La Conexion Sirius en el Apocalipsis y en Harry Potter
Enviado por Fernando Edmundo del Cármen Laredo Cárter
La Estrella resplandeciente de la mañana es un importantísimo símbolo en varias tradiciones religiosas y esotéricas. En ocasiones esa estrella ha sido relacionada con Venus, que como estrella matutina ha anunciado la salida del sol por cientos de miles de años. Ha sido signo de reconocimiento para pitagóricos, masones, cristianos, rosacruces y herméticos en estos últimos 3000 años, e incluso desde antes.
La estrella pentalfa ha sido estudiada profundamente, tanto por estudiosos de la geometría sagrada, como por kabalistas y numerólogos. Hay profundas doctrinas encerradas en su diseño, y sus raíces arrancan desde el antiguo Egipto. Allí la radiante estrella matutina es conocida como Sothis, o Sirius, o como la llaman los griegos, Seirios, o la Estrella Perro, la más brillante de la constelación de Can Mayor.
La cultura egipcia giraba en torno de Sirio, pues cada año, en el mes Shemu, Julio del año Juliano, (20 de Junio en nuestros actuales calendarios), aparecía cerca del horizonte al amanecer, tras estar setenta días desaparecido de los cielos egipcios, y con eso anunciaba que el rio Nilo estaba próximo a crecer en su caudal y a fecundar las tierras con vida nueva, con las bendiciones y energías de Osiris-Ra. En la cara sur de la Pirámide de Keops hay un respiradero de piedra que apunta a la cámara real, y que al mismo tiempo apunta a la estrella Sirio, que una vez al año alumbraba directamente al interior de la pirámide por ese conducto de piedra.
Sirio entonces, además de anunciar las crecidas del Nilo, indicaba a todas las culturas mediterráneas la llegada del calor del verano. Por eso se le llamaba la estrella caliente. Hoy se sabe que es una estrella binaria, y se especula la existencia de una tercera. Está a 8,6 años luz de la tierra. Es la más brillante estrella del firmamento. Se halla muy cerca del cinturón de Orión. De allí que se le vincule con Isis Sopdet, La Brillante del año Nuevo. Y a Orión con Osiris.
Las tradiciones esotéricas, además de crear su calendario sagrado con base a las apariciones de Sirio al amanecer del 19 de Julio, del año Juliano, han declarado que los dioses o los maestros que espiritualmente trajeron el Conocimiento sagrado a los hombres vinieron desde Sirio, trayendo la luz de la Inteligencia desde el Sol Central del Cosmos a través de la influencia de Sirio. Eso nos lo narra Helena Petrovna Blavatski en su Doctrina Secreta y en Isis sin velo.
Por eso los maestros invisibles de la gran logia blanca consideran como sus superiores a los miembros de la Hermandad de Sirio. Desde luego esto no debe ser entendido materialmente, pues Sirio no tiene un sistema planetario alrededor de él. O mejor dicho alrededor de sus dos estrellas. No tiene exo-planetas donde se pudiera albergar vida inteligente. Por tanto no se trata de dioses de carne que hayan viajado en naves metálicas hacia la tierra, sino que se trata de un descenso de entes invisibles por mundos mentales o planos sutiles.
Esos maestros operaron como directores de la evolución de la conciencia humana desde su origen, pero DESDE DETRÁS DEL VELO DE ISIS. Por eso en el libro y en la película "Harry Potter y la Orden del Fénix" aparece un misterioso arco de piedra que flota en el aire, en medio de un salón circular en el ministerio de Magia. Ese Arco tenía un velo de tela sutil, detrás del cual se sentía y se escuchaba la presencia de otros seres inteligentes.
Y al morir Sirius, el padrino de Harry Potter, se introduce en cuerpo y alma detrás del velo. Y traspasó el arco que sostenía el velo misterioso era de viejas piedras, antiguas como el mundo. Una especie de Puerta Estelar. Como Mago experto en transformaciones, que tomaba la forma de un gran perro, retornó a su origen, a su esencia espiritual atravesando el velo de Isis urania, nacida en el sol espiritual de Sírio. Sirius ha retornado a Sirio. Al sol espiritual más allá del sol. Por eso los antiguos semidioses se transforman en constelaciones o en estrellas, como Perseo, Hércules, Arturo.
Sirius Black, el padrino perro y la buena estrella que protege y guía a Harry, aparece en el libro 3 de la saga, en el Prisionero de Azkaban. Estuvo oculto un tiempo, igual que Sirio, que se oculta por 70 días antes de aparecer en Julio. Harry Potter también nace en Julio, el día 31. Sirius muere a los 36 años en el capítulo 35 del libro sobre la Orden del Fenix. Esa cifra de 36 está muy vinculada con Sirio pues en cifras redondas los astrónomos dicen que ese astro está a 9 a nueve años luz de la tierra, lo cual es la suma de 3 + 6.
Aparece como un personaje malo, y después se descubre que es bueno. Lo mismo decían los antiguos griegos y romanos, que la estrella perro Sirius traía plagas o enfermedades. Pero eran solo coincidencias con circunstancias que tenían otras causas. Y en ese mismo libro tercero de la saga se narra al comienzo que la familia Waesley de nueve miembros había ido de vacaciones a Egipto, cuna de la magia. Sirius entra en escena coincidiendo con el final del viaje de la familia de los amigos de Harry hicieron a la tierra de los faraones. Sirius servía para medir el tiempo en Egipto y Hermione aprende a dominar el tiempo con la supervisión de Dumbledore y de Minerva Macgonagall. Es demasiada coincidencia.
Con ese manejo del tiempo, Hermione, nombre femenino de Hermes-Toth, salva a Sirius y a Potter de la muerte por los dementores. Según los modernos egiptólogos es posible estudiar toda la cronología y las dinastias de Egipto gracias a los datos de astronómicos de las apariciones de Sirius cada año.
Un gran reloj con péndulo de Hogwarts marca el tiempo. El péndulo tiene una cruz de malta enorme en su extremo. Las ocho puntas de esa cruz de malta marcan el tiempo, y al mismo tiempo apuntan a la eternidad, hacia Aquello que está más allá del tiempo. Es decir, lo que está más allá del siete.
Volviendo a la fecha de la transición de Sirius Black por el portal de la muerte, por defender a su ahijado, del ataque mágico de los megos negros o mortífagos de Voldemort, los eruditos en la saga dicen que ocurrió el día 18 de Junio, otros calculan el 22 de Junio. Pero no importa fijar el día exacto, pues lo que se entiende es que ocurrió en torno al solsticio de verano del hemisferio norte.
Y los solsticios, según los sabios antiguos, son Las Puertas del año, las puertas astrológicas de las almas. Al solsticio de verano se le llama La Puerta de los Hombres, y al otro se le llama la Puerta de los Dioses. Por la Puerta de los Hombres millones de almas descendían del cielo para esperar su turno para encarnar, y por la Puerta de los Dioses miles de almas se elevaban hacia el mundo divino listas para la Teosis. Y precisamente la estrella Sirio o Sothis aparecía en el horizonte justo en el solsticio de verano tras 70 días de ausencia. Es decir, salía al amanecer del 21 de Junio. Claro que con los siglos y la precesión de los equinoccios la fecha fue cambiando, pero cada 1460 años el fenómeno se repite. Sin embargo, Sirius es un iniciado, y por eso la puerta solsticial para él es un camino hacia la divinización. Para los no iniciados es época de retornar a la tierra o prepararse para ella.
Unas dos horas después de este fenómeno astronómico el sol aparecía al oriente y con su luz eclipsaba a Sirius. Lo mismo es en la Saga de Harry. Pues tras la muerte de Sirius comienza a emerger la fuerza de Harry Potter unificado con el Sol fénix de Albus Dumbledore. El debe enseñar a luchar contra las fuerzas de la oscuridad al Ejército de Dumbledore. Luego debe luchar contra Voldemort y matarlo. Osiris asesinado ha renacido en Horus o en Harpócrates. O en Harry Potter.
Por eso en la batalla de Hogwarts resplandece un poderoso sol al amanecer del día y del momento preciso del duelo final entre el joven fénix y el mago negro, tanto en el horizonte como en el interior del salón común del castillo de Hogwarts. Sirius ya no es necesario. El sol, Ra u Horus Omnipotente reina. La oscuridad y la maldad ha sido vencida. Eso dice el libro de las Reliquias de la Muerte, pero no la película, que pone el combate final en el patio de entrada de Hogwarts y en un dia nublado.
Aunque en griego se escribe Seirios, se pronuncia Sirios, y sus letras son las mismas que Osiris. Debe morir Osiris para que aparezca Oros, Horus o Harpócrates. Este último nombre es muy semejante a Harry Potter, en grafía y fonética. Una divina venganza presente en la leyenda egipcia de Isis, Osiris y Horus se repite en el drama de los siete libros de la saga de Harry Potter.
El sol u Osiris Ra es el fénix, Albus Dumbledore tiene un fénix en su oficina, es su ave divina, su fuente de poder. Una pluma de esa ave sagrada y poderosa está dentro de la varita mágica de Harry Potter. Y tras la muerte de su maestro el joven mago se convierte en un nuevo Auror, un guerrero consagrado en la lucha contra el mal. El Fénix Maestro sigue vivo en Harry Potter.
Venus también ha estado relacionada con la Estrella Resplandeciente de la Mañana. Sirio y Venus son representados diversas iconografías como una estrella de cinco puntas. El problema con Venus es que existe como estrella vespertina y estrella matutina, cosa que no sucede con Sirio. Esa diferencia es importante pues la estrella vespertina se ha vinculado con la pentalfa invertida, pues después de ella viene la oscuridad. En cambio después de la estrella matutina o la pentalfa derecha viene la luz del día. Además, Venus es un planeta, no una estrella. Y eso en esoterismo es distancia y categoría. Los griegos ya distinguían entre planetas y estrellas. Sirius es un Sol y un planeta como Venus, es un cuerpo opaco, sin luz propia, que refleja luz de un sol, y que gira alrededor de nuestro sol.
Sirio en cambio es siempre luminoso, su poderosa radiación dura toda la noche según los lugares, y anuncia el amanecer en las fechas sagradas. Por eso los pitagóricos y los cristianos vinculan a Sirio con la Pentalfa derecha, a la cual las tinieblas no la afectan. Su esencia es inmutable. Por eso Jesucristo en el Apocalipsis dice por medio de san Juan: Yo soy la raíz y el linaje de David, LA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA. Apocalipsis 2,16. También San Pablo en la epístola a los Hebreos 13,8 dice que Jesús es el mismo, ayer, hoy y siempre, es decir es inmutable. De allí que la luz de una estrella le representa mejor que un planeta.
Y no solo eso, sino que la estrella pentalfa aparece como el premio simbólico de los que alcanzan la victoria espiritual en la santidad y la perfección cristiana. Y LE DARE LA ESTRELLA DE LA MAÑANA. Apocalipsis 2,28. Es decir, se les otorga la Conciencia Crística.
Es decir, aquel que alcance la victoria se unifica con Cristo y se transforma en estrella pentalfa, en un ser viviente perfecto del firmamento invisible del reino de los cielos. Es decir, se transforma en inteligencia pura. En un Sirius, en un Osiris o en un Jesucristo. Vuelve a su esencia celestial.
Así el Apocalipsis procura hacer un nuevo puente con las culturas y las religiones antiguas, con la egipcia, la griega, la babilonia, demostrando que Jesucristo es el Todo en Todo. Una encarnación o proyección del Sol Oculto, el Sirius de la eternidad. Un Avatar.
Por eso una antigua plegaria de la iglesia primitiva, dirigida al Cristo Primogénito, del siglo V dice así: "SEÑOR JESUCRISTO, ERES NUESTRO MODELO, NUESTRO ORDENADOR Y CONDUCTOR. ERES NUESTRO CAMINO Y LA PUERTA QUE CONDUCE A LA LUZ, ERES IMAGEN DE LA JUSTICIA, NUESTRA ESTRELLA Y NUESTRA LUZ " .- Así se fusionan los datos y cualidades divinas de Jesús que están descritos tanto en el Evangelio de Juan como en el Apocalipsis.
No en vano los padres de la Iglesia antigua relacionaban a Jesús vivo, muerto y resucitado con el Ave Fenix, y toda la tradición solar egipcia. Lo mismo ocurre con Harry Potter, que vive, muere y resucita como Jesús y como Osiris-Horus, en el séptimo libro de la saga y en la octava película. Siguiendo esa misma línea de razonamiento los antiguos iconógrafos y escultores no vacilaron en copiar la imagen de Isis con el Niño Harpócrates-Horus en brazos y siendo amamantado por su madre, y esculpir y dibujar a María con Jesús en brazos y amamantado.
Horus fue protegido e instruido en artes mágicas por su madre Isis por unos 18 años antes de enfrentarse con Tifón-Set y tras larga lucha, matarlo. Lo mismo la madre de Harry Potter, da la vida por su hijo y le da una protección mágica que lo protege de Voldemort por 17 años. Hasta que puede dar la lucha final y derrotarlo para siempre.
Eso de que en el mundo mágico se es adulto a los 17 años, como dice Rowling en sus libros, está inspirado en el dato bíblico de que José, hijo de Jacob y de Raquel, fue traicionado por sus hermanos envidiosos de sus sueños proféticos y privilegios paternos a los 17 años y conducido a Egipto, país de la magia. Y como la madre de Harry, Raquel también murió joven, tras dar a luz a Benjamín. Eva se llamaba la madre de Harry, y en hebreo significa Madre de los Vivientes, un atributo que comparte con Isis, madre universal.
Esa madre se eclipsa como Sirius, la estrella de Isis Sopdet, para que el sol resplandezca al amanecer y derrote a las tinieblas. Desde el punto de vista de la Biblia las estrellas simbolizan a los ángeles o a la conciencia angélica. Los ángeles son espíritus gloriosos, inteligentes, bienaventurados, que sirven a Dios cooperando al gobierno del mundo y a la salvación de los hombres. Todos esos espíritus pueden contemplar a Dios y su luz infinita.
Excepto los ángeles caídos, que luchan contra los planes divinos y trabajan por la perdición de las almas de los hombres. Así lo dicen varios versículos del mismo Apocalipsis.
Basta leer el capítulo uno, de ese magno libro, y en el versículo 16 dice que Jesús glorioso que se le aparece a Juan con SIETE ESTRELLAS EN SU MANO DERECHA, y en el mismo capítulo uno dice en el versículo 20, que esas siete estrellas son SIETE ANGELES.
Es decir, la conciencia angélica, meta del renacimiento espiritual del ser humano, se simboliza con la estrella pentalfa.
Lo dicho se refuerza con el misterioso hecho de la caída de los ángeles que siguen a Satanás, que el mismo Apocalipsis, en su capítulo 12,4 representa como un tercio de estrellas del cielo, que arrastradas por la cola del dragón infernal hacia la tierra y en los versículos siguientes va narrando la guerra espiritual entre los ángeles caídos y Jesucristo con sus discípulos a través del tiempo. Y también en ese capítulo 12 se narra el rol de guerreros espirituales que tiene el arcángel Mijael y sus ángeles buenos. Es decir, esos ángeles son los dos tercios de estrellas que no cayeron bajo la influencia del ángel rebelde, y que se mantuvieron fieles al Señor de los Ejércitos.
Esa estrella de cinco puntas, derecha, no es solo símbolo los espíritus buenos que sirven a Dios en su reino invisible, sino que también representa la iluminación interior de la Conciencia Crística. Así lo explica san Pedro, en su segunda carta, cap. 1,19: "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos, como a una antorcha que alumbra en un lugar oscuro, hasta que EL DIA ESCLAREZCA Y EL LUCERO DE LA MAÑANA SALGA EN VUESTROS CORAZONES". En la cultura semítica el corazón involucra todo el mundo interior del ser humano, no solo su emotividad, como se entiende hoy. Mente, memoria, imaginación, voluntad, intuición, razón, etc.
Así estaremos en condiciones de guiarnos, ya no solo por la letra de las Escrituras, sino por la luz interior directa de Dios dentro del alma. Esa luz divina es la misma que alumbra el entendimiento de los seres angélicos. Ángeles y hombres crísticos son guiados por la luz de Dios y se les simboliza por la estrella pentalfa. Es la estrella de los magos blancos, de los maestros de sabiduría y compasión. La estrella de los adeptos emancipados de Oriente.
Paramahansa Yogananda nos dice en sus libros que los yoguis avanzados ven una estrella de cinco puntas delante de su ojo interno en las meditaciones. Él la llama la estrella de la sabiduría, la estrella de oriente que vieron los reyes magos interiormente, además de verla en la constelación de Piscis en tres ocasiones el año 7 antes de Cristo, como una conjunción de Saturno y Júpiter. Así, uniendo la guía de las dos luces, la interior y la externa, hallaron a Jesucristo en Belén, en brazos de su madre.
El dato otorgado por Paramahansa Yogananda es correcto. Muchos han tenido esa experiencia, incluso un chileno, Domingo Zárate, un místico llamado el Cristo de Elqui en los años 30 al 50 del siglo XX en que recorrió su país predicando. El decía que en sus visiones interiores veía una estrella luminosa en medio de su frente, dentro de la cabeza. Y tras aparecer la estrella en su mente veía surgir en medio de ella a los santos y a los ángeles de Dios, tal como narran sus visiones los yoguis avanzados.
No en vano san Juan nos informa en su primera epístola 1,5 que Dios es Luz y que no hay tinieblas en él. Cristo mismo lo dice en el Evangelio: "Yo soy la Luz del Mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida". (Ev. de Juan 8,12). Y lo demostró objetivamente en la cumbre del monte Tabor, cuando se transfiguró en luz de sol de blancura infinita delante de Pedro, Jacobo y de Juan, sus discípulos más inteligentes.
Y respecto de los discípulos, y de su posibilidad de ser estrellas del cielo espiritual en los evangelios se nos dan dos noticias interesantes: VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO, en Mateo 5,14. Y en Lucas 10,20 nos dice: PERO NO OS REGOCIJEIS DE QUE LOS ESPÍRITUS SE OS SOMETEN, SINO REGOCIJAOS DE QUE VUESTROS NOMBRES ESTÁN ESCRITOS EN LOS CIELOS. En el pensamiento de Cristo y de toda la Biblia la esencia espiritual del hombre está en su nombre. Esa esencia es la estrella interior que resplandece en el reino invisible de la mente divina. Así es que Sirius-Cristo está dentro de nosotros y más allá de nosotros. Es el arquetipo eterno pensado por Dios. Que resplandece aún en las tinieblas, pues jamás muere. Es el Adam Kadmón de los Kabalistas.
En latín Cristus y Sirius tienen solo dos letras diferentes. Pero el Apocalipsis dice que Cristus y Sirius son uno y el mismo, cuando nos afirma YO SOY LA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA. (22,16). Pues por eso el evangelio de Juan nos enseña que El Es la luz que resplandece en las tinieblas y que las tinieblas no prevalecieron contra ella. (Juan 1,5). Y en el versículo 9 del mismo capítulo uno, nos completa la idea: AQUELLA LUZ VERDADERA, QUE ALUMBRA A TODO HOMBRE, VENÍA A ESTE MUNDO. Eso es un Avatar, el descenso de la Luz de Dios en forma humana. Luz que también es Amor divino personal y omnipresente.
Finalmente este carácter mesiánico de la Estrella Resplandeciente de la mañana es algo que ya está presente en el libro de Números, en el capítulo 24,17; en palabras del Profeta Balaam, que mira el futuro de Israel, y dice: "SALDRA ESTRELLA DE JACOB, y se levantará cetro de Israel ".- Bien, la visión ocurre cuando el pueblo de Israel viene avanzando por el desierto después de liberarse de la esclavitud de Egipto, y el rey de Moab quiere que el profeta Balaam maldiga a ese pueblo invasor. Pero el profeta recibe de Dios la orden contraria, la de bendecir a ese pueblo que viene al mando de Moisés, y de paso le anuncia el futuro glorioso de Israel y la aparición de una estrella misteriosa, más el aplastamiento de Moab.
El texto es interpretado como anuncio mesiánico, como un aviso de la venida de Jesús al mundo, lo cual explica muy bien la importancia de la aparición de la Estrella de Belén, y las palabras finales de Juan en el Apocalipsis 22,16 : "YO SOY LA RAIZ Y EL LINAJE DE DAVID, LA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA". Pues el mesías debía pertenecer al linaje de David, e iluminar al mundo con su radiación y su palabra.
Y nuevamente se puede establecer la relación de esta estrella DE Jacob, con la presencia del Ángel de Dios que acompaña al patriarca en su peregrinar. Pues cuando Jacob está en Egipto, próximo a la muerte, su hijo José le pide su bendición para sus dos hijos, Efraín y Manasés, y el anciano Jacob pone las manos en las cabezas de los dos jóvenes, E INVOCA AL ANGEL QUE LO HA PROTEGIDO Y GUIADO TODA LA VIDA, y le pide que acompañe a sus descendientes y los multiplique en medio de la tierra. EL Sadai, Elohim, Eloah, EL. En esos nombres Jacob invocaba la Presencia de Dios y veía ángeles con el ojo de su mente. Así lo narra el Génesis caps.28 , 32 y 35. Por lo que se entiende que esa presencia angélica viene acompañando a Israel hacia la tierra prometida, tal como lo enseña Moisés en el Exodo 23, del versículo 20 en adelante.
Josué pudo ver y conversar con esa criatura celestial tras la muerte de Moisés, invisible a los ojos mortales, tal como se narra en el libro de Josué cap. 5. Era san Mijael arcángel, también llamado Yahoel o Mitatron por los kabalistas. Ese Mijael arcángel es una figura mesiánica desde que apareció en el final del libro de Daniel, cap.12, donde se nos dice que cuando se levante Mijael al final de los tiempos, todos los que enseñen a los hombres los caminos de la justicia de Dios con sabiduría RESPLANDECERAN COMO ESTRELLAS EN EL FIRMAMENTO DEL CIELO ESPIRITUAL.
El personaje Sirius de la saga Harry Potter muere combatiendo la maldad y atraviesa la puerta estelar del solsticio de verano del hemisferio norte. Harry Potter muere y resucita para seguir combatiendo la maldad y derrotarla. Y san Juan, en su primera epístola cap. 3,8 nos resume todo diciendo: EL QUE PRACTICA EL PECADO ES DEL DIABLO, PORQUE EL DIABLO PECA DESDE EL PRINCIPIO, PARA ESTO APARECIÓ EL HIJO DE DIOS, PARA DESHACER LAS OBRAS DEL DIABLO. En su Testamento Sirius dejó a su ahijado Harry su casa de Londres. La cual se convirtió en la sede de la Orden del Fénix o del Sol Inmortal. Así, a través de los siglos, la casa de Sirius será la casa de Harry o la los Cristos o de los Horus que nazcan para destruir al mal, en cualquiera de sus formas.
Fernando Laredo Cárter, profesor de religión.
Autor:
Fernando Edmundo del Cármen Laredo Cárter