La formación de emprendedores conscientes y la educación holista
Enviado por Ma. Antonia Magaña Escoto
Actualmente la mayoría de las instituciones educativas del nivel superior, ante el grave desempleo que enfrentamos en nuestra sociedad, aceptan que es necesaria la formación de jóvenes que al integrarse al mercado de trabajo sean ellos mismos los creadores de su medio vida, algunas instituciones plantean cambiar esa idea de que al egresar sus educandos, se incorporen a los sectores productivos buscando un empleo, ya sea en las empresas de su región o país, pues es conocido que no existe la suficiente oferta de empleo para atender la demanda y en respuesta a tal problemática, los currículos de algunas carreras profesionales, incluyen en su perfil formativo desarrollar la capacidad emprendedora, como por ejemplo la del Licenciado en Administración que se ofrece en el Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica.
Lo anterior, es un objetivo muy loable, pero desafortunadamente no se logra cabalmente, ya que una gran mayoría de egresados se incorpora a la actividad productiva como empleado o subempleado y en el peor de los casos a engrosar los índices del desempleo; son contados los egresados que tienen éxito en la creación de su propia empresa, razones que aclaren tal problemática pueden existir varias, sin embargo, es un hecho que desde la visión de la educación holista, los programas académicos siguen proporcionando una formación parcial, materialista, por lo que los futuros egresados del nivel superior carecen de una formación integral, una formación que les permita evolucionar su consciencia y ser feliz en esta experiencia humana, enfrentando la incertidumbre con seguridad en sí mismos, desarrollar verdaderamente la creatividad y resolver exitosamente las vicisitudes del ámbito laboral y en particular de los negocios como un emprendedor consciente.
La finalidad esencial de la educación es evolucionar la consciencia del ser humano, y en la visión de la educación holista un aspecto es precisamente, que el ser humano evolucione a niveles superiores de consciencia, para que en última instancia el ser humano utilice todo su potencial al servicio de la sociedad y de experimentar su verdadera esencia que es ser felicidad. Un emprendedor consciente es feliz y se siente plenamente satisfecho de su actuar sirviendo a la sociedad y como consecuencia a él mismo, como lo expresa Marci Shimoff "la felicidad no tiene nada que ver con tener todo aquello que se ha soñado con poseer y tampoco consiste en simplemente negar la necesidad de las comodidades materiales en esta vida. Lo que en realidad buscamos todos es la felicidad que sale de dentro y no depende de las circunstancias externas, la del tipo que yo llamo felicidad porque sí" (Shimoff, M. 2008, 19).
Es la felicidad que experimentamos cuando ponemos al servicio de la sociedad nuestra creatividad y todo aquello, ya sea grande o pequeño, pero que sirve al bien común, esa potencialidad llamada por el Dr. Ramón Gallegos "inteligencia espiritual", de tal forma que el emprendedor consciente "encuentra la manera de disfrutar ese tipo de felicidad, independientemente de dónde estuviera y de qué estuviese haciendo" (Shimoff, M. 2008, p. 19).
En particular, la formación de profesionistas emprendedores conscientes, felices, solamente se logrará a través de una educación integral, que abarque las seis dimensiones humanas y se prepare a los jóvenes para que sean ellos mismos, los generadores de su propio medio de vida y de los empleos que necesita su comunidad o región, pienso que esto puede llegar a ser un detonante de un desarrollo más sustentable, pero para esto se requiere que esa formación integral se sustente en la visión de la educación holista.
¿Qué entendemos por emprendedor consciente?
El concepto de emprendedor consciente toma como base la visión del paradigma de la educación holista, que en sus principios plantea que el propósito de la educación es evolucionar la consciencia; también se origina a partir del concepto de "Capitalismo Consciente". (Aburdene, P. 2006).
Capitalismo consciente, es un término acuñado por Patricia Aburdene en su libro Megatendencias 2010, que hace referencia a la emergencia de un capitalismo con rostro humano, basado en la espiritualidad, ético, que hace realidad el ideal de un mercado orientado a la evolución de la conciencia.
En ese sentido, el emprendedor consciente, es un individuo que se sirve de su potencial espiritual interior, para hacer realidad la creación de una o más empresas exitosas, con las características que presentan las del capitalismo consciente, tales como desarrollarse dentro de un marco ético y de respeto del entorno natural, social, político y cultural.
La formación integral del ser humano, es con la finalidad esencial de que sea feliz, Marci Shimoff dice que existen "dos barreras que se interponen entre nosotros y la felicidad", y que esas barreras son el miedo y la ansiedad, el miedo y la ansiedad producidos por el apego a todo aquello que nos produce placer y tememos perder; por la aversión a todo aquello que nos produce dolor y como tal lo rechazamos, pero además también es causa de nuestro sufrimiento la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza humana, que es felicidad y amor puro.
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