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Una propuesta estratégica para el desarrollo sostenible del Valle del Monzón


  1. Fundamentos de la propuesta
  2. El problema que se pretende resolver
  3. Resultados esperados de esta propuesta

FUNDAMENTOS DE LA PROPUESTA

El interés de los pueblos, autoridades locales y regionales de Ancash y Huánuco, por consolidar su integración vial transversal y transoceánica, es cada vez más creciente. Ello se ha evidenciado en los numerosos eventos oficiales realizados en Chimbote, Casma, Huaraz, Huari, Monzón, y Tingo María, en los cuales congresistas, autoridades regionales, alcaldes, y representantes de la sociedad civil ha puesto en relevancia la urgente construcción del eje "vial transoceánico" Chimbote-Casma-Huaraz-Huari- Monzón- Tingo María-Pucallpa-Cruzeiro do Sul o del Chimbote- Casma-Huaraz-Huari- Monzón- Tingo María-Pucallpa-Iquitos-Manaus.

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En tal contexto , el Gobierno Regional de Ancash, conjuntamente con el Gobierno Nacional, tomaron la decisión de construir el asfaltado de la Carretera Casma – Huaraz, obra que uniéndose al otro tramo ya existente entre Huaraz y Huari, viene articulando prácticamente a las ciudades de Chimbote-Casma-Huaraz y Huari, importantes polos de desarrollo pertenecientes dicho eje vial transoceánico. Sólo falta unir el tramo Huari-Monzón y mejorar y asfaltar el tramo Monzón –Tingo María, con lo cual se tendría un gran avance.

Es en el marco de dicho proceso de articulación vial, que proponemos "abrir y articular" a la cuenca del Monzón a los espacios territoriales regionales e internacionales , como estrategia fundamental para asegurar su desarrollo sostenible.

Hay que tener en cuenta que, el impulso del desarrollo desde espacios territoriales definidos como es la cuenca del Monzón, como parte de un sistema articulado vialmente al eje transregional y transoceánico indicado, es un proceso que supone un conocimiento preciso de sus potencialidades económicas, sociales, políticas, culturales, así como el manejo de las limitaciones y restricciones de todo tipo que dificultan el manejo de esas potencialidades. Muy probablemente la falta de este enfoque articulador y del conocimiento adecuado de las potencialidades y limitaciones de este territorio, ha impedido la aplicación de las estrategias más adecuadas para lograr un sostenido proceso de desarrollo.2

Bajo el enfoque el concepto Sistémico de Gestión Territorial, se requiere acondicionar y articular cuenca del Monzón, mediante su Ordenamiento Territorial y, con base en este proponer su Plan de desarrollo Sostenible, el mismo que será la base que permita una correcta formulación e implementación de los PDC distritales como instrumentos de una política participativa de desarrollo prospectivo sostenible.

Para ello se requiere de una visión compartida de largo plazo (¿Cómo queremos ver a la Cuenca del Monzón al 2021?), teniendo en cuenta áreas diferenciadas en lo ambiental, económico, social y configuración territorial, actuando en una relación sinérgica entre medio rural y urbano. Aquí no se concibe al territorio (la cuenca del Monzón) como un sistema cerrado (controlado por el narcotráfico) sino abierto e interdependiente a otros nodos poblacionales y circuitos circundantes de menor y mayor escala. De esta manera el país estaría recuperando al Monzón como parte del desarrollo nacional.

Esta propuesta de ordenamiento territorial prospectivo para el desarrollo sostenible de la cuenca del Monzón, deberá aportar: a) objetivos comunes y una visión de largo plazo, concertados con todos los actores sociales; b) el conocimiento del territorio como el elemento base para el desarrollo sostenible; c) Elementos y propuestas para la disminución de la pobreza y la exclusión que afecta a la población y a sus espacios internos, al considerar a toda la población, sus capacidades, sus potencialidades y el territorio para el desarrollo, en forma integral; d) un marco integral y entorno favorable para las inversiones de los sectores público y privado en correspondencia con el ambiente, con las potencialidades y con las necesidades prioritarias de la cuenca.

Finalmente, la elaboración de esta Propuesta Base de Ordenamiento Territorial del Monzón (PBOTM), permitirá identificar nuevos proyectos de desarrollo y articular los existentes, con el aporte de los recursos estatales y el apoyo de la cooperación internacional.

EL PROBLEMA QUE SE PRETENDE RESOLVER.

Históricamente, los recursos naturales suelo, flora, fauna, pesqueros, hídrico ,minero y energético en las regiones de Ancash y Huánuco, han ido configurando su dinámica económica, basada principalmente en actividades productivas primarias extractivas. Esos procesos socio-económicos, muchos de ellos aún en curso, han definido el desempeño sectorial poco articulado, de las actividades económicas productivas, según su ubicación espacial territorial, logrando diferentes grados de desarrollo. Sin embargo también generaron disparidades territoriales, socioeconómicas, demográficas, y culturales trascendentales para el desarrollo regional, empíricamente evidenciadas en realidades regionales como la fuerte presión migratoria poblacional sobre los principales centros urbanos (Huaraz, Chimbote, Huánuco, Tingo María, Pucallpa).

En tal contexto, con algunas excepciones, la cuenca del monzón ha sido ocupada con sistemas de producción inadecuados para la capacidad de uso de sus suelos tropicales andino amazónicos, lo que ha impactado negativamente en sus recursos naturales, y, por lo tanto, en su situación socio-económica, como a continuación se explica.

En el Valle existen 78,000 has de tierras forestales, equivalente al 44.8 % de su área total. Las Tierras de Protección cubren una superficie aproximada de 80,000 has, equivalente al 46.0 % del área total.

Este valle era muy apreciado por los primeros pobladores andinos que llegaron a estas tierras, procedentes de las alturas del Departamento de Huánuco para el cultivo de la hoja de coca, en la parte alta de la cuenca y, posteriormente por colonos procedentes de San Martín y Huánuco, atraídos por el caucho y madera, en la parte baja de la cuenca. Posteriormente se ha desarrollado una actividad agropecuaria que no ha alcanzado un impacto significativo en la economía local.

Como vemos, con la llegada de los primeros pobladores andinos, la coca se había iniciado como un cultivo familiar colonizador, y era el principal bien o producto que servía para hacer intercambio o trueque con productos andinos.3 Pero además de coca, se cultivaba caña para la obtención de aguardiente y chancaca, en varias haciendas. Hasta la década de los años 50 del siglo pasado, existían 12 destilerías de aguardiente.

La explotación comercial maderera en el Valle del monzón, empezó en los años 40 del siglo anterior. Al empezar la década de los años 50, el grupo familiar Chocano Prado desarrolló un importante negocio de extracción maderera en la localidad de Bella, en la parte baja del valle, dando así inicio a la primera actividad económica extractivista de significativa importancia económica y de fuerte impacto ambiental. A partir de esa motivación económica se instalaron otros aserraderos en el eje carrozable Bella-Rondos, y luego hasta Monzón en la cabecera alta de la cuenca.

Posteriormente se desarrolla la actividad agropecuaria. Pero las limitaciones en la capacidad productiva de los suelos y la extensión requerida para generar una economía importante en la población asentada, ha obligado a los colonos a intervenir tierras marginales para instalar cultivos de café, cacao, arroz, maíz, frutales, etc. La producción agropecuaria en general se destina al autoconsumo a nivel local y un pequeño porcentaje para los mercados de Tingo María principalmente.

Sin embargo, al inicio de la década de 1970, al producirse pérdidas en la actividad comercial de los derivados de la caña de azúcar, la crisis del café, la caída de precios de cultivos temporales como maíz y arroz, cuya comercialización estaba regulada por el Estado, la coca empieza a mostrarse como actividad importante motivada con fines ilícitos. De esta manera se narcotiza la economía local, generando así, un proceso de violencia y descomposición social, que se agrava a partir de 1983 con la presencia del terrorismo.

Así, hasta hoy, en todo el proceso de ocupación del territorio, los ingresos generados por las actividades económicas, incluyendo la coca ilícita, no han significado una mejor calidad de vida del poblador. Los indicadores básicos de salud están por debajo de los promedios nacionales, tales como la tasa de desnutrición, y prevalencia de enfermedades y el déficit de postas. Hoy, la cuenca muestra un panorama preocupante, sobre todo en aquellas áreas donde predominan tierras degradadas que evidencian severos procesos de deslizamientos y degradación de sus ecosistemas.

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En síntesis, al estar el valle del Monzón "cerrado" y no articulado a las dinámicas económicas y sociales de nuestro país, durante las tres últimas décadas su población ha vivido y aún vive bajo la amenaza de los narcotraficantes y terroristas y la permanente degradación socio-ambiental, que afectan cada vez más a sus incipientes sistemas productivos y medios de subsistencia; manteniéndose el clásico círculo de degradación ambiental y pobreza rural. Por ello es que proponemos la recuperación del Monzón como parte del desarrollo nacional.

RESULTADOS ESPERADOS DE ESTA PROPUESTA.

La construcción inmediata de los tramos Huari-Monzón – Tingo María, y la formulación de su correspondiente PLAN BASE DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL, PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL MONZÓN, EN EL CONTEXTO DEL EJE VIAL CASMA-HUARAZ –HUARI-MONZÓN- TINGO MARÍA, contribuirá a "abrir y articular" a la cuenca del Monzón a los espacios territoriales regionales circundantes, como estrategia fundamental para asegurar su desarrollo sostenible, mediante la formulación e implementación de políticas públicas que orienten la ocupación y utilización del territorio de la cuenca del Monzón, en el contexto del ámbito Geográfico e influencia del Proyecto vial transregional y transoceánico.

Ello debe permitir una proyección espacial de las políticas sociales, económicas, ambientales y culturales de la sociedad regional (Húanuco y Ancash) y nacional, garantizando un nivel de vida adecuado para la población y la conservación del ambiente.

Así, con la ejecución de esta Propuesta se podrá contar con una estrategia de implementación validada con acciones prioritarias, a partir de :Espacios diferenciados, Articulación de aspectos físico ambiental, social y económicos, Redes de infraestructura económica básica (vías, energía, comunicaciones), Redes sociales (de educación y salud), Potencialidades para actividades productivas, mercados, facilidades a la inversión privada, Identificación de Programas y Proyectos de inversión. Este Propuesta es eminentemente participativa, basada en la interacción permanente con los agentes regionales y locales en diferentes momentos.

Mientras tanto, se requieren con urgencia, realizar r acciones inmediatas de impacto rápido, a través de los programas sociales articulados intersectoriales, de los Ministerios de Inclusión social, de la Mujer, de Salud, de Educación, de Agricultura, del Ambiente, de vivienda, de transportes y comunicaciones, de Justicia, del Interior, conjuntamente con los gobiernos locales.

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NOTAS:

1 TITO A .HERNÁNDEZ T. PhD es Director del Instituto de Capacitación para el Desarrollo Sostenible- INCADES. Consultor Internacional en planeamiento Prospectivo Estratégico y Desarrollo Organizacional. Agosto 2013.

2 El 90.8% de la extensión total de la cuenca no tiene aptitud para desarrollar actividades agrícolas o pecuarias; sino que está limitada al aprovechamiento forestal (F) y/o a la protección de los suelos (X), ecoturismo y otras actividades conexas.

3"En intercambio con la sierra se hacia de la siguiente manera: Dos libras de articulo comestible de la sierra, como maíz, harina, etc por una libra de coca, un toro por 4 o 5 arrobas coca". Testimonio de Don Esteban Mirabal, Colono de 88 años. Caserío de Chaupiyacu, Monzón

 

 

Autor:

PhD Tito A. Hernández T

Ingeniero Agrónomo (1975), con Maestría en la UFV –Brasil (1984), y estudios de especialización y Doctorado, en Planeamiento Estratégico, Desarrollo regional, y Desarrollo organizacional, en Alemania y EEUU.

Hasta 1989 se ha desempeñado como Profesor Principal en la UNAS-Perú. Entre 1989 y 1997, ha sido Director de los Proyectos agroindustriales de las Naciones Unidas, en el Marco del Desarrollo Alternativo, en las regiones del Huallaga y Ucayali, habiendo diseñado e implementado agroindustrias de la Palma Aceitera, Palmitos, café y cacao.

Entre 1998 y 2004, se ha desempeñado como Asesor Internacional de la Agencia Alemana de Cooperación Técnica-GTZ, en el Desarrollo Rural Integral, en zonas amapoleras y cocaleras de Cauca- Colombia. Desde 1992, realiza consultorías UNODC-Naciones Unidas y GTZ, sobre el problema rural de la producción de drogas y Desarrollo Alternativo, en Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, México y Asia.

Actualmente es Profesor en Planificación Prospectiva Estratégica en las Maestrías de Gerencia de empresas Agropecuarias y Pesqueras de la UNS-Chimbote, Gerencia de empresas agroexportadoras de la USS-Chiclayo, en Ciencias Agropecuarias de la UPAO-Trujillo, consultor en Planeamiento prospectivo estratégico y desarrollo organizacional en empresas públicas y privadas, y Director del Instituto de Capacitación para el desarrollo sostenible –INCADES (www.incades.org)

Ha publicado numerosos artículos sobre desarrollo rural alternativo en periódicos, y revistas nacionales y extranjeras, así como manuales técnicos y libros relacionados al Desarrollo Rural y Desarrollo organizacional y es Director y Fundador de la Revista PURA SELVA desde hace25 años.

Ha realizado misiones oficiales e independientes de evaluación de proyectos de la cooperación internacional en América Latina, vinculados a seguridad alimentaria, desarrollo rural, desarrollo social, articulación inter institucional e implementación de políticas públicas para el desarrollo social y rural.

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