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Alí Primera: biografía ilustrada y testimonial

Enviado por José Millet


Partes: 1, 2, 3

    1. Retrato hablado de Alí Primera
    2. La familia del matrimonio Primera-Rossell
    3. Alí Primera en Cuba
    4. Alí Primera en su Año de la Canción Bolivariana
    5. Alí Primera: Cronología ilustrada
    6. Anexos

    /Primera página/

    …y juro por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español.

    Roma, 15 de agosto de 1805.

    Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria.

    Carta de Jamaica, Kingston, 6 de septiembre de 1815.

    Simón Bolívar (1883-1830)

    Estamos concientes de lo que significa hacer un canto venezolano, latinoamericano, en función de llevar, a través de la canción, cabalgando el pensamiento bolivariano.

    Alí Primera

    Diario El Falconiano, febrero, 1983.

    Presentación

    Alí redivivo. Extraído de la losa sepulcral adonde lo habían colocado quienes lo veían como lo que realmente era: un peligro para el sistema opresor. Salido de las urnas y de los sitios de tarimas en que quisieron esconderlo. Volando vencedor del tiempo y el olvido, con su ramo de rosas recién besadas por el sol; con su fusil florido y su sonrisa desafiante del tiempo. Alí niño, reclamando las letras y el espacio para que los niños rían y jueguen sin descanso. Alí joven y perpetuo rebelde, con su cuatro y su partida de jinetes insomnes dispuestos a luchar contra la injusticia en cualquiera lugar del planeta. Alí parado encima del Cerro Galicia y del Lago Maracaibo, para defender el respeto a todo lo creado en la tierra y en el cosmos como garantía de la vida en salud del hombre. Alí poeta de flauta suave, sembrador de alegrías con su canto noble esparcido por donde quiera que iba transitando.

    Su aliento nos alcanzó siempre para continuar la caminata, por muy fatigosa que fuese. Su corazón nos insufló el acorde amoroso indispensable para emprender el ascenso del monte más alto. Su palabra redentora nos armó de esas razones que hacen del ser humano una criatura amante del terruño donde nació y consciente del deber que se cumplirá antes que cualquiera meta personal, por muy importante que sea. Caminamos en vida junto a él; cuando se ausentó hace veinte años, aprisionamos su espíritu con que quiso unir al pueblo, con la querencia constante de cada unos de sus profundos saberes, herramientas indispensables para percibir si el viento estaba batiendo oportunamente, los malestares que había que combatir y los fines esenciales que tenían que dibujarse para trabajar en armonía hacia el futuro que hoy se avizora mejor.

    Descansamos ahora en el regazo de sus versos alistados siempre en el batallón de la primera fila del combate. Su canción es el legado más hermoso del que disfrutamos hoy. Con ella el pueblo se cobijó más de una vez, halló motivos de inspiración y arsenal con que rebelarse y, a partir de entonces, ya no fue ni volverá a ser esclavo de ningún amo, ni del amo lacayo con que muchos aprendieron a convivir cual ovejas sumisas, ni mucho menos con el opresor extranjero que succionó nuestra sangre para engordar con ella sus par iguales. Su cuatro no se apagará nunca y si lo hace servirá de leña para alimentar esa misma hoguera de redención por la que el juglar paraguanero ofreció su vida.

    Ahora que un ventarrón de cambios estremece la patria buena con la que soñó Alí, hacemos un alto para rendirle homenaje precisamente a él, tan distante de las lisonjas y las poses. Queremos decir: volveremos a encontrar en Venezuela, a veintidós años de su hazaña de organizar el primer Festival de la Canción Solidaria, cuyos destellos permanecen fulgurantes en el cielo latinoamericano y caribeño, y se adentran en los tejidos de una cada vez mayor cantidad de hombres sensibles de latitudes distantes de la Tierra. Homenaje en nuestra lengua significa juntarnos para cantar juntos todos los venezolanos, para volver expandir nuestra voz a lo largo y ancho de la geografía universal, con la misma voz que lo hizo el juglar falconiano.

    La Asociación Cultural Canción Bolivariana "Alí Primera", con sede en la ciudad de Barquisimeto, fue un fruto del genio creador de Alí, su autor intelectual y mayor inspirador. Siguiendo sus ideario de recia estirpe bolivariana y sus conceptos de la organización de la cultura, en 1997 realizamos la segunda edición del evento en que él se propuso ser solidario con los cantores genuinos de la nación, a quienes convocó y reunió en varios sitios de Venezuela para confluir luego con un canto general al que se sumaron muchas figuras del canto latinoamericano y caribeño. Dos décadas nos separan de su siembra, el tiempo útil para lanzar al mundo una nueva convocatoria, nacida precisamente al calor de los nobles empeños que nos han guiado hasta el presente. Lo expresamos en el Manifiesto que sometemos a la consideración de todas las personas honestas, sean artistas, intelectuales, técnicos, especialistas, estudiosos, profesionales o simplemente gente solidaria o amante de la cultura de cualquier sitio del planeta.

    Realmente se trata de un llamamiento dirigido a reclamar la suma de todos para que participen en las actividades con que rendiremos sentido reconocimiento a Alí, desde ahora y hasta fines del presente año 2005, apoyado en el acuerdo de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela de febrero 19 del 2004 que declara al poeta Patrimonio del Pueblo Venezolano y Latinoamericano, y añadimos nosotros: también del Caribe y de toda la Humanidad. Este evento es el resultado de muchos años de lucha en circunstancias muy difíciles por rescatar la figura del autor de tantas obras que lo sitúan en el sitial más encumbrado de la Patria y de la gran nación con que soñaron y pelearon nuestros Libertadores. Realmente es un acto de justicia dirigida a toda Venezuela para rendirle tributo a uno de sus hijos más excepcionalmente consecuentes con su creación artística, con su pensamiento y con su vida, extremo casi imposible de lograr en aquella sociedad regida por las clases que trataron de silenciarlo y hoy laboran para enfriar las aristas hirsutas de su pensamiento y la vigencia plena de su lucha.

    Ambos importantes textos son acompañados de una breve cronología de la vida y la obra de Alí, así como de un grupo de fotos que queremos sirvan para acercar a los jóvenes al cantor y autor de canciones que han pasado a la historia de la cultura no sólo de este país y del continente, sino de todo el género humano. Como de justicia se trata, su legado debe ser reconocido de una vez con este alcance universal.

    Oteando en el horizonte de nuestros pueblos todavía oprimidos, tanto de los hermanos que nos rodean en América como de los de otras latitudes del orbe, nos inspiramos en el canto y en la vida de Alí Primera; en su noble corazón que nos hace palpitar a la par, para invitar a la Humanidad toda a sumarse a este homenaje y a participar junto a nosotros en el III Festival de la Canción Bolivariana que lleva su nombre y que será un bello escenario, en julio del año 2005, para volver a escuchar su canto, disfrutar de su voz cargada de sabor a terruño, a animal silvestre, a flor radiante y árbol sediento de calor y luz. Recordar sus versos: "Voy a dejar la casa, pues al combate me voy.."

    A cabalgar nos convoca Alí con su canción que lleva en la crin hirsuta el pensamiento libertario de Simón Bolívar!

    José Millet

    Barquisimeto, Estado Lara, febrero 16, 2005.

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