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Estructura ontológica del sujeto práctico kantiano (página 2)


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12. A manera de conclusión podemos afirmar que Kant no concibe al sujeto como un ente substancial. Precisamente, en la Dialéctica Trascendental de la Crítica de la Razón Pura, donde hace la investigación de las tres ideas: alma, mundo y dios, despeja el problema de los paralogismos que se presentan con respecto a la idea de alma (sujeto) y demuestra que éstos se producen como consecuencia de pensar al alma como un ente substancial, como persona. Y en el parágrafo 46 de los Prolegómenos sostiene que lo que persiste después de separados los accidentes, lo sustancial mismo, nos es desconocido.

Pero lo anterior no autoriza a pensar al sujeto como un agregado de fuerzas yuxtapuestas, sino que esas fuerzas están dispuestas en relaciones de fundamentación que es, justamente, lo que les da unidad. La unidad del sujeto práctico resulta de la conexión entre la Razón y la sensibilidad a través del sentimiento de respeto, siendo éste último operado por un concepto moral a priori: el concepto de deber.

Con la precedente exposición espero haber dado alguna cuenta de lo que es la estructura del sujeto práctico: un ente finito, receptáculo de dos fuerzas antagónicas: razón y sensibilidad; aguijoneado por ambas al saber y a la acción, pero destinado solamente a conocer las sombras de las cosas (fenómenos) y a obrar sobre esas sombras, ya que el conocimiento de la cosa en sí le está vedado.

Bibliografía

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———— Metafísica de las Costumbres. Editorial TECNOS. Madrid, 1989. Trad: Adela Cortina.

———— Prolegómenos. Ediciones Aguilar. Buenos Aires, 1980.

Rosales, Alberto: Siete ensayos sobre Kant. Ediciones del Consejo de Estudios de Postgrado. ULA

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Hume, David: Tratado de la naturaleza humana. Ediciones Orbis. España, 1984. García Maynez, E.: Etica. Ed. Porrúa. México, 1960.

Deleuze, Gilles: La Filosofía crítica de Kant. Ediciones Cátedra. Colección Teorema. Madrid,

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Cassirer, Ernest: Kant, vida y doctrina. Fondo de cultura económica. México, 1985.

Notas

1 Este trabajo constituye un avance de la investigación que acerca de la "naturaleza del sujeto y sus implicaciones ético – jurídicas", y bajo el patrocinio del CDCHT viene desarrollando el "Grupo Investigador Logos: Filosofía, Derecho y Sociedad", del cual soy miembro.

2 Se entiende por "ánimo humano" todo el plexo existencial que se designa con el nombre de alma o espíritu humano, es decir, toda esa capacidad que tiene el ser humano de pensar, sentir, etc. Kant define el alma como el principio vital del hombre en el uso de sus fuerzas (5:235) Y dice que aunque nos esté permitido en perspectiva teórica distinguir en el hombre el alma y el cuerpo como sus disposiciones naturales, no está permitido, sin embargo, pensarlos como diferentes sustancias (ibid. 277).

3 Aclaratoria acerca del modo de citar en este trabajo: La primera cifra se refiere al autor y su obra señalados en la bibliografía; la segunda, al número de página o al parágrafo.

4 Razón es un concepto que usa Kant con dos significados distintos (ver parágrafo 5 de este trabajo): En un sentido amplio designa toda la capacidad de pensar; en sentido estricto, se refiere a la facultad más alta dentro de la facultad del conocimiento, que es la sede de las ideas. Asimismo, Entendimiento lo usa también en dos sentidos: a) con el significado de razón en sentido amplio, y b) para designar esa estructura de la razón que es el lugar de las 12 categorías. En este trabajo Razón y Entendimiento en sentido estricto se escribirán con mayúscula

5 En la Analítica Trascendental (B172 a B173) Kant sostiene que el Entendimiento puede instruirse y formarse por reglas, mientras que el Juicio es un don de la naturaleza que se ejerce pero que no puede aprenderse. El juicio es lo característico de lo que se llama "sentido común", cuya carencia ninguna escuela puede suplir. El Juicio es fuente de la verdad y el error; éste último se produce por la influencia inadvertida de la sensibilidad sobre el Entendimiento.

6 En carta fechada el 21 de febrero de 1772. Revista del Postgrado de Filosofía No. 2. ULA, 1991, traducción de Alberto Arvelo.

7 Experiencia es, según Kant, una especie de conocimiento que exige la presencia del Entendimiento, y consiste en una composición de lo que recibimos a través de las impresiones sensibles y de la aplicación de la facultad de conocer excitada por esas impresiones (CRP: Intr. I).

8 Cf. su obra "Siete ensayos sobre Kant". Consejo de Publicaciones. ULA, Mérida, 1993. Así como el Seminario sobre la ética kantiana dictado en la Maestría de Filosofía (ULA) en ese mismo año.

9 Es muy corriente el uso de la palabra intuición para designar lo que propiamente podría denominarse como "pálpito" o "corazonada". No es este, pues, el sentido kantiano de ese término.

10 Representación es un término genérico que concierne tanto a la intuición como al concepto y a la idea (A320 y B377). Kant usa este término en el mismo sentido que lo usó la tradición, pero lo extiende a todos los actos y manifestaciones cognoscitivas.

11 La palabra regla está usada aquí en su sentido genérico de precepto práctico; sus especies son máximas, imperativos hipotéticos e imperativo categórico.

12 A este respecto véase mi trabajo "Kant: la libertad como condición de posibilidad de la ley

moral". Anuario de Derecho No. 19. ULA. Mérida, 1997.

13 Inclinación o tendencia es el término usado por Kant para significar el apetito habitual de

naturaleza sensible (5:.15). Consiste en la dependencia que tiene la facultad apetitiva respecto de las sensaciones (4:34 y parágrafo 73 de la Antropología): hambre, sed, sexo, fama, honores, etc.

 

 

Autor:

Margarita Belandria R.

Dpto.de Metodología y Filosofía del Derecho

Escuela de Derecho Universidad de los Andes

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