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Análisis sobre los Accidentes permisivos del ser humano


Partes: 1, 2, 3

    1. Accidentes artificiales
    2. La bestialidad del ser humano
    3. Calentamiento global
    4. Lluvia ácida
    5. Capa de ozono
    6. La atmósfera en peligro
    7. El análisis de la estrategia de la biodiversidad para los países del trópico andino (ERB)
    8. La protección de los recursos naturales
    9. La conservación ex situ
    10. Los instrumentos para hacer viable la protección de los recursos naturales de los países de la CAN

    Amazonas. el más grande pulmón del mundo

    Ya que políticos del Brasil copartícipe con los E.U han estado a punto de votar proyectos que permiten reducir la superficie de la selva amazónica a más de un 50% de su tamaño actual.

    El área que va a ser deforestada tiene más o menos 4 veces la superficie de Portugal y se proponen destinarla principalmente a la agricultura y al pastoreo de ganado. Toda la madera que se saque será vendida en el mercado internacional como "chips" (astillas) por grandes compañías multinacionales. Lo cierto es que el suelo sobre el que crece la selva amazónica es inútil sin su cobertura selvática. Tiene una acidez muy alta y la región es muy susceptible a las inundaciones. En la actualidad más de 160.000 km2 de tierras deforestadas para la agricultura y ganadería yacen abandonadas y en proceso de convertirse en desiertos. La reducción de la masa boscosa (para convertirla en astillas) también dará un significativo incremento de la cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera, lo cual agravará la alteración climática que ya sufre el planeta. Sencillamente, no podemos permitir que esto ocurra.

    Accidentes artificiales

    Después de la revisión del marco histórico, el que acabamos de desarrollar, esta parte se encamina a precisar los antecedentes los esfuerzos realizados por la CAN en el sector ambiental, que se originaron de la Conferencia del Río de Janeiro en 1992, fecha en la cual tuvo lugar la Cumbre del Planeta Tierra.

    Los investigadores e historiadores considerarán probablemente, la conferencia de Río como el punto decisivo en la búsqueda de un nuevo orden internacional, fundado en el desarrollo equitativo y en un ambiente seguro.

    Como lo hemos expresado, anteriormente, la conferencia de Estocolmo de 1972, sacó el concepto fundamental, conocido entonces con la denominación del ecodesarrollo, mas tarde rebautizado ¨desarrollo durable¨ En Río de Janeiro, fue afinado, para que la comunidad internacional captara mejor la complejidad de la interacción entre la humanidad y la biosfera.

    Esta cumbre contribuye también al crecimiento de la toma de conciencia entre todos los actores sociales del proceso de desarrollo presentes: Dirigentes Políticos, representantes de movimientos ciudadanos de la comunidad científica, de los medios y de la opinión pública.

    Para los países en vía de desarrollo, como los países de la Comunidad Andina, fuertes exportadores de sus recursos naturales; el desafío era inmenso. Se tomó conciencia de tres criterios fundamentales para reunir, tales como: la justicia social, la prudencia ecológica y la eficacia económica. Era esencial pasar del concepto a la acción.

    Es en este contexto histórico tan reciente donde las formulaciones políticas comenzaron al interior de la CAN. Las preocupaciones mundiales se tornaron en nacionales y regionales, y las vías de desarrollo durable deberían ser diversificadas, en este grupo de países, para sacar mejor provecho de la diversidad biológica y cultural de los diferentes ecosistemas y de los contextos socio – culturales de los países andinos.

    Oficialmente la CAN comenzaría a establecer los mecanismos institucionales que permitirían la puesta en marcha de los lineamientos trazados en Rio de Janeiro.

    Recordamos que según Sachs (1997: 15), es a partir de la conferencia de Estocolmo, en 1972 que la comunidad internacional comenzó a comprender la gravedad y la complejidad del desafío social y ambiental al cual debía hacer frente la humanidad. El reporte Founex, en 1971, la declaración de Escolmo, en 1972, y la Declaración de Cocoyuc, en Méjico, en 1974, lanzaron un mensaje importante subrayando la necesidad y la posiblidad de concebir estrategias y de poner en marcha un desarrollo socio – económico equitativo y respetuoso del medio ambiente.

    Inicialmente, este tipo de estrategia llevaba el nombre de ecodesarrollo. Según Sachs, este término fue rebautizado enseguida por los investigadores anglosajones como desarrollo durable.

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