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RESERVAS DE PETROLEO Y GAS

Enviado por jpazcona


    1. Conceptos Generales.
    2. Reservas en la Argentina y en el mundo

    Conceptos Generales.

    Se entiende por reservas de petróleo y gas de un yacimiento al volumen de hidrocarburos que será posible extraer del mismo, en condiciones rentables, a lo largo de su vida útil. Para determinarlas lo primero que se debe saber es cuánto petróleo y/o gas contiene el yacimiento, lo que se conoce como el "petróleo original en situ" (OOIP). Este cálculo obliga al conocimiento de:

    • el volumen de roca productora;
    • la porosidad de esta roca, que es el espacio intersticial disponible;
    • la saturación de agua de estos espacios, porcentaje de poros ocupados por el agua;
    • la profundidad, presión y temperatura de las capas productivas.

    Toda esta información se obtiene sólo luego de perforar uno o más pozos que delimiten el yacimiento, lo que permite además tomar los registros y las muestras necesarias.

    La reserva de un yacimiento es una fracción del "petróleo original in situ", ya que nunca se recupera el total del petróleo existente. Para establecerla hay que conocer cuál será el factor de recuperación del yacimiento, factor que implica conocer el tipo de empuje del yacimiento, agua/gas; su presión; permeabilidad de la roca; medida de la transmisibilidad entre los poros de la roca y la forma de explotación. Para la obtención de estos datos se efectúa un seguimiento del comportamiento del yacimiento a través de diversas pruebas y ensayos, lo que conlleva un tiempo considerable y una importante inversión económica. El valor resultante de esta fracción varía entre un 15% y un 60% del total del petróleo existente.

    Una vez que se conocen la delimitación territorial y características del yacimiento y las reservas que contiene, llega el momento de planificar su desarrollo, o sea definir cuántos pozos de producción se van a perforar, qué tipo de pozos, si se va a inyectar agua o gas para mejorar la recuperación, qué tipo de instalaciones de superficie son necesarias, cuánta gente hará falta para su operación y cuál es el costo de esas inversiones y gastos, para definir si la explotación del yacimiento es viable económicamente.

    El desarrollo de un yacimiento consiste, básicamente, en la perforación de pozos que lleguen al reservorio y extraigan el petróleo que éste contiene. Es claro que un yacimiento en producción genera gastos (energía eléctrica, salarios del personal, mantenimiento, etc); si en determinadas condiciones o momentos el costo de producción supera a lo que se obtiene por las ventas, el yacimiento deja de ser viable económicamente y, en consecuencia, se detiene la producción; precisamente, el petróleo o gas no extraído por consecuencia de ello, no constituye parte de las reservas.

    En función del grado de seguridad que se tenga en cuanto a la existencia del yacimiento y su volumen comercialmente recuperable, las reservas pueden ser agrupadas en:

    Comprobadas (o Probadas), Probables y Posibles.

    Las reservas comprobadas pueden ser definidas como aquellas cantidades de petróleo y/o gas que se estima pueden ser recuperadas en forma económica y con las técnicas disponibles, de acumulaciones conocidas (volúmenes in situ) a partir de los datos con que se cuentan en el momento de la evaluación.

    Las reservas comprobadas pueden a su vez dividirse en "comprobadas desarrolladas", que se esperan recuperar mediante los pozos y las instalaciones de producción existentes, y en "comprobadas no desarrolladas", que se esperan recuperar de pozos a perforar e instalaciones de producción a emplazar y de las cuales se tiene un alto grado de certidumbre ya que se ubican en yacimientos conocidos.

    Las reservas probables pueden definirse como aquellas a los que tanto los datos geológicos como de ingeniería dan una razonable probabilidad de ser recuperadas de depósitos descubiertos, aunque no en grado tal como para considerarse comprobadas.

    Son también comunes los términos reservas posibles y recursos potenciales o especulativos. Tales términos demuestran un importante grado de incertidumbre en cuanto a su existencia, por lo que se expresan en intervalos y responden al conocimiento geológico de una cuenca sedimentaria.

    Reservas en la Argentina y en el mundo

    La formación de hidrocarburos demanda millones de años y la humanidad se encargará de consumirlos tan sólo en trescientos años, por lo que se los considera recursos no renovables. Es por ello que la continua búsqueda de nuevas reservas hace avanzar rápidamente la tecnología que, en forma económica, permite explorar nuevas fronteras geológicas y tecnológicas, tanto en la tierra como bajo aguas cada vez más profundas y hasta hace poco tiempo inaccesibles.

    El avance de nuevas tecnologías impulsa el desarrollo de operaciones sofisticadas para el hallazgo de hidrocarburos en áreas que, en su momento, habían sido dejadas de lado por el alto grado de incertidumbre en cuanto a la existencia de petróleo y/o gas; para la optimización de la recuperación de petróleo in situ, incrementando cada vez más el factor de recuperación de los mismos.

    Una importante evidencia de lo anteriormente expuesto lo constituye la industria petrolera en Argentina: en el período 1988-2000 la producción de petróleo aumentó de 26,1 a 44,7 millones de metros cúbicos al año, en el mismo lapso las reservas comprobadas crecieron de 362,5 a 472,8 millones de metros cúbicos, reduciéndose así el horizonte de disponibilidad de aproximadamente trece (13) a diez (10) años. Esto significa que en los últimos años se ha registrado un fuerte aumento en la producción acompañada de una disminución de la actividad exploratoria con la consecuente reducción de las reservas. Las reservas probables, a diciembre de 2000, alcanzaron los 161,3 millones de metros cúbicos.

    En cuanto al gas natural, la Argentina no sólo abastece el creciente consumo del país (es uno de los cinco países que más utiliza el gas como fuente de energía), sino que también se ha convertido en exportador a países vecinos, lo que se ha transformado en una importante fuente de ingresos para su economía. Durante el período 1988-2000, la producción de gas natural totalizó 402.184 millones de metros cúbicos mientras que las reservas comprobadas se han mantenido en el mismo nivel, si comparamos los años extremos del período considerado (en 1988, 773.016 millones de m3 y en 2000, 777.601 millones de m3) lo que ha llevado a una fuerte reducción del horizonte de reservas de 34 a 17 años.

    Reservas comprobadas y probables de petróleo y gas natural

    por Cuenca al 31/12/00

    RESERVAS

    Comprobadas

    Probables

    Petróleo

    Gas Natural

    Petróleo

    Gas Natural

    Noroeste

    30.324,36

    153.524,69

    8.356,20

    60.808,90

    Cuyana

    34.697,00

    733,00

    6.775,10

    98,00

    Neuquina

    207.395,48

    399.128,12

    49.492,06

    73.777,98

    Golfo San Jorge

    173.406,33

    39.043,41

    75.513,45

    21.055,48

    Austral

    26.957,71

    185.179,67

    21.126,40

    115.782,61

    Total

    472.780,88

    777.608,89

    161.263,21

    271.522,97

    Nota: las reservas de petróleo están dadas en miles de metros cúbicos y las

    de gas natural en millones de metros cúbicos.

    Fuente: Secretaría de Energía y Minería de la Nación/ www.energia.mecon.gov.ar

    En el contexto dado por la región de Latinoamérica y el Caribe, según OLADE, Argentina participa o representa el 8,1% de las reservas de gas natural y el 2,1% de las de petróleo, mientras que en lo que hace a la producción, nuestro país representa el 22,8% del total del producido de gas natural en la región y el 8,0% de la de petróleo (estas relaciones porcentuales también traducen el hecho de que en la Argentina se ha dado prioridad a la extracción en detrimento de la exploración).

    En el mundo se han producido en los últimos años millones de metros cúbicos de petróleo que han sido compensados por una cantidad aún mayor de reservas incorporadas. Es evidente que el precio del petróleo tiene vital importancia para el desarrollo de la exploración y producción del mismo. Cuando el precio experimenta incrementos se revitalizan yacimientos cuyos costos de extracción son también altos y muchas veces considerados como no económicos. A su vez, posibilita que se invierta cada vez más en la exploración de petróleo y gas, permitiendo que la misma avance hacia las costosas pero cada vez más importantes áreas marginales, tanto desde el punto de vista geológico como tecnológico.

    Fig. 1- Reservas Mundiales de Petróleo (Total: 1.068.556 106 bbl )

    Fig. 2- Reservas Mundiales de Gas Natural (Total: 151.362 109 m3 )

     

     

    Juan Pedro Azcona