- Introducción
- Justificación e Importancia
- Objetivos
- Resultados esperados
- Cronograma de Actividades
- Bibliografía
Resumen
La actual gripe está causada por un nuevo virus A (H1N1) que no había circulado nunca en la especie humana y que no tiene ninguna relación con otros virus gripales estacionales que han afectado anteriormente o están afectando al hombre. El virus se propaga de persona a persona. Se transmite tan fácilmente como la gripe estacional normal y se puede contagiar a otras personas por exposición a las gotículas infectadas expulsadas al toser o estornudar, que pueden ser inhaladas o contaminar manos y superficies.
Para prevenir la transmisión, las personas enfermas deben cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, quedarse en casa mientras se encuentren mal, lavarse las manos regularmente y mantenerse a cierta distancia de las personas sanas en la medida de lo posible.
Los signos de la gripe por A (H1N1) son los típicos de un cuadro gripal, esto es, fiebre, tos, cefalea, dolores musculares y articulares, dolor de garganta y rinorrea, y a veces vómitos y diarrea. No se conoce ningún caso de personas que hayan resultado contagiadas por exposición a cerdos u otros animales. Se desconoce el lugar de origen del virus.
La gripe estacional ocurre cada año y los virus cambian cada año, pero muchas personas presentan cierta inmunidad a los virus circulantes y eso ayuda a limitar las infecciones. Además, algunos países utilizan vacunas contra la gripe estacional para reducir la morbilidad y las defunciones.
Pero el virus A (H1N1) es un virus nuevo frente al cual la mayoría de la gente tiene muy poca o ninguna inmunidad y, por consiguiente, este virus podría causar más infecciones que la gripe estacional. La OMS está colaborando estrechamente con los fabricantes para acelerar el desarrollo de una vacuna segura y eficaz, pero tendrán que transcurrir algunos meses para que esté disponible.
La nueva gripe por A (H1N1) parece tan contagiosa como la gripe estacional y se está difundiendo rápidamente sobre todo entre los jóvenes (10 a 45 años). La gravedad de la enfermedad varía entre una sintomatología muy leve y un cuadro grave que puede conducir a la muerte. La mayoría de quienes contraen el virus sufren la forma más leve y se recuperan sin necesidad de tratamiento antiviral o atención médica. Entre los casos de mayor gravedad, más de la mitad de los hospitalizados padecía algún problema de salud o tenía el sistema inmunitario debilitado.
Se debe buscar atención médica si se sufre disnea o dificultad para respirar, o si la fiebre persiste más de tres días. A los padres de niños pequeños enfermos se les aconseja que busquen atención médica si el niño presenta una respiración rápida o entrecortada, fiebre continua o convulsiones.
El tratamiento de sostén en el hogar -reposo, ingestión de líquidos en abundancia y uso de analgésicos contra el dolor- es suficiente para propiciar la recuperación la mayoría de las veces. (En el caso de los niños y adultos jóvenes se deben emplear analgésicos distintos de la aspirina debido al riesgo de síndrome de Reye).
Hasta el 1 de Julio de 2009, se han notificado un total de 57,675 casos confirmados, incluidas 322 defunciones, durante la pandemia H1N1 2009, en 29 países de la Región de las Américas.
Los siguientes territorios confirmaron casos causados por la pandemia H1N1 2009: Bermuda, UK (1); Islas Caimán, UK (13); Islas Vírgenes Británicas, UK (1); Martinica, Departamento Francés (2); Antillas Holandesas, Curaçao (8) (*); y Antillas Holandesas, St. Maarten (7).
La OMS no recomienda ninguna restricción de los viajes ni el cierre de fronteras en relación con la pandemia H1N1 2009.
(*)Tres casos se registraron en un crucero.
En la Región de las Américas, hubo un incremento de 1,528 casos confirmados y 5 defunciones respecto al día anterior.
Introducción
El siguiente planteamiento hace referencia a la Fiebre Porcina, últimamente renombrado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como virus de la Influenza humana AH1N1 para evitar desequilibrio económico en la industria carnica de esa área y la falta de comprobación científica que la mutación de la nueva cepa provenga directamente de los porcinos. Al tratarse de una mutación del virus de la influenza porcina, la nueva cepa al ser hallada en humanos y no se ha confirmado ningún caso de cerdos enfermos con el virus, por lo que especialistas en esta área solicitaron renombrarla, causando como efecto que las ventas de carne porcina presentaron un decrecimiento a nivel mundial, en algunos países del medio oriente se tomaron medidas gubernamentales del sacrificio de todo el ganado porcino como medida de prevención para evitar posible contagio y desencadenar una pandemia.
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