Los balazos, muertos, heridos, amordazados y la responsabilidad social del periodista
Enviado por Ho Chi Min Ho Chi Min
- Irresponsabilidad social del periodista
- Responsabilidad Social del periodista como desarrollo personal y profesional
- Ley de Responsabilidad Social
- Conclusión
Quiero partir del planteamiento de un problema: ¿Con qué autoridad moral se exige responsabilidad social a los periodistas?
135 periodistas asesinados en los últimos 17 años en Colombia
Procesos de silenciamiento y desplazamiento forzado a Noticieros Televisivos Regionales y a Revistas, a través de sospechosos estudios de mercado o estudios licitatorios.
Inadecuada protección del régimen laboral al periodista sin un compromiso claro de las instituciones con la responsabilidad social.
¿Se necesitaría una ley de responsabilidad social si solo se propone una Guía Voluntaria ISO 26000?
Gracias a los periodistas y al Círculo de Periodistas de Cali por invitarme a poner en cuestión el tema de la responsabilidad social, tan de moda hoy en el mundo globalizado. Es necesario partir de una diferenciación: La responsabilidad social atañe tanto al periodista como a la sociedad y a sus instituciones que también están llamadas a actuar estratégicamente en este ámbito.
Es básico precisar que el discurso de responsabilidad social tiene que ver con el beneficio económico, social y medioambiental para todos los actores sociales, empresariales y profesionales. Consiste en diseñar estratégicamente las actuaciones de la sociedad, de la empresa, de la profesión, de forma que tengan en cuenta los intereses de todos los afectados por ella, inclusive los periodistas.
Irresponsabilidad social de las instituciones
Si acaso nos atrevemos a cuestionar el ejercicio ético periodístico, es hora de preguntarnos, al mismo tiempo, ¿Cuál es la responsabilidad social, ética, ante la libertad de prensa de los grupos sociales, las empresas y las instituciones en general? ¿Cómo la están cumpliendo?, cuando en Colombia se contabilizan 135 periodistas asesinados en los últimos 17 años, según la Fundación para la Libertad de prensa, FLP[1]faltando, datos de otros municipios.
Estas estadísticas son síntoma de una mala comprensión de la responsabilidad social en las instituciones ante estos asesinatos sistemáticos por razones del desempeño profesional.
También se amenazan personas naturales y se coartan personas jurídicas comprometidas con la difusión de información. Se golpean a bolillo a los reporteros gráficos de Cali y de otras ciudades. Se les incautan las cámaras, se silencian estilos de comunicación o se adelantan procesos de silenciamiento a través de sospechosos estudios de mercado o estudios legales licitatorios, cuyos resultados pueden relacionarse con políticos con prontuario judicial. Baste dos ejemplos de la necesidad de compromiso de las instituciones con el respeto a la libertad de prensa: La revista Cambio y el Noticiero regional 90 Minutos.
En este punto del cuestionamiento sobre la responsabilidad social, es justo mantener la memoria de todos los 135 periodistas asesinados en Colombia, desde hace 13 años. Podemos evocar algunos nombres cercanos al Valle del Cauca: Luis Palacio de Occidente, Ramiro Ariza de El Caleño, Alirio Mora Beltrán, de RCN y el Caleño, Lides Renato Batalla de Todelar, Raúl Echavarría Barrientos de Occidente, Guillermo Gómez de El Espectador y RCN, Belisario Zambrano Roa, Manuel José Martínez, Gerardo Bedoya de EL PAIS, Didier Gómez de Todelar, Bernabé Cortés de CVN, Yesid Marulanda de Notipacífico, Marco Antonio Ayala de El Caleño[2]Hay otros nombres de referencia periodística a nivel nacional, de quienes cayeron asesinados en relación a su ejercicio profesional: Jorge Enrique Pulido, Miguel Soler, William Bendeck Olivella, Guillermo Cano, Fernando Bahamon, Diana Turbay Quintero, Jaime Garzón.
La amenaza contra el periodista, contra el medio, es una amenaza contra la sociedad misma. En este caso a quien le corresponde asumir la responsabilidad social no es solo al periodista amenazado, el que cree que sacrificándose por grupos hegemónicos está expresando su responsabilidad social. En estas condiciones, hay que cuestionar la falta de responsabilidad social de los actores sociales colombianos, grupos de opinión, partidos, instituciones privadas y públicas frente al ejercicio periodístico.
Irresponsabilidad social del periodista
En segundo lugar, es necesario advertir la mala comprensión de la responsabilidad social de nuestra parte como periodistas cuando la asumimos como una profesión suicida. Algunas veces se aceptan irresponsablemente las invitaciones al suicidio, en aras de un falso profesionalismo.
Es una irresponsabilidad social vivir en el clima de competencia en que hemos caído los periodistas, cuando la invitación recurrente es la de que hagamos a un lado lo propio y lo entendamos como algo ajeno a nuestros intereses, que olvidemos las necesidades personales y las de nuestras familias, en aras de un supuesto "periodismo de tiempo completo" que reclaman negociantes de la verdad y que ofrecen deficientes condiciones laborales y una pauta publicitaria ridícula.
Página siguiente |