Perfil cognitivo en soldados pertenecientes a la infantería de Medellín con trastorno antisocial de la personalidad
Enviado por Ana Lucia Lopera Pineda
- Planteamiento del problema
- Objetivos
- Marco teórico
- Metodología
- Resultados
- Discusión
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias
- Anexos
Perfil cognitivo (esquemas) en soldados pertenecientes a un batallón de infantería de la ciudad de Medellín con trastorno antisocial de la personalidad
Introducción
El presente trabajo de investigación es un estudio no experimental, descriptivo, comparativo, de corte transversal, de tipo cuantitativo, con un enfoque empírico analítico sobre el Trastorno Antisocial de la Personalidad, realizado con una muestra militar elegida de manera no aleatoria, en la cual se utilizaron como instrumentos el apartado P del MINI y la prueba YSQ – L2.
En esta investigación se define el TAP según Theodoro Millón y el DSM IV- TR y se describen sus características, además, cada uno de los Esquemas Maladaptativos Tempranos.
Al principio de esta pesquisa investigativa se pretendía comparar dos grupos de soldados Con y Sin TAP según los Esquemas Maladaptativos Tempranos que los caracterizaban, pero debido a la homogeneidad de los grupos, no se encontraron diferencias significativas en dichos esquemas, por lo tanto, se tomó una muestra de estudiantes universitarios y se compararon los Esquemas Maladaptativos Tempranos del grupo de estudiantes con los de los militares y por medio de un análisis estadístico de componentes principales a través del método de extracción se logró conocer que los EMT que predominaban en el grupo de población militar Con TAP son: Abandono, estándares inflexibles (1 autoexigencia) y derecho y grandiosidad.
Planteamiento del problema
1.1 ANTECEDENTES
Al rastrear investigaciones relacionadas con el trastorno antisocial de la personalidad (TAP) se encontró que Miller, Lynam y Leukefel (2003) realizaron una investigación titulada "Examining antisocial behavior through the leans of the five factor model of personality" en la cual se hizo un estudio común que apuntaba a proveer gran precisión en la comprensión de cómo la personalidad está relacionada con el comportamiento antisocial. Este estudio fue realizado con 481 individuos en los cuales se examinaron factores como neuroticismo, agradabilidad, estabilidad, solución de problemas y agresión, entre otros. Los resultados arrojaron que en los individuos que presentaban comportamiento antisocial predominaban tres rasgos: Poca sinceridad, poca obediencia y falta de deliberación.
Posteriormente, Simonoff, Elander, Holmshaw, Pickles, Murria y Rutter (2004), realizaron una investigación titulada "Predictors of antisocial personality. Continuities from childhood to adult life" con un total de 225 gemelos que fueron entrevistados en función de los trastornos psiquiátricos en la niñez y en la etapa adulta, el funcionamiento psicosocial, los factores de riesgo psicosociales y cognitivos. El análisis univariante, la hiperactividad en la niñez y el trastorno de la conducta mostraron una fuerte predicción para el TAP y la criminalidad en la vida adulta inicial y media. Un nivel de inteligencia bajo y problemas de lectura fueron más prominentes en sus relaciones con el comportamiento antisocial en la niñez y en la adolescencia. En un modelo multivariante los trastornos de la conducta de la niñez y la hiperactividad predijeron el TAP en el adulto incluso cuando los factores de riesgo que intervenían fueron considerados. El número de síntomas hiperactivos y de la conducta también predijo el resultado en el adulto.
Por otra parte, Helgeland y Torgersen (2005) realizaron una investigación titulada "Continuities between emocional and disruptive behavior disorders in adolescence and personality disorders in adulthood" con 130 pacientes que habían sido diagnosticados con desordenes emocionales durante la adolescencia y rediagnosticados basados en historias clínicas de acuerdo con los criterios del DSM – IV con desordenes de personalidad 28 años después. La investigación mostró que los adolescentes con desordenes de comportamiento no tienen mayores probabilidades de sufrir trastornos de personalidad en la adultez que aquellos con desordenes emocionales. Los adolescentes con problemas de comportamiento suelen tener mayores trastornos de personalidad del grupo B, que aquellos con desórdenes emocionales. Los desórdenes comportamentales fueron significativa e independientemente predictores del trastorno antisocial de la personalidad en hombres.
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