"El horror y el terror moral son tus amigos. Si no
lo son, son enemigos a los que hay que temer".
Coronel Kurtz , en Apocalypse Now
Guión de John Milius y Francis Coppola
La censura, ¿es sólo una práctica de regímenes dictatoriales?
Las censuras
¿Qué englobamos en el término censura? ¿Las maquinaciones goebbelianas de la dictadura militar argentina con su plan sistemático de aniquilación física y cultural?[1] ¿El salvajismo de los bombardeos estadounidenses a las bibliotecas de Irak?[2] ¿O los mecanismos menos cruentos –pero no por ello menos inmorales- de manipulación informativa que realizan los grandes conglomerados de medios regionales[3]o transnacionales[4]y de escamoteo de pauta oficial a los pequeños actores del mercado audiovisual por parte del estado?[5]¿La persecución y asesinato de periodistas por parte de bandas delictivas comunes y paraestatales?[6] ¿O la presión sutil mediante "aprietes" y sugerencias a periodistas a cambio de estabilidad laboral y desahogo económico?[7]
La censura está presente en todos estos fenómenos, aunque con tan diversas gradaciones que resultaría una banalización intentar emparejar unas y otras. Entendida como la capacidad de un poder establecido de prohibir la generación o circulación de un determinado tipo de texto, impedir manifestaciones artísticas de cualquier tipo ajenas al gusto del censor de turno, fijar pautas regulando estrictamente contenidos periodísticos, y promover la autocensura individual o colectiva; creemos que solo puede ser llevada a la práctica por un poder centralizado ejercido por un aparato estatal de características dictatoriales.
Manipulación informativa y censura indirecta
Los mecanismos de alienación y sojuzgamiento cultural que fueron propios de los regímenes colonialistas son certeramente descriptos por Fanon cuando dice: "La cultura nacional es, bajo el dominio colonial, una cultura impugnada, cuya destrucción es perseguida de manera sistemática. Muy pronto es una cultura condenada a la clandestinidad".[8] Dicha devastación, en un mundo en el que el número formal de colonias según la ONU se redujo a dieciséis,[9] hoy encuentra su continuación por ejemplo en la destrucción sistemática de bibliotecas por potencias bélicas agresoras, como la efectuada en Irak por las fuerzas de EEUU[10]una censura directa sólo posible en países con regímenes de opresión de "mano de hierro". En las democracias, la censura tomará caminos indirectos y se convertirá en presión de los editores para eliminar párrafos del libro que denuncia estos atropellos[11]y difamaciones contra el autor, pero a la vez esto genera la propia contraola, mediante la publicación y difusión por canales alternativos de la depredación denunciada.
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