- Introducción
- La definición del hombre, según Cassirer
- El problema del mito y la filosofía
- La mitología en la psicología de las emociones
- El aspecto social y cultural
- Discusión
- Los rastros del totemismo en la Teogonía de Hesíodo
- Final
- Referencias bibliográficas
Posibles rastros del sistema totémico en la Teogonía de Hesíodo
Resumen
El presente texto trata acerca del carácter del simbolismo de la inteligencia humana; haremos un recorrido por el estado de esta cuestión desde el punto de vista de la filosofía de la mitología, según Cassirer, e iniciar una discusión entre los planteamientos de éste y Freud, desde Tótem y Tabú, tratando de realizar una exposición crítica que nos aclare los planteamientos respectivos y sus límites. Al final, en dos apartes, intentaremos interpretar una sección corta de la Teogonía, y una reflexión final acerca de una pregunta planteada por Cassirer en la introducción de El Mito del Estado. Veremos cómo, lejos de ser incompatibles los planteamientos pueden ser más bien complementarios, si se tiene en cuenta que se refieren a ámbitos intelectuales diferentes que no son excluyentes.
Palabras clave: Mitología, Psicoanálisis, desplazamiento afectivo, inteligencia simbólica
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Parménides[1]
Introducción
El presente trabajo responde a una preocupación muy personal: se trata de exponer herramientas de interpretación que permitan visibilizar a un autor con el que la tradición filológica, literaria y filosófica han sido bastante apáticas: Hesíodo, que tanto como Homero, es el padre formador de la conciencia griega, de la cual se ha heredado la occidental; sin embargo, no ha merecido la misma atención, ni de lejos, que su contemporáneo.
En las líneas siguientes vamos a desarrollar, a partir de los textos de Ernst Cassirer sobre la conciencia simbólica y mitológica y su función en la vida social y cultural del ser humano, y de las aportaciones de Sigmund Freud, desde los escritos iniciales del Psicoanálisis, un intento de aproximación al poema mitológico Teogonía. Veremos cómo, lejos de ser incompatibles los planteamientos pueden ser más bien complementarios, si se tiene en cuanta que se refieren a ámbitos intelectuales diferentes que no son excluyentes.
Iniciaremos con unos apartes a manera de justificación, para empezar luego propiamente con una exposición somera del carácter del simbolismo de la inteligencia humana, según Cassirer; enseguida haremos un recorrido del estado de la cuestión desde el punto de vista de la filosofía de la mitología e iniciar una discusión entre los planteamientos de Cassirer y Freud, tratando de realizar una exposición crítica que nos aclare los planteamientos respectivos y sus límites. Al final, dos apartes, un intento de interpretar una sección corta de la Teogonía y una reflexión final acerca de una pregunta de Cassirer en la introducción de El Mito del Estado.
I
Actualmente, los países del llamado Mundo Occidental vivimos en una sociedad que se pretende organizada racionalmente, laica, sistematizada. Su estructura, así como la justificación de sus jerarquías están fundadas en principios discernibles para la razón y la inteligencia. Ya no habitamos un mundo primitivo, mágico y arbitrario, poblado y controlado por espíritus desconocidos, poderosos dioses o fuerzas omnipotentes. Eso es ya, hoy día, cosa del pasado. De un pasado mitologizado, en el cual la religión ocupa un puesto de primer orden en la vida cotidiana, rigiendo hasta en sus menores detalles. Hemos superado esta etapa, por decirlo así, mágica, para habitar ahora un mundo racionalmente explicado y comprendido. Hoy, tras casi cinco mil años de historia occidental ininterrumpida, hemos llegado a un momento en el cual el desarrollo humano, el de sus potencialidades y habilidades, es más posible que antaño, gracias a la razón, la tecnología y las normas sociales de convivencia pacífica. Hemos desterrado el pensamiento mágico, mitológico de nuestras vidas. Somos seres civilizados, y la barbarie y la superstición han quedado atrás. Sin embargo, la experiencia, mirada más de cerca, sugiere otra cosa.
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