Mamita Yunai
¿Visión Histórica comprendida? ¿Realidad vs Ficción?
Luissiani Cruz C.
Cuando era muy chiquillo, de niño todavía, escuchaba a muchas personas hablar, vehementemente, del escritor costarricense Carlos Luis Fallas[1]y su obra Mamita Yunai. La misma, se distinguía, dentro el ambiente de intelectuales, como una novela de mucha dimensión, por su contenido socioeconómico e histórico. Tal vez por mi inexperiencia, nunca le di al texto la importancia que se merecía. Cuando hice, por primera vez, una lectura obligatoria de la novela de Fallas, me encontraba cursando mis estudios secundarios. De igual modo nunca –tal vez por falta de iniciativa y motivación de buen pedagogo, pude comprender su significado, porque me encontraba descontextualizado y no le di valor. Ahora, transformado en todo universitario, me hallo con una sorpresa inesperada, pero provocadora; nuevamente me encuentro encarando un libro que sido parte de mi vida todo este tiempo, y que por circunstancias externas nunca supe considerar.
En estos momentos es un desafío intelectual, que hay que encarar. Significa para mi formación académica un reto, una experiencia de vida como estudiante y costarricense. En concreto, esta novela es parte integral del curso de Historia de Costa Rica, impartido en la Universidad de Costa Rica, por el Dr. Edgar Solano Muñoz. Y, muy gustoso y reconociendo su valor, nos invita y nos induce a leer; ya que a palabras de él "…representa este texto, la literatura básica que todo costarricense debe observar". Comienza, en ese instante, a crearse una conciencia interna en mi persona. Como reto personal tenía por obligación, además de estudiarla, descifrar el mensaje que yace oculto entre las frases y palabras del autor. Había por tanto una significación subyacente; más que un simple texto novelístico, es una visión histórica que se desarrolla directamente en tierras costarricense, y es una denuncia social muy importante, y como toda historia siempre queda una enseñanza. Y detrás de ella, logros de trascendencia universal y temporal.
La historia de Costa Rica años antes de 1940, no muestra un entorno social diverso. Va a ser la sociedad costarricense testigo de muchos de los acontecimientos sociales que Fallas describe ampliamente durante el desarrollo de la novela. Desde luego, había que luchar contra la explotación humana y buscar mejores condiciones laborales para los trabajadores de las bananeras. Todo accionar humano tiene una justificación. En la novela los intereses económicos, está por encima de cualquier otro bien jurídicamente tutelado. De hecho, están por encima de la vida humana misma, según el análisis de Fallas, que se resume en "…la explotación del hombre por el hombre", fruto de una violencia institucionalizada y sistematizada, que recae sobre la población más inmune, el proletariado pobre. El Caribe costarricense fue deponente de dichas injusticias sociales, con el único objetivo de engrandecer las arcas de un imperio mayor. . Para ese entonces, en el país se había asentado un nuevo enemigo opresor, consumidor de vidas, sueños y esperanzas. Creador de un entorno laboral ávido, sórdido y fagocitador. Se trata de un lugar en donde la vida, en su mayor plenitud, no valía nada. Constantemente, ese déspota imperialista consumía la dignidad de los individuos y los consideraba simples bestias de trabajo. Los individuos que caían en sus garras, además de enfrentar las asperezas de la imposición de otros hombres, debían enfrentar a otro enemigo; una naturaleza hostil, llena de peligros, agresiones y enfermedades, que hacían de la vida un martirio constante. El único medio de apaciguar esa situación sanguinaria era a través del guaro y las prostitutas. Toda esta problemática social tuvo su génesis con el asentamiento de la United Fruit Co.,[2] y el imperialismo norteamericano, a raíz del desarrollo agrícola bananero.[3] Su ánimo de lucro y amor a la riqueza, les indujo a cometer los peores atropellos en contra de los trabajadores. Solos y sin ningún tipo de asistencia social o respaldo Estatal lucharon vehementemente, por mantener la chispa de vida que había en su ser. Hubo muchos que nunca perdieron la fe en el cambio. Era indispensable y necesario. No se lograría, hasta no crear una conciencia colectiva, que culminaría con levantamientos masivos, muchas veces, tildados de comunistas. Esta novela, nos brinda una visión histórica importante para los costarricenses. Representa para el pueblo una clara y directa denuncia en contra de las violaciones hacía el ser humano y su dignidad. Y dicho accionar nos demuestra una clara violación a los derechos humanos. Cuando Fallas, nos introduce en su libro, nos hace consientes de un gobierno corrupto, los abusos de poder de una empresa extranjera y de la marcada división social predominante en ese momento.
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