La modernidad es la nueva a apariencia del capitalismo, apariencia en las cual, la catedral del capital, la bolsa de Wall street, debe aceptar la necesidad de un estado regulador o perecer, contradiciendo su primer mandamiento, "el estado no tiene que ver con el mercado".
La vieja tesis de análisis económico (Cetis paribus "manteniendo el resto constante), deja de tener sentido en una economía montada sobre la mano invisible del mercado, que nunca se sabe donde anda y cuanto hace; y de las burbujas especulativas, burbujas guidas por la especulación que al estallar, hacen desaparecer por arte de magia los valores del patrón valor dólar y se ven empujadas hacia valores menos comprometidos con la sociedad liquida, manejada por Bauman.
Estos valores que sin duda seguirán siendo el trabajo y en términos de la economía mundial los alimentos, las materias primas, el petróleo y metales como hierro, cobre, etc. Además de la medida del oro, como marcador del patrón de la riqueza.
Sin embargo, deberemos estar claro que nunca la economía podrá satisfacer la creciente demanda, alimentos, educación, vestido, salud y seguridad, sobre el modelo del capitalismo, hoy rebautizado como modernista por el laboratorio económico capitalista.
Casos como la migración ilegal Africana a Europa, como modelo de resistencia de los pueblos; son el reclamo de una África en busca de sus tesoros; tesoros llevados en rapiña a la Europa imperial desde hace siglos atrás.
El entendido que el puente de riquezas de latino América y del Asía hacia el centro del consumo, estará limitado por otras reglas justas de intercambio, nos hablan de una sociedad liquida que se volatiliza con el calor de las nuevas fricciones socio-políticas.
En tanto América se levanta hacia una nueva realidad, impulsada por la energía de un petróleo "socializado", un mercado de capitales sin injerencia OEA y un discurso de iguales ante el imperio militar del norte. Todo aunado a una dinámica de mutuo apoyo con países tradicionalmente ajenos a nuestras realidades como China y Rusia, plantean una asociación en crecimiento, contra una sociedad de consumo en decadencia.
La crisis de combustibles fósiles, el recalentamiento global creado por ellos (los países industriales); la negación del G7 a firmar el tratado de Kioto; la creación de alimentos transgénicos; la saturación de cosas, sin utilidad real; el estado de guerra total; el cambio de héroes por ídolos, es principio y fin de la formula del capital, es su Alfa y su Omega, con la variante que no son nuestros Alfa y Omega.
Moviéndonos como sociedades de lo posible, los estados en proceso de ideologización, serán estados en procesos, estados latinoamericanos, (Venezuela, Ecuador, Perú), como demostración de que la posible "tierra de gracia", esta en otro modelo que no es capitalismo.
El olvido, la violencia y la exclusión como medio y como forma, parecen ser la apuesta de la "modernidad". Valores contrapuestos a la solidaridad, la complementariedad y el equilibrio como forma de vida.
La vida es por definición solidaria, complementaria y equilibrada, sólo manteniendo esos valores se logrará salvarnos y salvar la tierra, de la que hoy somos terribles inquilinos.
Vivimos un especial momento en esta "Tierra de gracia" que puede parir una sociedad solidaria, capaz de convertirnos en vecinos, quién sabe, talvez estas cosas puedan ser parte de la discusión del Socialismo del Siglo XXI.
Argenis Ortiz
II Congreso cultural de Cabimas
0414/6083911
UNERMB
Cabimas 6 de octubre de 2008
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