Semiótica La semiótica es la disciplina que estudia los signos y los símbolos. El sentido de estos es construido a través de prácticas sociales (bandera, vestimenta, una canción, etc…) Las tres partes principales de la semiótica son: 1. La pragmática considera las relaciones entre los signos y sus intérpretes o usuarios. 2. La semántica se ocupa de las relaciones entre los signos y los objetos denotados por ellos. 3. La sintaxis estudia las relaciones de los signos entre sí.
La dimensión simbólica de la cultura Los símbolos, dentro de una cultura, tienen un significado determinado o específico. Pueden ser interpretados de manera distinta por personas no pertenecientes al grupo. Los símbolos permiten que las personas entiendan su propio entorno social y ofrezcan una imagen de lo que quieren dar de sí mismas.
Lenguaje Se habla de lenguaje “siempre que hay una pluralidad de signos de la misma naturaleza cuya función primaria es la comunicación entre organismos. Así se habla del lenguaje de los animales (…), del lenguaje del arte (…), del lenguaje de los gestos, del lenguaje de las flores, etc.” José Hierro S. Pescador, Principios de filosofía del lenguaje vol. 1, Alianza, Madrid 1980, p. 38. La mayor parte de los lenguajes, desde el de las abejas al de los semáforos, son simbólicos. (Pero también han existido, por ejemplo, lenguajes escritos de tipo pictográfico.)
El lenguaje verbal humano El lenguaje verbal es una característica fundamental de nuestra especie (Homo sapiens sapiens). Este sistema simbólico de comunicación por medio de sonidos articulados es, sin duda, el más poderoso de cuantos se conocen; hace posible la tradición humana, la historia y la cultura. El lenguaje es primariamente oral; derivadamente, también escrito. Existen entre tres mil y cuatro mil lenguas vivas. Jesús Tusón, Lingüística, Barcanova, Barcelona 1984, p. 50. El idioma chino lo habla aproximadamente el 20% de la humanidad, el inglés el 10% y el español el 6%.
Universalidad semántica “El lenguaje humano es el único que posee universalidad semántica o la capacidad de producir un número ilimitado de mensajes nuevos sin pérdida de eficiencia informativa. Por contraposición a las llamadas del gibón, por ejemplo, el lenguaje humano tiene un potencial ilimitado de productividad.” Marvin Harris, “Lenguaje y pensamiento”
Arbitrariedad, y dualidad de organización “Uno de los medios más importantes de alcanzar esta productividad es la arbitrariedad [o convencionalidad] de los elementos que transmiten la información. A pesar de la importancia de la herencia genética para adquirir el habla, los lenguajes que se hablan en la realidad dependen totalmente de la endoculturación; además, las palabras en general carecen de una semejanza física o iconográfica con sus referentes. Otro componente importante en el logro de la universalidad semántica es la dualidad de organización [o doble articulación]. Esta alude al uso de elementos codificadores arbitrarios en diferentes combinaciones para producir distintos mensajes.”
Fonemas y morfemas “Los elementos codificadores básicos del lenguaje humano son los fonemas o clases de fonos contrastantes. Un fonema consiste en un conjunto de alófonos que contrastan respecto a los alófonos de otros fonemas. Las distintas lenguas tienen repertorios ampliamente diferentes de fonos, fonemas y alófonos. Ninguno de estos elementos porta significado en sí mismo. La dualidad de organización es ilustrada por la combinación de fonemas en morfemas, que son las unidades mínimas de sonido con significado. Los morfemas son clases de fonemas y comprenden formas variantes llamadas alomorfos. Los morfemas pueden ser libres o ligados, dependiendo de si aparecen solos y constituyen locuciones, bien formadas.” Marvin Harris, “Lenguaje y pensamiento”
Características del lenguaje verbal humano 1. Se emplean sonidos y se utiliza el canal vocal-auditivo. 2. Dualidad, doble articulación (subsistema fonológico, no significativo + subsistema gramatical, significativo) 3. Creatividad, sistema abierto 4. Convencionalidad 5. Desplazamiento: independencia respecto de la situación concreta 6. Los usuarios son simultáneamente emisores y receptores. 7. Reflexividad (metalenguajes). José Hierro S. Pescador, Principios de filosofía del lenguaje vol. 1, Alianza, Madrid 1980, capítulo 3.
Pérdidas Lamentablemente, muchos idiomas están desapareciendo. Según la hipótesis de Sapir-Whorf (a menudo se la denomina tesis de la relatividad lingüística) las personas perciben el mundo dependiendo de la lengua que hablan. Además, los matices registrados en una lengua no tienen por qué existir en una lengua distinta a ella. Una interesante exposición y debate en José Hierro S. Pescador, Principios de filosofía del lenguaje vol. 1, Alianza, Madrid 1980, p. 170-173.
Cinco funciones lingüísticas Volvamos ahora a las normas. Para introducir el concepto de norma debemos recordar unas mínimas nociones de filosofía del lenguaje. Existen diversos usos del lenguaje o funciones lingüísticas (véase para ello por ejemplo G. Carrió, Notas sobre Derecho y lenguaje, Abeledo-Perrot, Buenos Aires 1965): 1. Función informativa o descriptiva (“el partido A fue el vencedor de las pasadas elecciones”) 2. Función emotiva o expresiva (“ojalá que un partido honesto gane las elecciones”)
3. Función interrogativa (“¿quién fue el vencedor de las pasadas elecciones?”) 4. Función operativa, ejecutiva o performativa, cuando decir algo implica hacer algo (“Proclamo al partido A vencedor de las elecciones”, dicho por el presidente de la junta electoral en la ocasión apropiada) 5. Función directiva, cuando el lenguaje se usa con la intención de influir en la conducta de los demás (“¡vota al partido A!”)
Las oraciones directivas Notemos que, en el caso de las oraciones directivas, no tiene sentido preguntar por su verdad o falsedad (como sí que lo tiene en el caso de las oraciones descriptivas). Las normas tienen la forma de oraciones directivas: enunciados que tratan de influir en la conducta de aquellos/as a quienes van dirigidas. No entramos aquí en la complicada cuestión de si el lenguaje moral se caracteriza por tratar de incluir en la conducta dela gente, como propone la teoría metaética del emotivismo (cf. p. ej. Rachels, Introducción a la filosofía moral, capítulo 3).
Vida social penetrada de normatividad Toda la vida social está penetrada de normatividad: está plagada de expectativas mutuas. La conducta humana es básicamente normativa. Las normas son sistemas de expectativas sociales a partir de las cuales un grupo social regula la conducta de sus miembros, ejerciendo presión social. Hay normas y reglas de muchas clases: reglas de los juegos, reglas gramaticales, reglas técnicas, normas religiosas, normas del trato social, normas morales, normas jurídicas…
Para nosotros eso no es importante, pero se sugiere a veces que “lo característico de las reglas es que no se las puede desobedecer. Esto las diferencia de las normas. Se pueden seguir o no las reglas, pero es imposible violarlas” (Juan Ramón Capella, Cuadernos azul y marrón, p. 82). Piénsese en la diferencia entre las reglas del juego de ajedrez y las normas del Código Penal, por ejemplo.
Validez de las normas Manuel Atienza: “En el caso de las normas (y, en particular, de las normas jurídicas), la noción fundamental que vendría a hacer las veces de la verdad de los enunciados descriptivos sería la categoría de validez. (…) Calificar una norma jurídica como válida significa afirmar que ha sido dictada por el órgano competente y de acuerdo con el procedimiento adecuado.”
Normas jurídicas “(…) Parece interesante distinguir la validez de una norma [jurídica] de su eficacia (que resulte o no aplicada en la práctica) y de su justicia (que se considere o no valiosa). (…) La diferencia más clara existente entre los diversos tipos de normas (…) (jurídicas, morales, religiosas y de trato social) estriba en que solamente unas de ellas, las jurídicas, establecen una sanción de carácter externo que puede constituir, en último término, en la aplicación de la fuerza física (de la coacción) y en que está institucionalizada.” Manuel Atienza, Introducción al Derecho, Barcanova, Barcelona 1985, p. 22-23 y 25.
Algunas normas son proscriptivas (prohíben) y otras prescriptivas (indican lo que se debe hacer). También están los permisos, que autorizan a hacer… Un profundo análisis de las normas por el fundador principal de la lógica deóntica en el siglo XX: Georg H. von Wright, Norma y acción, Tecnos, Madrid 1970. Síntesis en Atienza, Introducción al Derecho, op. cit., p. 24-28. Sin la existencia de una instancia –el Estado– que organiza y monopoliza el uso de la fuerza, no puede entenderse el Derecho.
Normas morales, moral normativa y sentimientos morales según Tugendhat Normas morales: imperativos generales recíprocos (que tienen que verse como adecuadamente justificados: luego volveremos sobre ello). Moral (normativa): sistema normativo de exigencias recíprocas, que han de verse –en un grupo humano determinado– como justificadas. Sentimientos morales: sistema recíproco de indignación (moral) y sentimiento de culpa. Cf. Ernst Tugendhat, “El problema de una moral autónoma”, capítulo 4 de Antropología en vez de metafísica, Gedisa, Barcelona 2007.
Normas morales y costumbres Steven Lukes: “Las normas son reglas que indican qué acciones son exigidas, prohibidas, permitidas, desalentadas y alentadas. Las normas, solemos decir, son externas a los individuos e ‘interiorizadas’ por estos (…): dan instrucciones para actuar y no actuar. ¿Qué distingue a las normas morales de las demás? (…) Tratan de asuntos de gran trascendencia para la vida de la gente, que se enfrenta a la papeleta de tener que distinguir lo que está bien de lo que está mal.”
Reglas morales, costumbres “(…) En general, las normas morales se preocupan más de los intereses de los demás, o más bien del interés común, que del mero interés individual.” Steven Lukes, Relativismo moral, Paidos, Barcelona 2011, p. 35-36. Las costumbres, de menor importancia, son pautas de conducta que se siguen en la interacción rutinaria o cotidiana.
Normas morales, cuasi-morales… Una clasificación es la que propone el filósofo noruego Jon Elster: Las normas morales tienen un carácter incondicional (por ejemplo, la ayuda al prójimo en una desgracia o el “kantismo cotidiano” de hacer lo que sería mejor si todo el mundo hiciese lo mismo). Las normas cuasi-morales son condicionales (por ejemplo, colaborar sólo cuando los demás también colaboran).
…normas sociales y normas jurídicas según Elster Las normas morales y cuasi-morales pueden configurar la conducta incluso cuando el agente cree que no es observado. Las normas sociales entran en acción cuando otros pueden observar lo que uno está haciendo, y suscitan vergüenza. “La vergüenza que sostiene las normas sociales es provocada por el desprecio percibido de los demás. La tendencia correspondiente a la acción es escapar de sus miradas acusadoras: esconderse, huir y hasta matarse”. Jon Elster, La explicación del comportamiento social,Gedisa, Barcelona 2010, p. 390. Por último, las normas jurídicas son aplicadas por agentes especializados que suelen imponer el castigo de manera directa.
Moral social y moral crítica Reiteremos que, de todos los tipos de norma que antes enunciábamos, sólo las normas jurídicas establecen una sanción de carácter externo que puede consistir, en último término, en la aplicación de la fuerza física (la coacción) y que está institucionalizada. En cuanto a las normas morales, conviene distinguir entre “la moral social o positiva, el conjunto de normas morales vigentes en un determinado grupo y en un momento histórico concreto, y la moral crítica o subjetiva [moral autónoma], las normas y principios morales de carácter personal que pueden identificarse o no con la moral establecida.” Manuel Atienza, Introducción al Derecho, Barcanova, Barcelona 1985, p. 25.
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