- Antecedentes Económico-Políticos durante la Etapa anterior al Asalto al Cuartel Moncada desde 1940 hasta 1953 en Cuba
- Valoración Jurídica del Juicio a los asaltantes del Moncada
- La Licitud de la resistencia de la tiranía
- Conclusiones
La constitución de 1940 implemento las medidas revolucionarias que fueron alcanzadas durante la década del 30 a través de la lucha contra la tiranía Machadista, sin embargo la oligarquía gobernante obstaculizada en la practica la ejecución de estas medidas que reflejaban los verdaderos interés del pueblo y sus irreversibles conquistas. La lucha de clases se agudizaba aún más, los sindicatos obreros y del Partido Comunista lidereaban la oposición al gobierno, en 1946 el senador Eduardo R. Chivas constituye el partido del Pueblo Cubano atacando sin tregua la corrupción imperante y la política entreguista desarrollada por el presidente de turno, el Dr. Ramón Grau San Martín. La inmensa mayoría del pueblo sigue los postulados del partido de Chivas, ya que a pesar de que su programa reflejaba principalmente los intereses de la pequeña burguesía, también propugnaba una política nacionalista y de rescate de las riquezas de manos de los extranjeros, así como beneficios y mejoras para los obreros y el proletariado en general que se sentía representado por este. Lamentablemente para el pueblo, y con gran júbilo para la oligarquía, el 16 de Agosto en 1951 Chivas se suicida. Los sindicatos obreros se encuentran en manos de Eusebio Mujal, testaferro de los monopolistas norteamericanos y de los oligarcas criollos, El Partido Socialista Popular continua su lucha enfrentando las persecuciones y atropellos del gobierno. Los terratenientes extranjeros y cubanos arrecian los desalojos campesinos y asfixian a estos se apoderan de grandes extensiones de tierras, el gangsterismo, la prostitución, el juego, las drogas el desempleo sumen al país en un caos económico y social, se avizora un estallido de los oprimidos y desposeídos.
En este contexto, se introduce, de nuevo sirviendo como le es habitual a los intereses monopolistas fundamentalmente norteamericanos, el general Fulgencio Batista, quien organiza y ejecuta el golpe de estado del 10 de Marzo de 1952.
El pueblo reacciona contra Batista, quien con su alevosa acción, le cierra la última puerta y destruye la última esperanza, puesta en las elecciones convocadas para el primero de junio de 1952. Disuelve el Congreso, suspende la Constitución, establece la censura de prensa, e ilegaliza los partidos políticos.
Se instauran los Estatutos Constitucionales en sustitución de la constitución, se crean órganos represivos contra todo tipo de manifestaciones políticas: El BRAC, el SIM el SIR, el Gabinete de Identificación, los que se nutren en sus filas de gangters, asesinos comunes y militares y políticas promovidos por Batista como parte de su plan de estrangulación y dominación absoluta.
La situación económica es cada vez peor, el desempleo, el analfabetismo, la falta de servicios médicos para el pueblo, la corrupción generalizada y los vicios de todo tipo frustran las aspiraciones de alcanzar la estabilidad política mediante las urnas en un proceso electoral. Creándose las condiciones objetivas para una insurrección popular. Sin alteraciones políticas y electorales, y sin ninguna posibilidad de acabar con la opresión, la corrupción imperante y el dominio absoluto de los intereses monopolistas yanquis, pisoteando la soberanía de la Patria, el pueblo de Cuba hierve de justa indignación. Fidel Castro joven abogado militante del Partido Ortodoxo y seguidor de las predicas de Chivas, Levanta del polvo donde ha sido arrojado por Batista la bandera de la patria y secundado por un grupo de jóvenes de todos los sectores sociales, llenos de coraje y patriotismo y armados con ideas del Apóstol, emprenden con el honor y la valentía propios de los próceres de la patria el único camino posible: La lucha armada. El 26 de Julio de 1953 es atacado el cuartel Moncada. Aunque militarmente la operación no alcanza el objetivo el impacto político y social de esta acción es enorme.
El pueblo oprimido aprueba la heroica epopeya y despierta de su letargo, la tiranía es sacudida hasta los cimientos. Batista asustada y rabioso al no poder masacrar a la totalidad de los asaltantes, presiona al Poder Judicial para que imponga largas condenas a los patriotas y con la sumisión y complicidad de magistrados indignos y cobardes trata de silenciar la voz valerosa del más insigne de los discípulos de Martí: El jefe del Movimiento 26 de Julio.
Página siguiente |