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Farmacología

Enviado por Jose Ramirez


  1. Introducción
  2. Analgésicos Narcóticos
  3. Analgésicos no Narcóticos
  4. Relajantes Musculares
  5. Drogas utilizadas para el tratamiento en Síndrome de Parkinson
  6. Otras drogas utilizadas en el tratamiento del Síndrome de Parkinson
  7. Conclusión
  8. Bibliografía

Introducción

Los narcóticos o estupefacientes son aquellas sustancias que producen estupor, es decir una especie de torpeza personal, de somnolencia y falta de interés hacia el mundo exterior.

Su forma de acción es parecida a la que realizan las encefalinas, un tipo de endorfinas o compuestos que el propio organismo produce para eliminar el dolor. De ahí que su administración tenga unos efectos tan inmediatos para la eliminación del dolor.

Al igual que el resto de drogas son altamente adictivos, especialmente por vía intravenosa, por lo que su uso debe hacerse bajo estricto control médico, evitando la tentación personal de su uso para disminuir la depresión o la ansiedad o para proporcionar placer personal.

El conocimiento popular de la palabra narcótico, por lo tanto, se relaciona más con los síntomas observados que a la acción específica de sustancias narcóticas. En ciencia y medicina, los efectos narcóticos de diversas sustancias se definen basándose más exactamente en su estructura química y mecanismos biológicos ejerciendo cambios en el organismo humano.

Analgésicos Narcóticos

Los Analgésicos Narcóticos son sustancias que alivian el dolor. Los analgésicos leves, tales como la aspirina o el paracetamol, son relativamente inofensivos. Las drogas analgésicas son calmantes mucho más fuertes (analgésicos narcóticos). Algunos analgésicos narcóticos son 'opiáceos' – drogas refinadas de un extracto obtenido de las adormideras (Papaver somniferum) – y otros son compuestos químicos sintéticos.

Los analgésicos narcóticos son de exclusiva prescripción médica. Su uso es mas frecuente en el paciente hospitalizado. Un ejemplo es la morfina. El único de estos que puede hacer parte del botiquín es la codeína, una sustancia muy efectiva en dolores agudos de los huesos y las articulaciones, sobre todo después de una cirugía.

Los narcóticos más frecuentemente utilizados en el manejo del dolor son:

  • Morfina: Es el narcótico de referencia estándar. Es hidrosoluble, se administra por vía oral, intramuscular, intravenosa y subcutánea. Un metabolito activo, la morfina-6-glucurónido, que contribuye a su acción analgésica, se puede acumular en pacientes con insuficiencia renal. Se puede desarrollar tolerancia y dependencia física cuando se utiliza por períodos prolongados. Por vía intratecal (peridural o subaracnoidea) produce analgesia intensa y prolongada.

  • Codeína: Tiene alta eficacia y baja incidencia e intensidad de efectos adversos por vía oral. Considerado un narcótico débil, no es eficaz en el tratamiento del dolor de gran intensidad. Se puede desarrollar tolerancia, lo que requiere aumentar la dosis y/o frecuencia de administración. Es un excelente antitusígeno.

  • Metadona: Levemente más potente que la morfina, produce menos dependencia y sedación. Tiene buena absorción cuando se administra por vía oral. Su eliminación es prolongada, siendo el narcótico con más larga duración de acción, pero existe el riesgo de acumulación. Durante los primeros 2 a 3 días, la metadona se administra cada 4 a 6 horas y luego cada 8 a 12 o incluso cada 24 horas. La indicación por largo tiempo en dolor no oncológico debeser restringida.

  • Meperidina: Narcótico sintético frecuentemente intercambiable con morfina, pero con mayor liposolubilidad y menor duración de acción. Se utiliza generalmente por vía intramuscular o intravenosa. La normeperidina, un metabolito activo, se elimina más lentamente, por lo que se acumula luego de la administración prolongada.

  • Fentanil: Narcótico sintético más liposoluble, más potente, pero con menor duración en dosis analgésicas que la morfina. Generalmente es usado para anestesia, pero también es efectivo para el manejo del dolor agudo administrado por vía intravenosa, intratecal y más recientemente transdérmico.

  • Tramadol: Es un analgésico catalogado como un narcótico atípico. Actúa a nivel central con un doble mecanismo: es un agonista puro sobre receptores opiáceos, con mayor afinidad por los &µ, y produce inhibición de la recaptación neuronal de noradrenalina y serotonina. Tiene alta absorción por vía oral. Se metaboliza en el hígado y elimina por el riñón; no tiene metabolitos de importancia clínica. Es 35 veces menos potente que la morfina. Produce somnolencia, náuseas y vómitos y también puede producir depresión respiratoria; tiene un bajo potencial para producir dependencia o tolerancia. Su efecto farmacológico es parcialmente antagonizado por naloxona.

Analgésicos no Narcóticos

Representan un grupo de fármacos (también denominados analgésicos menores) con tres efectos comunes: analgésico, antiinflamatorio y antipirético. Sin embargo, difieren en la importancia relativa que cada una de sus propiedades representa en el conjunto de su efecto farmacológico; es por esto que de acuerdo a su mecanismo de acción se pueden clasificar en tres grupos (3):

  • Inhibidores periféricos de las prostaglandinas (AINES): Todos ellos realizan su efecto farmacológico mediante la inhibición de la enzima ciclo-oxigenasa I, que interviene en la síntesis de prostaglandinas. De manera general se puede decir que son más antiinflamatorios que analgésicos.

  • Inhibidores centrales de las prostaglandinas: Este grupo lo componen fundamentalmente el paracetamol y el metamizol. Actúan selectivamente sobre los tejidos nerviosos ya que inhiben las prostaglandinas a nivel hipotalámico. Tienen efecto antitérmico preponderante.

  • Inactivadores del receptor sensibilizado: El metamizol, al igual que la morfina, además de sus efectos centrales, tiene la propiedad de bloquear la transmisión del impulso doloroso ya sensibilizado.

Relajantes Musculares

Son fármacos que disminuyen el tono de la musculatura estriada. Se utiliza para relajar el sistema músculo esquelético y reducir el dolor debido a esguinces, contracturas, espasmos o lesiones.

Clasificación según mecanismo de acción

  • Recepción gabaérgica (ejemplo: Baclofeno)

  • Recepción colinérgica (ejemplo: Orfenadrina)

  • Recepción a2 adrenérgica (ejemplo: tizanidina) disminución en la liberación de calcio del retículo sarcoplasmático (ejemplo: dantroleno) mecanismos no determinados (ejemplo: clormezanona, ciclobenzaprina)

Entre los más utilizados están algunas Benzodiazepinas tales como el Tetrazepam (Miolastan o Myolastan) y el Midazolam entre otros.

Existen otros fármacos con esta característica como el Metocarbamol (Marbaxin-750, Robaxin, Robaxin-750) y algunos otros tipos de drogas.

También se llaman relajantes musculares a los derivados del curare que bloquean el impulso nervioso a nivel de la placa motora produciendo una parálisis muscular. Se utilizan en Anestesia para permitir la manipulación durante la cirugía y la adaptación al respirador. Los más utilizados actualmente son el Atracurium, Cisatracurium, Rocuronium, Vecuronium, Mivacurium y Succinilcolina

Drogas utilizadas para el tratamiento en Síndrome de Parkinson

La droga principal en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson es la Levodopa; una prodroga precursora de la dopamina. Es el fármaco más efectivo. Se ha asociado a una menor morbimortalidad en comparación con la era pre-levodopa y prácticamente beneficia a todos los pacientes con enfermedad de Parkinson confirmada. Se usa en combinación con un inhibidor de la descarboxilasa (carbidopa o benserazida), para prevenir los síntomas propios de su conversión periférica a dopamina (náuseas, vómitos e hipotensión ortostática).

A pesar de la efectividad de la levodopa, su uso se ha limitado por un posible rol neurotóxico. En estudios in vitro se ha visto que el uso de levodopa aumentaría la liberación de radicales libres en las neuronas dopaminérgicas produciendo muerte celular.

Sin embargo, la concentración de levodopa usada en estos estudios es considerablemente mayor que la alcanzada en los pacientes con Parkinson. Además los cultivos de neuronas dopaminérgica carecen de los mecanismos de defensa proporcionados por las células gliales in vivo.

Otras drogas utilizadas en el tratamiento del Síndrome de Parkinson

La Levodopa no es un medicamento perfecto. Afortunadamente, los médicos tienen otros medicamentos disponibles para tratamiento de síntomas o etapas determinadas de la enfermedad. Otros tratamientos incluyen los siguientes:

5.1 Bromocriptina y pergolida: Estos dos medicamentos imitan el rol de la dopamina en el cerebro haciendo que las neuronas reaccionen como lo harían a la dopamina. Pueden administrarse solas o con levodopa y pueden utilizarse en las etapas iniciales de la enfermedad o iniciarse posteriormente para prolongar la duración de la respuesta a levodopa en los pacientes que experimentan desgaste o efectos de aparición-desaparición. Son generalmente menos eficaces que la levodopa en controlar la rigidez y la bradicinesia. Los efectos secundarios pueden incluir paranoia, alucinaciones, confusión, discinesias, pesadillas, náusea y vómitos.

5.2 Selegilina: También conocida como Deprenil, la Selegilina se ha convertido en un medicamento comúnmente utilizado para la enfermedad de Parkinson. Estudios recientes apoyados por NINDS han demostrado que el medicamento retrasa la necesidad de terapia con levodopa hasta en un año o más. Cuando la selegilina se administra con levodopa, parece realzar y prolongar la respuesta a la levodopa y por tanto puede reducir las fluctuaciones de pérdida de efecto. En estudios con animales, se ha demostrado que la selegilina protege las neuronas productoras de dopamina de los efectos tóxicos de MPTP.

La selegilina inhibe la actividad del enzima oxidasa B de monoamina (MAO-B), el enzima que metaboliza la dopamina en el cerebro, retrasando la descomposición de la dopamina que ocurre naturalmente y de la dopamina formada por levodopa. La dopamina se acumula entonces en las células nerviosas sobrevivientes. Algunos médicos, pero no todos, favorecen iniciar a los pacientes de Parkinson en una terapia de selegilina debido a sus posibles efectos protectores. La selegilina es un medicamento fácil de tomar, aunque los efectos secundarios pueden incluir náusea, hipotensión ortostática e insomnio (cuando se toma en una hora avanzada del día). Además, han ocurrido reacciones tóxicas en algunos pacientes que tomaron selegilina con fluoxetina (un antidepresivo) y meperidina (utilizada como sedante y analgésico).

5.3 Agentes Anticolinérgicos: Estos medicamentos eran el principal tratamiento de la enfermedad de Parkinson hasta la introducción de la Levodopa. Su beneficio es limitado pero pueden ayudar a controlar el temblor y la rigidez. Son especialmente útiles en reducir el parkinsonismo inducido por la droga. Los agentes anticolinérgicos parecen actuar bloqueando la acción de otro producto químico cerebral, la acetilcolina, cuyos efectos se hacen más pronunciados cuando descienden los niveles de dopamina. Sólo la mitad aproximadamente de los pacientes que reciben agentes anticolinérgicos responden, usualmente por un breve periodo y con sólo un 30 por ciento de mejora. Aunque no tan eficaz como la levodopa o la bromocriptina, los agentes anticolinérgicos pueden tener un efecto terapéutico en cualquier etapa de la enfermedad cuando se toma con cualquiera de estas medicinas. Los efectos secundarios comunes son, entre otros, sequedad de la boca, estreñimiento, retención de la orina, alucinaciones, pérdida de memoria, visión borrosa, cambios en la actividad mental y confusión.

5.4 Amantadina: Un medicamento antiviral, la amantadina ayuda a reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson. A menudo se toma sólo en las etapas iniciales de la enfermedad o con el medicamento anticolinérgico o con la levodopa. Después de varios meses la eficacia de la amantadina desaparece en la tercera parte o en la mitad de los pacientes que lo toman, aunque la eficacia puede volver después de una breve interrupción del medicamento. La amantadina tiene varios efectos secundarios, entre ellos piel manchada, edema, confusión, visión borrosa y depresión.

Conclusión

Los narcóticos tienen efectos farmacológicos principalmente en el sistema nervioso central y gastrointestinal. La analgesia, que es el efecto clásico y el más estudiado, se produce por acción de los narcóticos a nivel supraespinal y espinal, inhibiendo la transmisión del dolor y los componentes emocional y afectivo asociados. La estimulación de receptores &µ ubicados en las vías del dolor produce analgesia de mayor potencia.

Durante la administración de los narcóticos se puede desarrollar tolerancia, definida como la necesidad de aumentar la dosis administrada para alcanzar el mismo efecto clínico en ausencia de un aumento en la intensidad del dolor. Esta tolerancia se desarrolla también para la depresión respiratoria y la sedación.

La tolerancia cruzada entre diferentes narcóticos no es completa, de modo que cuando se manifiesta, además de aumentar la dosis y la frecuencia de administración, se puede también cambiar el tipo de narcótico.

En el sistema gastrointestinal, por acción central y periférica, la administración de narcóticos disminuye el vaciamiento gástrico y la peristalsis intestinal, la secreción gástrica y pancreática y el agua en las deposiciones, condicionando así el desarrollo de constipación e íleo.

Bibliografía

  • Editorial Bruguera. Enciclopedia de la vida, tomo 6, 1980.

  • Editorial Salvat.- "Guía Médica", Tomo 45, 1984.

  • Mailán J. Bloqueos espinales. Tratado de anestesiología y reanimación en obstetricia: Principios fundamentales y bases de aplicación práctica. Barcelona: Masson, 1997; 259-308.

 

 

Autor:

Ramirez, Jose

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA FUERZA ARMADA

UNEFA – LARA

CÁTEDRA: FARMACOLOGÍA

edu.red

BARQUISIMETO, OCTUBRE DE 2011