Epidemiología
INTRODUCCIÓN
La influenza porcina es una enfermedad respiratoria de los cerdos, causada por la influenza tipo A, que provoca con frecuencia brotes de influenza entre estos animales. Aunque, por lo general, los virus de la influenza porcina no infectan a los humanos, se han presentado en algunas ocasiones casos de infecciones en personas. Los casos en humanos se presentan con mayor frecuencia en personas que están en contacto directo con cerdos. Los virus de la influenza se pueden transmitir directamente de los cerdos a las personas y de las personas a los cerdos. Las infecciones en humanos por los virus de la influenza de los cerdos tienen más probabilidad de presentarse en las personas que están en contacto cercano con cerdos infectados, como los que trabajan en criaderos de cerdos y los que participan en ferias de exhibiciones de animales de cría. La transmisión de la influenza porcina entre humanos se cree que se transmite de la misma manera que la influenza estacional, principalmente de persona a persona cuando una persona con influenza tose o estornuda. Algunas veces, las personas pueden contagiarse al tocar algo que tiene el virus de la influenza y luego llevarse las manos a la boca o la nariz. La gripe se considera una enfermedad emergente, por la capacidad que tiene el virus de influenza A, de variar antigénicamente sus glicoproteínas externas y burlar así la inmunidad adquirida por la población. Esto obedece fundamentalmente a que su ácido nucleico es un ARN segmentado, el cual codifica por una ARN polimerasa que no tiene función de corregir los errores de lectura y, por lo tanto, se produce una alta tasa de mutaciones. El genoma está dividido en 8 segmentos con capacidad de codificar para 10 proteínas virales. Esta característica muy especial le permite que dos virus diferentes puedan multiplicarse en la misma célula y se mezclen los segmentos de ARN, dando lugar a variantes con diferente virulencia para una especie dada. Con respecto al panorama mundial, entre la Organización Mundial de la Salud, el Center for Desease Control (CDC) de Estados Unidos y México se reporta que la epidemia se ha propagado a 46 países en donde hay 13 mil 686 casos de influenza A (H1N1). El país que presenta el mayor número de casos confirmados es Estados Unidos con seis mil 764. La Secretaría de Salud informó que al día 26 de mayo del 2009 se confirmaron cuatro mil 910 casos de influenza A H1N1 en el país, de los cuales 89 fallecieron. Es importante aclarar que los casos con inicio de síntomas recientes eran muy pocos, el aumento en las cifras de los confirmados corresponde a las muestras que ya se tenían y que estaban en estudio. Las 89 defunciones representan 1.8% del total de casos confirmados, en 16 de ellas el inicio de síntomas tuvo lugar después del 23 de abril. Del total de defunciones, 53.9% eran mujeres y 46.1% hombres. El 75.3% tenía entre 20 y 54 años de edad. Del total de las personas que fallecieron 24 se dedicaban al hogar, 18 eran trabajadores independientes, 14 empleados privados, ocho estudiantes, siete menores de edad, seis comerciantes y el resto eran profesionistas, desempleados y pensionados. El 32.6% de los fallecidos tenía padecimientos metabólicos como obesidad y diabetes mellitus, 19.1% enfermedades cardiovasculares, 11.2% tabaquismo, 9% problemas respiratorios y el resto, enfermedades infecciosas, autoinmunes y neoplásicas. Las 32 entidades federativas registran casos confirmados, la mayor parte se concentran en el Distrito Federal, seguido de San Luis Potosí, Estado de México, Veracruz, Jalisco e Hidalgo. En el estado de Veracruz con una población de 727,8690 habitantes se registraron 142 casos confirmados, de los cuales 127 fueron hospitalizados y no hubo defunciones.
JUSTIFICACIÓN
Ante los escenarios epidemiológicos actuales es posible prever una nueva pandemia de influenza, pero no es factible determinar cuándo ocurrirá. Hoy en día dos de las tres condiciones generales para el inicio de una pandemia se han cumplido: la emergencia de un nuevo virus de influenza aviar y su habilidad para replicarse en humanos causando enfermedad grave. El cumplimiento de la tercera condición, esto es, que el virus obtenga la propiedad de transmisión eficiente humano-humano, podría condicionar el inicio de la próxima pandemia de influenza. Es complicado planear para un evento que se presume será catastrófico, pero cuya ocurrencia es altamente impredecible. Sin embargo, no planear una respuesta acorde con la magnitud esperada del evento sería aun más catastrófico. Es por lo anterior que la Organización Mundial de la Salud ha instado a los gobiernos a desarrollar planes multidisciplinarios de prevención y control para un eventual pandemia de influenza. México1 y otros países han emprendido ya acciones para afrontar este posible escenario, donde uno de los elementos clave junto con la vigilancia epidemiológica, la producción de vacunas y el control adecuados para cercar el virus es brindar información adecuada, oportuna y actualizada al personal de salud, la población en general, los medios de comunicación y todos aquellos grupos que lo requieran. La gripe se considera una enfermedad emergente, por la capacidad que tiene el virus de influenza A, de variar antigénicamente sus glicoproteínas externas y burlar así la inmunidad adquirida por la población. Se considera actualmente como una enfermedad emergente y re-emergente, debido a la amplia circulación de variantes antiguas y nuevas entre la población mundial. A partir de 1997, se comienzan a detectar y reportar los brotes de Influenza Aviar (H5N1) en humanos, en varios países del mundo, y la aparente endemicidad de este subtipo en el Sudeste Asiático constituye y continuará siendo un riesgo para la Salud Pública a nivel mundial. Por otra parte, está la preparación y el compromiso de la comunidad científica internacional en mejorar tempranamente algunas deficiencias y obtener logros importantes en los Sistemas Nacionales de Vigilancia; uno de los primordiales lo constituye el hallazgo o detección de nuevos virus antes del comienzo de la pandemia, que permitirá disponer de tiempo para organizar una respuesta adecuada. Con respecto a lo anterior, es de gran utilidad revisar los aspectos generales de esta enfermedad y tener al día los avances que se tienen con respecto a una vacuna como prevención, así como su tratamiento oportuno para evitar defunciones, sobre todo en los grupos de población más vulnerables como lo son los menores de 5 años, los mayores de 60 años, y aquellos que se encuentran inmunocomprometidos por alguna enfermedad crónico-degenerativa.
DESARROLLO
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