente conducir con responsabilidad, asumiendo como propias las normas y que adopten una conciencia ciudadana de respeto a la vida y a los derechos de los demás.

Es una tarea titánica pero no imposible. En otros países ha dado excelentes resultados el uso de campañas sistemáticas y sostenidas de comunicación social, que han demostrado ser una máquina poderosa de conducción y  que han hecho posible modificar decisivamente aspectos sociales o políticos de una nación. El uso de la propaganda gubernamental para alcanzar este objetivo daría mayor aprobación ciudadana que intentar convencernos que el Perú avanza con sólo mencionar el número de kilómetros de carreteras asfaltadas.

Los accidentes de tránsito han ocasionado dolor en miles de personas, han truncado vidas, han enlutado familias. Es el momento de enfrentar con seriedad y eficiencia esta patética realidad, porque mañana nos podría tocar a nosotros.

Reglas que deben respetar los peatones

Todos los peatones tienen preferencia de paso aunque estuviesen haciendo mal uso de las vías, sin embargo para evitar accidentes deben observar y cumplir con las normas de circulación, ya que los peatones no solo son víctimas de los accidentes sino muchas veces causantes de los mismos, así lo señalan las estadísticas donde en muchos de los accidentes, un gran porcentaje de peatones, han sido los culpables.

  • Derechos de los peatones.

Generalmente en los sitios donde no haya policía o semáforo regulando el tránsito todo peatón antes de cruzar la calle, no obstante de que tiene preferencia de paso, con relación a los vehículos, se cerciorará de que no exista peligro o riesgo para su persona.

  • Precaución obligada.

El conductor de un vehículo al acercarse a una zona o franja de seguridad, demarcada o imaginaria, está obligado a reducir la velocidad del vehículo y, a detenerse si el paso de peatones así lo exige. Todo peatón tiene preferencia de paso sobre el vehículo que gira.

Legalmente, si iniciado el cruce reglamentario se produjera un cambio de señal en el semáforo, el peatón tiene derecho de continuar su marcha hasta completar el cruce, estando obligados los conductores a respetar este derecho.

  • Deberes de los peatones.

  • Normas para circulación en carretera.

    

En los caminos y vías rurales es prohibida al peatón circular por las bermas. Sin embargo cuando obligatoriamente tenga que hacerlo, por no existir otros lugares, circulará por el lado izquierdo de la vía o sea en sentido contrario a la circulación de los vehículos.

  • Normas para la circulación en ciudades.

  • En las ciudades y poblaciones, los peatones circularán por las aceras conservando su derecha y evitando en lo posible el uso de la calzada. En los lugares donde no haya aceras, o sean muy angostas, podrán usar la calzada, pero circularán uno detrás de otro y de ningún modo en grupos.

  • El cruce de la calzada lo hará en forma perpendicular al eje de la misma y verificando previamente si no existe peligro o riesgo para su persona por la proximidad de un vehículo. Todo peatón debe mirar siempre a ambos lados de la calzada antes de cruzar.

  • Paso de peatones: para cruzar una calle o avenida, el peatón solamente podrá hacerlo por los pasos para peatones que podrán estar demarcados o no, ser elevados o subterráneos, zona en la cual tiene preferencia en la circulación, debiendo los conductores reducir la velocidad de sus vehículos o detenerlos si fuera necesario para permitir el paso de los peatones.

  • Obedecer y respetar las señalesal cruzar la calle o avenida por los pasos de peatones, donde el tránsito esté regulado por un Policía o por un semáforo, respetarán las señales, no pudiendo iniciar el cruce o bajar a la calzada hasta que no se le dé la señal respectiva. La infracción de esta norma crea la presunción de culpabilidad del peatón.

  • Otras normas generales para la circulación: está prohibido a los peatones cruzar la calzada en forma diagonal, bajar de la acera intempestivamente o cruzar la calzada a la carrera, así mismo detenerse en plena calzada. La infracción de estas reglas crea la presunción de culpabilidad del peatón.

  • Prohibición de juegos en vías públicas: está terminantemente prohibido a los peatones, especialmente a los niños, bajo la responsabilidad de los padres o encargados, convertir las vías públicas en campos deportivos para efectuar carreras, juegos de pelota o cualquier otra distracción que signifique peligro para la circulación pública.

  • En la vía, queda terminantemente prohibido a toda persona situarse en plena calzada con el objeto de solicitar ayuda o colectas públicas a los conductores, ofrecer en venta periódicos, loterías, revistas o cualquier otra mercancía o para tratar de detener un vehículo con el propósito de tomar sus servicios.

  • Otras prohibiciones: queda terminantemente prohibido a los peatones subir o bajar de los vehículos por el lado de la calzada, cuando estén en movimiento, colocarse en las pisaderas, parachoques o colgarse de la carrocería. Se presume la responsabilidad del peatón en caso de infracción a estas reglas. Todo pasajero debe subir o bajar solamente en las paradas.

  • Circulación de peatones en puentes: los peatones circularán en los puentes por las zonas (o veredas) que se les haya reservado y en todo caso efectuar el cruce solamente cuando no haya peligro por la presencia de algún vehículo.

  • Está completamente prohibido a toda persona, especialmente a los niños, colocarse en las pisaderas, parachoques o colgarse de la carrocería de los vehículos, poniendo en grave peligro su vida.

  • Está prohibido a los peatones cruzar la calzada en media cuadra, y si es sorprendido por un congestionamiento de vehículos, manténgase inmóvil, así el conductor estará en mejores condiciones para evitar accidentes.

Existe un concepto que conviene aclarar: el peatón no es inimputable ante la Ley, en caso de infracción. Ante un accidente, y cuando éste es producido por inobservancia de las leyes de tránsito, tiene idéntica responsabilidad que el conductor. No obstante, el Estado tiene el deber de protegerlo por todos los medios técnicos, mecánicos, legales y humanos posibles. Además, goza del beneficio de la duda y presunciones a su favor, en tanto no incurra en graves violaciones a las reglas de tránsito.

Zona de incertidumbre y zona de riesgo

Zona de incertidumbre

Zona de riesgo

     Todos los peatones o vehículos que circulan por las vías públicas están rodeados de un espacio o zona hacia donde pueden desplazarse de un modo imprevisto; esto se llama zona de incertidumbre. Por ejemplo: cuando un peatón está cruzando la calzada, se encuentra rodeado por delante y por detrás de una zona de incertidumbre, que es peligrosa para el conductor, puesto que el peatón puede tener una reacción imprevista tanto hacia adelante como hacia atrás, que debemos prever. También los vehículos, sobre todo a escasa velocidad, tienen una zona de incertidumbre tanto detrás, puesto que su conductor puede frenar bruscamente, como lateralmente, ya que pueden cambiar de dirección, o si están detenidos, pueden abrirse sus puertas.

     En la parte anterior de los vehículos existe una zona que se considera peligrosa y se llama "zona de riesgo"; corresponde al espacio necesario para detener el vehículo. Acelerando nuestro vehículo, esta zona aumenta, y disminuyendo la velocidad, se hace más pequeña. El superponer la zona de riesgo de nuestro vehículo con la zona de incertidumbre del vehículo que nos precede, resulta sumamente peligroso. Lo mismo podemos decir de los cruces y adelantamientos, en los que se aproximan las zonas de riesgo e incertidumbre de los dos vehículos. De ahí la necesidad de guardar siempre "la distancia de seguridad", cuando circulamos detrás de otros vehículos.

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Autor:

Lucia