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Lección 21 – Donde se Educa de las Mini-Adicciones, de por qué los Flacos viven vidas muy largas y donde aprendemos algo acerca de las Gallinas Rojas?

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

    1. Historia clínica. El caso de Manolo
    2. La adicción al juego de casino. El caso de Jerónimo
    3. La adicción a la pornografía. El caso de Leticia
    4. La adicción al ejercicio físico. El caso de Helen
    5. La adicción a la comida. El caso de Román
    6. La Teoría del Psicoanálisis y lo que ofrece
    7. La adicción como enfermedad mediada neurobiológicamente
    8. De la autosuficiencia y de sus funciones
    9. El Buzón Universitario. La Longevidad y la Flacura
    10. Temas actualizados

    Cuando en las lecciones anteriores, dedicadas a las adicciones y al uso de las drogas, hicimos hincapié en los modelos animales; lo hicimos, para ilustrar el conocimiento, de que nuestra especie no es la única que deriva placeres del uso de las mismas.

    Quizás, por nuestra capacidad de poder utilizar símbolos y de asignar tonos emocionales a objetos que, intrínsecamente, no los poseen; nosotros podemos transformar, cosas tan inocuas, como es una tarjeta de crédito, en una adicción poderosa.

    Entremos a la clase de hoy, dispuestos a aprender de las mini-adicciones o adicciones subclínicas — que no son, a todos, aparentes. Como lo ilustran el gastar dinero compulsivamente, comer para reducir la ansiedad, el uso del azúcar porque dejarla sería imposible, jugar el póquer y a apostar en juegos de azar, cuando sabemos que, siempre, perderemos; al ejercicio porque no hacerlo se torna insoportable, al Internet porque es nuestra "vida", al sexo para definirnos a nosotros mismos y a las relaciones interpersonales porque no podemos existir sin el sadomasoquismo que algunas envuelven.

    Quizás, cada una de las actividades, mencionadas arriba, posee rasgos distintivos y únicos que las aparta de las otras; como asimismo puede que tengan rasgos comunes que les permita ser descritas y clasificadas juntas.

    Ya veremos…

    Arma poderosa…

    Si no fuera porque parece cosa ridícula, a nadie le interesaría pensar en la razón por qué muchas personas se consideran y se tratan psicológicamente como adictas a gastar dinero. El dinero es suyo, les pertenece y nadie tiene que meterse en lo que no le importa.

    …Bueno, casi a nadie, ya que los dominicanos son los expertos mundiales en vivir las vidas de los demás.

    "¿Te has enterado lo que la mujer de…?"

    Sí, el chismoteo, también, puede tener aspectos de adicción.

    Pero, para muchas personas no es tan simple. Ellas salen de compras en un frenesí, creyendo que si gastan dinero, hasta que nada les quede, sus ansiedades se volverán más tolerables. A menudo, este tipo de comportamiento las hace sentir peor. Porque existen elementos comunes entre este tipo de conducta y otras actitudes que son adictivas — pero que son conflictivas a la vez.

    El gasto compulsivo de efectivo y las salidas de compra impulsivas, pueden ser de orden estacionales y pueden constituir un bálsamo contra las depresiones que recurren en el otoño y en el invierno en los países nórdicos — éste es el llamado "Desorden Afectivo Estacional" (SAD). Por esta razón mencionada, puede que algunas de las adicciones sean de orígenes metabólicos y genéticos.

    Pero, como sucede con el comer por impulso, los gastos incurridos y las deudas contraídas, hacen que la persona termine sintiéndose mal y que la autoestima disminuya, porque la misma conducta, contribuye a que la víctima se sienta derrotada.

    Los "shopohólicos", como ellos se apodan a sí mismos, salen de compras para experimentar un "rush" como lo sienten los adictos a cualquier droga.

    Por razones desconocidas, este tipo de actividad, suele ser más común en las mujeres que en los hombres. Se cree que éstas a menudo, compran cosas que son innecesarias, acumulando cantidades considerables de mercancías superfluas.

    Muchas viudas ricas y que, se consideran a sí mismas, por razones propias, inelegibles para el romance. Gastan en chucherías, a las que llaman "antigüedades" para sentirse felices.

    Otras de estas desafortunadas mujeres, cuando van de compras, frecuentemente lo hacen, esperando adquirir un par de cosas necesarias; progresando a un trance, durante el cual se sienten "poseídas" y fuera de control, hasta que se detienen exhaustas y con una cuenta enorme — entonces, la realidad y el remordimiento aparecen.

    Pero, muy pronto, y a medida que se adaptan a su nuevo estado de endeudamiento mayor, niegan que existan aprietos algunos, lanzándose de nuevo en otra expedición de adquisiciones — creando un verdadero círculo vicioso.

    El mecanismo de producción de este enigma no es simple y no puede ser resuelto formulando una explicación universal que a todos los casos aplique.

    El psicoanálisis ofrece al entendimiento de estas entidades clínicas, la única fuente de explicación lógica y posible. Por su parte, la psiquiatría darvinista ofrece las explicaciones genéticas y adaptadoras.

    En las adicciones, como sucede en las enfermedades de comer: Hay adicciones y hay adictos. La adicción no puede ser tratada exitosamente, si no se trata la personalidad única del propio adicto.

    Como no existen modelos animales de esta peculiaridad únicamente humana, lo único que puede hacerse, es adaptar estrategias prácticas; derivadas de la terapia de las drogodependencias, para tratar de asistir a las víctimas.

    Este es el enfoque empleado universalmente.

    En este respecto, los grupos de soporte mutuo son valiosísimos — de entre todos, los más eficientes son los que adaptan la psicología freudiana.

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