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Jerónimo y Agustín de Iturbide (página 2)


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¿Por qué ? … ¿Por qué ese afán de negar lo evidente y resaltar los aspectos negativos de una persona haciendo a un lado su obra ? ¿ porque no se han ‘ensañado’ con otros personajes cuya vida privada y/o su personalidad es mas reprobable que la de Iturbide ?

Incluso se ha llegado al extremo de calificar a Iturbide de traidor a la Patria …… ¿ no les parece que han ido muy lejos ? ¿que hay con Su Alteza Serenísima : Don Antonio López de Santa Anna (eso, si, con doble nn), al que los mismo ‘mexicanos’ ‘notables y destacados’ le iban a ‘rogar’ para que ‘regresara’ y quien en uno de sus chistecitos ‘regaló’ graciosamente la mitad del territorio a los gringos ? …… a ver, —- nos dice Jerónimo—-

¿por qué no se ha calificado de traidores a la Patria a los que acordaron y firmaron los Tratados Mc Lane/Ocampo de 1859 ? …….

Ah!!!!! — nos aclara Jerónimo —- porque aquí intervino Don Benito Juárez y ese personaje es a los ojos de la historia nacional ‘perfecto’ e ‘intocable’ y además, ni remotamente ‘olía’ a español.

Hidalgo, Morelos y el mismo Juárez, al igual que Lindbergh, Enrique VIII, Carlos V, y otros personajes de la Historia Universal, tenían otras familias, tenían otros ‘hijos’….. (habidos fuera del matrimonio, por supuesto)……. ¿ porque eso no ‘demerita’ su figura ?

—— simplemente, añade Godínez —— porque no se les mide con la misma vara., simplemente, porque han tomado su obra y no sus actos personales para ‘colocarlos’ en las páginas de la historia ….. no han revuelto peras con manzanas……

Y eso, es, una vez más, simplemente, que todo es según el color del cristal con que se mira ……

Jerónimo aprecia que la plática está derivando a terrenos peligrosos y recomienda, sugiere u aconseja a nuestros queridos representantes políticos que presenten una Iniciativa para que cambien la fecha de celebración del Aniversario de la Independencia para el 27 de Septiembre, fecha de su culminación, que el 15 se dedique a festejo popular por " El Grito"….. a fin de no quitarle al pueblo la oportunidad de ‘subirse’ y destrozar el Ángel de la Independencia, en vivo y a todo color……. que el desfile y demás actos que se ‘usan’ el 16 se pasen para el 27, siempre y cuándo no se ‘haga puente’…… que se acompañe con algún modesto discursito alusivo a sus logros, y si no es mucha molestia, que por ahí le hagan una estatuita a Iturbide para que no se olvide quien fue el que culminó la Independencia ….. no por que a Jerónimo ‘le caiga bien’ el personaje……al fin y al cabo, ni lo conocía ……. sino por la elemental justicia de dar a cada quien lo que le corresponde sin ‘andar pichicateando’.

Iturbide fue un personaje muy importante en la gesta independentista, eso no lo pueden negar ni dudar ni sus mas acérrimos críticos……es un hecho histórico incontrovertible…..que les guste o no, es irrelevante, que Iturbide tampoco fue ‘perfecto’ es otro hecho, pero nada ni nadie tiene derecho a eliminar de las páginas de la Historia los logros de este criollo.

Sea como sea, Agustín de Iturbide consumó la Independencia, algo que el mismísimo super héroe Hidalgo no pudo hacer.

Pero Hidalgo tuvo una característica muy relevante a los ojos tendenciosos de los historiadores ‘oficiales’, era cura, era parte de la Iglesia Católica y por sus actos, renunció a ella y fue expulsado, haciéndose merecedor a la famosa, infame y poco recomendable "excomunión".

Empero, el hecho de que se ‘haya salido’ del sacerdocio, a los ojos de muchos constituye un gran mérito civil……’ora’ si que allá los que así lo consideren….no influye para nada en el curso de la historia independentista…..que haya sido o dejado de ser ‘cura’ no cambia los hechos, solamente les confiere determinadas características.

Y dicho sea de paso, Iturbide era criollo, no ‘español’……lo que no se le perdona es que como muchos criollos de la época haya elegido la carrera de las armas defendiendo la Corona Española, pero, y muy importante, hay que considerar que en esos momentos, era el único ejército que había, la Independencia no se había ‘iniciado’……el ‘Grito’ no había sido dado aún.

Iturbide ingresa a la carrera de las armas en 1797, es decir, 13 años antes de que se enarbolara la imagen de la Virgen de Guadalupe como un acto populista para ‘tañer’ la Campana de Dolores, y tampoco puede olvidarse que el propósito del movimiento independentista inicial era ‘ofrecer’ el trono de México a Fernando VII o alguno de sus hermanos y establecer la religión católica como única religión del nuevo régimen.

Sin embargo, con el transcurso de la lucha, los objetivos se fueron modificando olvidándose el ofrecimiento a Fernando VII del trono del Imperio Mexicano.

Por razones que se desconocen y sobre las que mucho se especula, Iturbide en 1820, toma la decisión de unirse a los insurgentes o ‘rebeldes’ y se adhiere a las fuerzas que en alguna ocasión fueron comandadas por Vicente Guerrero quien cansado de la lucha y los escasos triunfos que había obtenido estaba ‘retirado’ y escondido en la sierra temeroso de las fuerzas realistas del General Calleja ‘quien se la tenía jurada’.

Empero, Iturbide, no solo se ‘adhiere’ a los insurgentes solo sino que junto con el ‘lleva’ un cuantioso contingente de soldados, armas, municiones y hasta dinero, que ayudarían enormemente a las desorganizadas fuerzas rebeldes, y logra ‘convencer’ a Vicente Guerrero a que reanude la lucha.

Su talento militar, su carisma personal y sus aportaciones pronto le hacen destacar como un líder nato, generando la envidia de muchos destacados ‘insurgentes’ como el propio Vicente Guerrero.

No es que Jerónimo esté inventando nada o que quiera hacer un héroe de Iturbide, simplemente, desea apegarse a la verdad histórica tal como consta en los documentos que se firmaron en Iguala el 24 de Febrero de 1821 y al que se denominan "De las Tres Garantías", al que suceden los denominados Tratados de Córdoba firmados con Don. Juan O’Donojú, (último) Virrey de la Nueva España {24 de Agosto de 1821) que fueron el preámbulo para la entrada triunfante del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de Septiembre de 1821 y al que seguiría la proclamación del Acta de la Independencia del Imperio Mexicano al día siguiente 28 de Septiembre de 1821.

O sea, desde el 15 de Septiembre de 1810 hasta el 27 de Septiembre de 1821 pasaron 11 años para que se consumara la Independencia de México, y fue Iturbide y su gente la que logró las victorias finales y los acuerdos diplomáticos que culminaron con el triunfo del movimiento iniciado por Miguel Hidalgo aquella noche del 15 de Septiembre de 1810.

Entonces, ¿por qué se pretende falsear los hechos para negar a Iturbide cualquier mérito?….realmente, Jerónimo no se lo explica, ni le encuentra explicación, y es mas, ni merece buscarse explicación.

Algunos han atribuido a Iturbide la creación de la bandera nacional con los tres colores tradicionales, Verde, Blanco y Rojo que representan las Tres Garantías instauradas en el Plan de Iguala……sin embargo, ningún ‘historiador serio’ ha confirmado esta versión.

Sea o no cierto, es un hecho que la entrada del Ejército Trigarante estuvo acompañada por los colores de la enseña patria que se han mantenido desde entonces, y a los que posteriormente se le agregaría el águila imperial la que a su vez después sería reemplazada por el águila y la serpiente que podemos apreciar actualmente.

Originalmente la bandera original -por cierto elaborada por el sastre José Magdaleno Ocampo por encargo de Iturbide- tenía los tres colores pero dispuestos en forma de franjas diagonales y no fue sino hasta el 2 de Noviembre de 1821 en que la Junta Provisional Gubernativa Congreso el orden de los colores de las franjas, estableció que debían ser verticales y que en la franja central -de color blanco- debería insertarse la imagen de un águila parada sobre un nopal atrapando entre sus garras a una serpiente.

Cuando Iturbide es proclamado Emperador se inserta la denominada águila imperial en el centro de la enseña patria.

Junto con la proclamación del Acta de Independencia del Imperio Mexicano, realizada por los 38 miembros de la Junta Provisional Gubernativa, encabezada por el propio Iturbide, se establece una Regencia de 5 miembros, igualmente presidida por Iturbide, y de la que formaba parte el Ex Virrey O’Donojú.

Esta Regencia, sin mediar solicitud o pedimento del interesado, sino a ‘petición anónima’, nombra a Iturbide ‘Generalísimo’ y le asigna un sueldo de 120,000 pesos mensuales, un millón de pesos como ‘capital’, 20 leguas cuadradas de terreno en Texas y el tratamiento de Alteza Serenísima……poco después cambiarían de opinión y le considerarían traidor.

Muy pronto las envidias y viejas rencillas aparecen, el 25 de Febrero de 1822 en que comienza su actividad el Congreso Constituyente del Imperio Mexicano, los miembros de la Regencia y los de este Congreso no pueden o no quieren ponerse de acuerdo y el Congreso se auto proclama como el único representante de la soberanía de la nación, lo que como es fácil de comprender no ‘gustó’ para nada a los miembros de la Regencia.

Hubo descontento principalmente por la eliminación de la facultad de ‘contratar’ empréstitos y el Congreso anunció que no autorizaría gastos independientes, que no fueran previamente aprobados por ellos.

No vamos a discutir ahora la propiedad o no de esas medidas, simplemente diremos que se hicieron.

En medio de este clima de discordia e intereses encontrados, el Regimiento de Celaya se amotina el 18 de Mayo de 1822 exigiendo que Iturbide sea declarado Emperador.

No se sabe si el propio Iturbide toma parte en este evento, si lo instiga o lo propicia, pero el hecho es que se produce y bajo esta y otras presiones, Iturbide es Coronado Emperador el 21 de Julio de 1822.

Pero no se crea que la cosa fue así nomás, Iturbide creía en el derecho divino de los Reyes, tenía la creencia que los Reyes debían ser por herencia y el concepto de la ‘sangre real’ estaba imbuido en su educación así había crecido, y el se decía ‘indigno’ de ese honor, por lo que somete al Congreso la posibilidad de su nombramiento como Emperador, o sea, que no era ‘tan ambicioso’ como se ha pretendido hacernos creer.

De una forma u otra, por 77 votos a favor y 15 en contra el Congreso ‘consiente’ en que asuma el título de Emperador……y así, en una forma -digamos democrática- Iturbide es designado Emperador.

Las rencillas antiguas y la intervención de miembros del Congreso con tendencias abiertamente republicanas aunadas a la resistencia de algunas guarniciones españolas da lugar a acciones en contra del nuevo Imperio y el recién ‘estrenado’ Emperador.

En Agosto de 1822 se ‘descubre’ una conspiración en contra de Iturbide y su régimen, lo que resulta en la aprehensión y encarcelamiento de varios de los implicados en ella, siendo que muchos de ellos eran diputados del Congreso Constituyente.

Para el 31 de Octubre, Iturbide disuelve el Congreso con la explicación o ‘pretexto’ de ‘incapacidad legislativa’ y se crea una Junta Instituyente encargada de redactar una Constitución, con lo que la influencia de la Regencia se fortalece y por ende, la influencia y el poder de Iturbide.

Curiosa e irónicamente, para el mes de Diciembre de ese mismo año de 1822, el General Antonio López de Santa Anna se levanta en armas en contra del Imperio y a favor de la instauración de un gobierno republicano.

Santa Anna y Guadalupe Victoria proclaman el Plan de Veracruz por el que se reclama y exige la restauración del Congreso y la declaración de nulidad del acta de aprobación del nombramiento de Iturbide como Emperador. Entre otros, y al menos abiertamente, sin hipocresías ni doble juego, Vicente Guerrero y Nicolás Bravo se adhieren al Plan de Veracruz.

Iturbide envía al General Echávarri a combatir a Santa Anna, pero este, por razones aún obscuras hasta la fecha, firma el Plan de Casamata el 1° de Febrero de 1823.

Este Plan, elaborado por Santa Anna y al que se adhirió Echávarri y otros mas- como se ha mencionado-, tenía la intención de reinstaurar el disuelto Congreso y declarar nulo el Imperio, convirtiendo México en una República.

Iturbide, cansado de tanta intriga y desacuerdos decide abdicar y ante el mismo Congreso disuelto por él, abdica el 19 de Marzo de 1823.

El 22 escoltado por Nicolás Bravo se embarcó rumbo a Europa permaneciendo una corta temporada en Livornio, Italia para después ir a Londres..

Enterado que el Congreso lo ha declarado Traidor a la Patria, decide regresar a México y al desembarcar en Soto La Marina, Tamaulipas, el 15 de Julio, es apresado y condenado a muerte sin juicio alguno.

Fue fusilado en Padilla, Tamaulipas el 19 de Julio de 1824 y enterrado a toda prisa en un Cementerio civil de esa misma población en donde permaneció hasta 1838 en que sus restos fueron exhumados y trasladados a la Capilla de San Felipe en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México en donde en una urna de cristal permanecen hasta la fecha.

Como nos podemos dar cuenta perfectamente, Iturbide como Emperador paso la mayor parte de su tiempo en discusiones y pleitos con los miembros de su ‘gobierno’, mucho más que ‘gobernando’ y tal parece que ese es el destino de los gobernantes mexicanos, emplear su tiempo en conciliar o tratar de conciliar intereses diversos y en ocasiones hasta contradictorios en vez de preocuparse y ocuparse por gobernar.

Este axioma aplica lo mismo para aquellos gobernantes ‘elegidos’ por el pueblo, como para aquellos que por una u otra razón, han llegado a la denominada ‘cima’ del poder en este País.

Agustín de Iturbide tuvo una existencia fugaz, corta, vivió tan sólo 41 años, fue figura ‘insurgente’ por cortos 23 meses, Emperador por escasos 10 meses….pero antes y por encima de todo esto, en ese lapso de 23 meses fue el consumador del movimiento de Independencia iniciado por Hidalgo, Allende, Aldama y otros más y eso, al menos, merece reconocimiento…..el reconocimiento que sistemáticamente se le ha negado.

 

 

 

 

Autor:

Javier Torres Landa V.

Marzo 7 / 2006.

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