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Perfil cognitivo en soldados pertenecientes a la infantería de Medellín con trastorno antisocial de la personalidad (página 2)


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Al mismo tiempo, Donnellan, Trzesniewski, Robins, Moffitt y Caspi (2005), realizaron una investigación titulada "La baja autoestima se relaciona con la agresión, el comportamiento antisocial, y la delincuencia", en la cual se exploró la polémica relación entre la autoestima global y los problemas externalizantes (agresión, comportamiento antisocial y delincuencia). En tres estudios, los autores encontraron una firme relación entre la baja autoestima y los problemas de externalización, esta relación insistió en las medidas de la autoestima y los problemas de externalización basados en auto-informes, las valoraciones de los profesores, y de los padres, para los participantes de diversas nacionalidades (Estados Unidos y Nueva Zelanda) y categorías de edad (adolescentes y estudiantes universitarios). Esta relación se sostuvo tanto transversal como longitudinalmente y después de controlar las variables confusionales potenciales tales como el apoyo paterno, las relaciones padre- hijo y de pareja, el estado socioeconómico y el coeficiente de inteligencia. En esta investigación se concluyó que el efecto de la autoestima en la agresión era independiente del narcisismo.

Paralelamente, Gómez, Collados y García (2005) realizaron una investigación titulada "Factores psicológicos de riesgo y protección para la conducta antisocial en adolescentes" con el fin de analizar la influencia y el peso diferencial de determinadas variables psicológicas en la conducta antisocial de los adolescentes. Para esta investigación se utilizó una muestra de 1851 adolescentes de ambos sexos de los cuales el 49,92% eran hombres y el 50,08% mujeres de la Comunidad Autónoma de Madrid. Los investigadores realizaron varios análisis de regresión por pasos teniendo en cuenta tres grupos diferentes de edad: 14-15, 16 y 17-18 años con las variables criterio y confirmaron que los principales factores de riesgo psicológicos para explicar la conducta antisocial eran variables vinculadas al constructo búsqueda de sensaciones (desinhibición, impulsividad, búsqueda de excitación, etc.), mientras que los factores de protección estaban representados por variables como la empatía y la práctica religiosa.

Posteriormente, Arizmendi, Sarmiento, Ruiz, Londoño, Torrijos y Rodríguez (2006), dieron a conocer en el programa 6 a.m. Hoy por Hoy de la emisora Caracol Radio una noticia titulada: Linchan a dos soldados que intentaron robar una casa. En esta noticia relatan como miembros de la Cuarta Brigada resultaron involucrados en hechos delincuenciales, esta vez en sector rural del municipio de Briceño, Norte de Antioquia. Se trata de dos soldados, vestidos de civil, que fueron rematados por la comunidad del corregimiento Las Auras, cuando huían después de intentar asaltar la residencia de un líder rural que se negó a pagarles supuestas extorsiones o "vacunas". El inspector de la policía de Briceño afirma que existen denuncias de habitantes del corregimiento, en las cuales ambos soldados venían cobrando extorsiones en dinero o mediante el pago de base de coca a los campesinos que se dedican a esa actividad ilícita en la región.

Por otra parte, Semiz, Basoglu, Ebrinc y Cetin (2007) realizaron una investigación titulada "Childhood trauma history and dissociative experiences among Turkish men diagnosed with antisocial personality disorder" en la cual se estudió la relación existente entre el desorden antisocial de la personalidad, la historia de trauma en la niñez, y los síntomas disociativos en una muestra de reclutas turcos. Los investigadores examinaron un total de 579 pacientes masculinos diagnosticados con TAP, además eligieron un grupo control de 599 personas normales sin desorden médico o psiquiátrico pertenecientes al personal militar. En esta investigación se utilizó una entrevista semi – estructurada y se encontró que el abuso sexual en la niñez, el abuso físico, la negligencia, y la separación temprana de los padres estaban presentes de forma considerable en la población antisocial, además en el grupo Con TAP se halló considerablemente más síntomas disociativos y en el 50,4% de ellos se encontró el nivel patológico de la disociación.

Al mismo tiempo, Burke, Loeber, Mutchka y Lahey (2007) realizaron una investigación titulada "A question for DSM-V: ¿Which better predicts persistent conduct disorder–delinquent acts or conduct symptoms?" cuyo objetivo era examinar que factores de la niñez predicen un diagnostico de desorden de la conducta en la adolescencia y si los actos delictivos persistentes incrementan los síntomas en el desorden de la conducta. En este estudio se emplearon los datos longitudinales de una muestra clínica referida de 177 jóvenes junto con sus padres y profesores, que fueron determinados usando una entrevista clínica estructurada y se encontró que eran predictores significativos la delincuencia, la comunicación pobre del niño con los padres y el hecho de que la madre haya fumado en el embarazo, además se concluyó que la delincuencia persistente es el único predictor del desorden de la conducta.

Al buscar información sobre investigaciones relacionadas con esquemas se encontró que García, Giraldo, Gómez y Jiménez (2002), realizaron una investigación titulada: "Perfil cognitivo de la personalidad por evitación en población clínica: Esquemas nucleares" con el objetivo de identificar los esquemas nucleares en hombres y mujeres que presentan el trastorno de personalidad por evitación comparado con la población no clínica que presenta la estructura de dicho trastorno y la población normal. En esta investigación se utilizó el cuestionario de esquemas maladaptativos (Y.S.Q. L2) y se llegó a la conclusión de que no existen diferencias significativas en los esquemas entre géneros exceptuando el de culpa que sobresalió en la población femenina y el de deprivación emocional en la población masculina.

Posteriormente, Rivera y Posso (2003), realizaron una investigación titulada "Perfil cognitivo del trastorno de ansiedad generalizada: Esquemas de desempeño y autonomía deficiente y esquemas de desconexión y rechazo" con el fin de establecer los esquemas de desempeño y autonomía deficientes presentes en el trastorno de ansiedad en personas entre 30 y 50 años laboralmente activas de la ciudad de Medellín. En este estudio se utilizó el cuestionario de trastorno de ansiedad generalizada (GAD – Q – IV) y el cuestionario de esquemas maladaptativos tempranos (YSQ – L2) y se encontró que el esquema de defectuosidad vergüenza del área de desconexión y rechazo es significativo en el grupo caso en relación con el grupo control y se observó que el esquema de mayor representatividad tanto en hombres como en mujeres del área de desempeño y autonomía deficiente fue el esquema de vulnerabilidad al daño o a la enfermedad, siendo más significativo en hombres que en mujeres.

Al mismo tiempo, Restrepo (2003), realizó una investigación titulada "Esquemas maladaptativos tempranos presentes en oficiales y suboficiales con patrón de personalidad tipo A pertenecientes a la Cuarta Brigada del Ejercito Nacional" con el fin de identificar los esquemas maladaptativos tempranos presentes en Oficiales y Suboficiales con patrón de Comportamiento Tipo A pertenecientes a la Cuarta Brigada del Ejercito Nacional. En esta investigación se utilizó el Cuestionario Bortner y el Cuestionario de Esquemas Maladaptativos Tempranos y se encontró que los esquemas maladaptativos tempranos presentes en Oficiales y Suboficiales del Ejército Nacional que se mantienen y potencializan en mayor grado por medio de la instrucción y el entrenamiento al cual son sometidos los futuros efectivos en las Escuelas de Formación son: Estándares inflexibles, vulnerabilidad al daño, desconfianza, castigo/culpa, defectuosidad, abandono/pérdida, subyugación, miedo a perder el control, límites insuficientes, deprivación emocional y aislamiento social.

Por otra parte, Mesa, Trejos y Yepes (2004), realizaron una investigación titulada "Perfil cognitivo del trastorno depresivo mayor: esquemas maladaptativos" con el fin de establecer los esquemas maladaptativos mas representativos en un grupo de personas diagnosticadas con trastorno depresivo mayor en comparación con un grupo control, residente del Valle de Aburrá. En este estudio se encontró que existe una diferencia significativa en todas las puntuaciones obtenidas en el cuestionario de esquemas maladaptativos (Y.S.Q. – L2) entre las personas diagnosticadas con trastorno depresivo mayor y el grupo control, presentando un mayor número de esquemas maladaptativos el grupo que presentaba el trastorno. Entre estos esquemas se encuentran: Deprivación emocional, abandono, dependencia/incompetencia, Fracaso, entre otros.

Paralelamente, Echevarria, Ochoa y Orozco (2004), realizaron una investigación titulada "Perfil cognitivo asociado al trastorno del estado de animo distimico: esquemas" en la cual identificaron los esquemas maladaptativos asociados al trastorno del estado de animo distimico, en una población clínica del área metropolitana de la ciudad de Medellín. En esta investigación se utilizó el cuestionario de esquemas maladaptativos (Y.S.Q. – L2) y se encontró por medio de un análisis descriptivo que los esquemas más significativos en la población que presentaba el trastorno eran: Deprivación emocional, aislamiento social, desconfianza/abuso e insuficiente autocontrol/autodisciplina.

Adicionalmente, Posada, Londoño y Rodríguez (2005), realizaron una investigación titulada " Aproximación al perfil cognitivo asociado a la ansiedad social: esquemas" con el fin de identificar los esquemas maladaptativos tempranos de los estudiantes de la Universidad Nacional Sede Medellín, mayores de 18 años, que presentaban indicadores de este trastorno, con relación a un grupo control que no presentaba indicadores. En este estudio se encontraron diferencias significativas con respecto a los esquemas maladaptativos tempranos entre ambos grupos, siendo superior la puntuación en los participantes con indicadores del trastorno de ansiedad social, en los esquemas: Abandono/perdida, desconfianza/abuso y deprivación emocional, en el área de las relaciones interpersonales vulnerabilidad al daño y a la enfermedad y en el área de la autonomía insuficiente autocontrol/autodisciplina.

Por otro lado, Ramírez, Londoño y Lemos (2005), realizaron una investigación titulada "Contenidos esquemáticos de los trastornos de personalidad que caracterizan a los pacientes diagnosticados con trastornos del estado de animo depresivo" con el fin de identificar los contenidos esquemáticos de los trastornos de la personalidad que caracterizan a los pacientes diagnosticados con trastornos del estado de animo depresivo, comparado con un grupo control. En esta investigación se encontró que las creencias centrales que presentan las personas con trastorno depresivo mayor son las referentes a los trastornos de personalidad obsesiva – compulsiva, pasiva – agresiva, esquizoide, límite y paranoide.

Paralelamente, Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter (2005) realizaron una investigación titulada "Validación del Young Schema Questionnaire Long Form – Second Edition (YSQ – L2) en población colombiana" con el fin de establecer las propiedades psicométricas y la validez estructural del Young Schema Questionnaire Long Form – Second Edition en la población universitaria de la ciudad de Medellín, Colombia. En este estudio se trabajó con una muestra de 1419 estudiantes universitarios y se encontró que la prueba tenía una estructura factorial que se organizaba en once factores y explicaban el 65% de la varianza. Algunos de los factores encontrados fueron: Abandono, desconfianza/abuso, privación emocional, entre otros.

1.2 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

El trastorno antisocial de la personalidad presenta un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás. Este patrón también ha sido denominado psicopatía, sociopatía o trastorno disocial de la personalidad, puesto que el engaño y la manipulación son características centrales de este trastorno (DSM-IV-TR, 2002).

Los comportamientos propios de la conducta antisocial forman parte de una de las siguientes categorías: agresión a la gente o animales, destrucción de la propiedad, fraudes o hurtos y la violación grave de las normas.

Helgeland y Torgersen (2005) realizaron una investigación en la cual encontraron que las sujetos que presentan este trastorno son generalmente varones. Según Lykken (1957), citado por Beck, Freeman y et. al (1995) las personas que padecen este trastorno carecen de conciencia, culpabilidad o ansiedad por su mal comportamiento.

Debido a este trastorno, estas personas tienen un alto riesgo de desarrollar problemas psicológicos de todo tipo: problemas de ansiedad, depresión, consumo de sustancias, conflictos sociales, etc., afectando el resto de sus esferas vitales cotidianas: familia, relaciones sociales, vida laboral, entre otras.

Desde los distintos modelos psicológicos se estudia la relación de los trastornos de personalidad con las experiencias significativas tempranas y los valores personales, sin duda estos factores juegan un papel significativo en el desarrollo de la personalidad.

Dentro de las causas relacionadas con los trastornos de personalidad encontramos una serie de factores biológicos, psicológicos y sociales, ya que es evidente que no hay una única causa para explicar el origen de un determinado trastorno, sin embargo, todos estos factores afectan la forma como la persona se percibe a sí misma, al mundo y al futuro, aspectos que configuran los esquemas.

Beck (1967), citado por Young (1999) define los esquemas como una estructura cognitiva para seleccionar, codificar y evaluar los estímulos que afectan al organismo. En la base de la matriz de los esquemas el individuo es capaz de auto–orientarse con relación al tiempo y al espacio y categorizar e interpretar las experiencias de manera significativa.

Las conductas disfuncionales, en este caso las conductas relativas a los trastornos de personalidad, se deben en gran medida a la función que presentan algunos contenidos esquemáticos, produciendo por ejemplo juicios apresurados sobre sí mismo y los demás llevando a cometer errores en cierto tipo de situaciones.

Fue interesante realizar una investigación en los soldados pertenecientes al Ejercito Nacional ya que se encuentran noticias como la difundida por Caracol Radio en Agosto 26 de 2006: "Linchan a dos soldados que intentaron robar una casa" en la cual se hace alusión a que algunos integrantes del ejército están involucrados en actos delictivos, lo cual hace pensar que pueden presentar características del TAP.

Por todo lo anterior la pregunta de investigación se concretó de la siguiente forma: ¿Cuáles son los esquemas presentes en una muestra de soldados de la ciudad de Medellín con trastorno antisocial de la personalidad?

1.3 JUSTIFICACIÓN

En este se investigó un fenómeno que en la actualidad está afectando entre un 10% y un 13% de la población mundial, el trastorno antisocial de la personalidad. Los individuos que padecen esta patología son sujetos que no logran socializarse con las personas que los rodean y cuyos patrones de conducta los ponen continuamente en conflictos con la sociedad.

Es de gran interés para nosotras como investigadoras estudiar a fondo esta patología porque en el transcurso de la carrera el Eje II no fue abordado de manera amplia y clara y es necesario como futuras profesionales de la psicología tener un dominio técnico y teórico de esta problemática para desempeñar adecuadamente nuestro rol.

Así mismo, se quiere hacer una investigación sobre los esquemas presentes en una muestra de soldados de la ciudad de Medellín diagnosticados con TAP ya que son muchos los diferentes estudios que hablan de la importancia del ambiente en dicho trastorno, identificándose factores como la educación, los modelos parentales, el ambiente familiar, el entorno cultural, etc., que influyen en la forma de entender el mundo y de relacionarse con la sociedad. Además, en la Universidad de San Buenaventura (Medellín) no se ha estudiado ampliamente como los esquemas maladaptativos tempranos influyen en las personas diagnosticadas con dicha patología.

Se escogió llevar a cabo este estudio comparativo con una muestra de soldados de la ciudad de Medellín porque suponemos que los trastornos de personalidad pueden tener una elevada incidencia en el servicio militar debido al sector de población que conforman. Las personas que prestan el servicio militar son un grupo de jóvenes, muchos de los cuales han tenido problemas de adaptación antes de alistarse. Con frecuencia, los jóvenes intentan huir de los problemas disciplinarios, sociales, académicos y familiares, reclutándose. Asimismo, las entidades judiciales en ocasiones proponen el alistamiento militar como alternativa a la acción legal y civil para las actividades delictivas. Por consiguiente, muchos jóvenes con historias de una falta de adaptación terminan en las fuerzas armadas (Strange, 1969; citado por Lion, 1978).

Objetivos

  • OBJETIVO GENERAL

  • Establecer los esquemas maladaptativos tempranos más representativos en los soldados con trastorno antisocial de la personalidad TAP.

  • OBJETIVOS ESPECIFICOS

  • Describir los esquemas maladaptativos tempranos de una muestra de soldados de la ciudad de Medellín con relación a un grupo de población normal.

  • Comparar la muestra de soldados de acuerdo con el diagnostico Con y Sin TAP en relación a los esquemas maladaptativos tempranos.

  • Identificar los esquemas representativos en los participantes con TAP.

  • Analizar la estructura factorial de cada uno de los grupos conformados Con y Sin TAP.

Marco teórico

3.1 TRASTORNO DE PERSONALIDAD ANTISOCIAL

3.1.1 DEFINICIÓN:

De acuerdo con Millón (1994), la personalidad es vista hoy como un modelo complejo de características psicológicas profundas que son generalmente inconscientes, que no pueden ser erradicadas y se expresan automáticamente en cada faceta de funcionamiento individual. Sus rasgos, intrínsecos y persistentes, emergen de una complicada matriz de disposiciones biológicas, de aprendizaje, de percibir, razonar y enfrentar las situaciones y a los demás.

Según Millón (1994) el trastorno antisocial de la personalidad puede ser considerado como una extensión sindrómica de una personalidad enérgica no patológica. Este trastorno se caracteriza por tener diferentes grados de personalidad agresiva desde formas leves hasta extremadamente graves. En las formas leves la personalidad antisocial encaja dentro de las normas de nuestra sociedad ya que son cultivadas y estimuladas gracias a esta.

Este trastorno comienza a manifestarse antes de los 15 años, es más común entre las clases socioeconómicas más bajas y es tres veces más prevalente en los hombres. En la variedad extrema del trastorno antisocial la conducta arriesgada se convierte en un descuido temerario para los derechos de si mismo y de los demás, las normas sociales, la ética y las costumbres son gravemente descuidadas y pueden convertirse en un cúmulo de conductas agresivas e irresponsables, las cuales pueden incluir numerosas confrontaciones con la ley y la adquisición de un historial criminal (Millón, 1994).

3.1.2 DIAGNÓSTICO:

Para establecer un diagnóstico de trastorno antisocial de la personalidad, la American Psychiatric Association (2002) asume como criterios:

  • A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:

  • (1) Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetuar repetidamente actos que son motivo de detención.

  • (2) Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer.

  • (3) Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.

  • (4) Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones.

  • (5) Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás.

  • (6) Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas.

  • (7) Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia a la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros.

  • B. El sujeto tiene al menos 18 años.

  • C. Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años.

  • D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco.

3.1.3 CARACTERÍSTICAS:

El trastorno antisocial de la personalidad se caracteriza por un patrón de comportamiento desconsiderado, explotador y socialmente irresponsable; las personas que padecen dicho trastorno presentan una ausencia de remordimiento ante las conductas realizadas y son responsables de episodios de violencia. Su gran habilidad para operar al límite de la ley les permite vivir en la sociedad de una manera aparentemente normal ya que pueden llegar a ser personas agradables y atrayentes. Son calculadores, manipuladores y actúan siempre en su provecho, piensan que los demás siempre están en su contra y su juicio suele ser distorsionado y con poca validez (APA, 2002; Caballo, 2001; Echeburúa, 1994 y Hare, 1991).

Los individuos que padecen esta patología son extravertidos y están constantemente ansiosos por experimentar emociones y desafíos extremos en cualquier ámbito de sus vidas, en el riesgo mismo encuentran la recompensa y se niegan hacer nada por nadie a menos que conlleve alguna dificultad. No se preocupan demasiado por las consecuencias de sus actos y no necesitan de la aprobación de los demás, porque tienen una gran fe en sí mismos (Caballo, 2001).

Según Oldham (1995), citado por Morris y Maisto (2005) las principales características de las personas que presentan este estilo de personalidad son:

  • No se dejan influir por los demás.

  • Son independientes.

  • Les encanta el sexo y practicarlo de formas distintas y con diferentes parejas.

  • Prefieren ganarse la vida por su cuenta a los trabajos convencionales.

  • Durante la infancia y la adolescencia suelen hacer travesuras y cometer excesos.

  • Tienen coraje para defenderse de aquellos que pretendan aprovecharse de ellos.

Las personas que presentan el TAP se caracterizan por buscar activamente el refuerzo a través de su realización personal, son ambiciosas y suelen desconfiar de las habilidades de los demás, hacen que sus comportamientos mas reprobables sean aceptados por los que los rodean, suelen inventar explicaciones sobre su triste infancia o sus desgracias pasadas y si sus razonamientos no convencen a los otros o alguien los descubre en mentiras repetidas, suelen adoptar un aire de inocencia, afirmando, sin ningún indicio de vergüenza, que han sido acusados injustamente (Caballo, 2001).

Los sujetos que padecen esta patología suelen ser astutos para descubrir los puntos débiles de los demás y con respecto a quienes consideran sus enemigos pueden llegar a ser muy vengativos y humillantes. Lo que esta alterado en estos individuos no es su capacidad de juicio de valor, sino de ética. Presentan una serie de pensamientos automáticos negativos que reflejan un conjunto de distorsiones cognitivas producto a su vez de una serie de esquemas básicos (Beck, Freeman y et al., 1995).

El comportamiento interpersonal de los sujetos con este trastorno, es decir, la forma en que se relacionan e interactúan con los demás, va desde ser oposicionistas en el grado leve hasta ser beligerantes y/o vengativos en la forma más grave. Tienen dificultad para mantener durante un período de tiempo largo responsabilidades o relaciones íntimas con sus compañeros de trabajo, amigos, parejas sexuales o miembros de su familia. Los aspectos vengativos y punitivos hacia los demás pueden derivar de los malos tratos en la infancia. Los individuos antisociales extremos pierden la compasión interpersonal y las cualidades humanas. Estas conductas se racionalizan por la actitud de que "El fin justifica los medios", son resistentes a la autoridad y la anticipación del castigo no impide su conducta (Millón, 1994).

Los individuos que presentan este trastorno de personalidad tienen una baja tolerancia a la frustración y tienden a ser fácilmente provocados atacar, despreciar, humillar y dominar a otros con poca o ninguna muestra de remordimiento al recordar estas acciones. La percepción de sí mismos va desde competitivo en las formas leves a dominante en las formas más graves. Se ven enérgicos y obstinados, se consideran fuertes, realistas y duros, valoran el estilo de vida orientado hacia el poder. En los casos extremos tienden a percibirse a sí mismos como una fuerza dominante, no solamente desean dominar a las personas, sino también los acontecimientos, este aspecto puede ser considerado como una extensión de la necesidad de tener el control sobre el ambiente. Estos sujetos se consideran por encima de las reglas y normas e incluso por encima de las leyes. Bajo un estrés persistente pueden verse forzados a engañarse a sí mismos o a distorsionar la realidad para reducir la tensión o ansiedad que experimentan en ese momento. El mecanismo de defensa más utilizado por las personas antisociales es el acting out que se refiere a la tendencia impulsiva a mostrar pensamientos, emociones y acciones ofensivas socialmente de forma abierta. Las personalidades agresivas experimentan períodos breves de ansiedad previos a la descarga o conducta acting out. La mayor causa de esta ansiedad es el temor a perder el control o a ser controlados (Millón, 1994).

Según Beck (1995), lo típico es que un paciente con trastorno antisocial de la personalidad tenga un conjunto de creencias que le convienen y lo guían en su conducta. Entre ellas suelen contarse las seis siguientes (que no son necesariamente las únicas):

  • Justificación: "Mis acciones se justifican porque quiero algo o quiero evitar algo".

  • Todo lo que se piensa es verdad: "Mis pensamientos y sentimientos son totalmente exactos, simplemente porque se me han ocurrido".

  • Infalibilidad personal: "Siempre elijo bien".

  • Lo que se siente es lo real:"Sé que tengo razón porque siento que está bien lo que hice".

  • Impotencia de los otros: "Lo que piensen los otros no tiene porque pesar en mis decisiones, a menos que controlen las consecuencias inmediatas para mí".

  • Consecuencias de bajo impacto: "No habrá consecuencias indeseables, o no me importarán".

Estas creencias son interesadas y subrayan las satisfacciones inmediatas y personales minimizando las consecuencias futuras. En lugar de evaluar la utilidad potencial de lo que se les dice, los antisociales tienden a descartarlo como irrelevante para sus propósitos, además en la distorsión antisocial no hay ninguna perspectiva del futuro.

3.1.4 PERFIL COGNITIVO:

El estilo cognitivo del TAP va desde el individualismo en las formas leves al fanatismo en las formas graves; suelen poseer patrones cognitivos rígidos e inflexibles orientados externamente, los cuales están caracterizados por una naturaleza controladora y unas formas tortuosas. En la forma leve, el estilo cognitivo es considerado como asertivo y realista y son deseables en el mundo de los negocios y la industria, en los casos extremos las personalidades antisociales se caracterizan por un estilo externalizado y a menudo fanático (Millón, 1994).

Debido a las expectativas sobre el ambiente de las personas que los rodean, las personalidades antisociales han aprendido a distorsionar los comentarios incidentales y las acciones de los demás para que parezcan intentos de injuria hacia ellos. Malinterpretan lo que ven y escuchan y magnifican los menores incidentes en insultos graves y calumnias. Por percibir hostilidad donde no existe, las personalidades antisociales están incapacitadas para reconocer las buenas intenciones de los demás, aún cuando ocurran realmente (Millón, 1994).

3.1.4.1 Creencias centrales:

En el campo de la psicopatología, los esquemas introducen una tendenciosidad sistemática en el procesamiento de la información (Beck, 1995); en los trastornos de la personalidad, los esquemas forman parte del procesamiento de la información normal y son los responsables de la secuencia que va desde la recepción de un estímulo hasta el punto final de una respuesta conductual (Beck, Freeman y et al., 1995).

Según Beck (1967), citado por Millón y Everly (1994) los procesos autorregulatorios de particular importancia para los trastornos de personalidad tienen que ver con el modo en que las personas se comunican consigo mismas. Las comunicaciones internas consisten en la autoobservación, autoevaluación, autopercepción, las advertencias y las instrucciones dirigidas a uno mismo. Las personas que se observan demasiado tienden a ser inhibidas, mientras que una inhibición escasa facilita la impulsividad.

El modo como un individuo utiliza los datos sobre sí mismo y sobre los otros es influido por la organización de su personalidad, cuando hay un trastorno de la personalidad el procesamiento ordenado de esos datos es distorsionado de un modo sistemático. La distorsión de la interpretación y la conducta consecuente es conformada por las creencias y actitudes disfuncionales de los pacientes. Los individuos que presentan el trastorno antisocial de la personalidad se consideran a sí mismo personas solitarias, autónomas y fuertes. Algunos piensan que han sido objeto de abusos y maltratos por parte de la sociedad. Justifican la victimización de otros con la creencia de que ellos mismos han sido victimizados y asumen una posición en la cual violar las reglas sociales es normal e incluso deseable (Beck, Freeman y et al., 1995).

3.1.5 ETIOLOGÍA:

3.1.5.1 Modelo Diáthesis – Estrés:

Según Riso (2006) la vulnerabilidad cognitiva podría entenderse como una variable que incrementa la probabilidad o el riesgo de que ocurra el trastorno, pero su presencia no asegura que el desorden se haga manifiesto. La vulnerabilidad cognitiva no puede activarse sin la presencia de eventos estresantes correlacionados con el contenido esquemático. En tal sentido, los modelos de diáthesis – estrés son una extensión del concepto de vulnerabilidad. El concepto de diáthesis tiene una larga historia en la terminología médica. Desde el punto de vista médico "diáthesis" es una predisposición, básicamente constitucional o biológica, a la enfermedad.

Los modelos de etiología cognitiva proponen que cuando las personas se enfrentan a determinadas situaciones estresantes, los individuos con cierto tipo de diáthesis (vulnerabilidad o predisposición cognitiva) poseen mayores probabilidades de desarrollar el trastorno que aquellos que no lo poseen (Riso, 2006).

Beck (1995) sostiene que la congruencia o semejanza entre la ocurrencia de cierto tipo de eventos externos y la existencia de un esquema específico o personalidad, hace más probable que se incremente la susceptibilidad al trastorno que cuando los eventos extremos no impactan sobre la vulnerabilidad.

3.1.5.2 Factores biológicos:

Según Weil (1974); citado por Millón y Everly (1994) la alta frecuencia de personalidades antisociales dentro de una misma constelación familiar sugiere la presencia de factores hereditarios en la etiología de este trastorno. Las similitudes que se observan en la conducta familiar son tanto función del aprendizaje como función de la herencia. Parecen existir algunas pruebas de que algunos aspectos de la personalidad antisocial pueden tener una base biológica y una transmisión genética. Los bajos umbrales de estimulación del sistema límbico especialmente del núcleo amigdalino, han sido implicados en los patrones conductuales de estas personas.

Con respecto a los factores hormonales que predisponen al TAP, Dabas (1990), citado por Morris y Maisto (2005) propone que alteraciones en la glándula tiroidea producen niveles elevados en la testosterona, pudiendo causar trastorno de hiperactividad con déficit de atención y comportamiento agresivo en edades más tempranas, así como TAP en la edad adulta. Según Robins (1966), citado por Beck, Freeman y et al. (1995).El trastorno por déficit de atención con hiperactividad, de inicio temprano, supone un riesgo para el desarrollo del TAP.

La Casee (1997), citado por Caballo (2001) encontró una reducción del metabolismo de la glucosa en el córtex prefrontal y asimetrías anormales en la amígdala, el hipocampo y el tálamo, estos hallazgos proporcionan la primera evidencia de un déficit cerebral estructural, dicho déficit prefrontal podría explicar la baja activación ante la presencia de estímulos estresantes, la ausencia de condicionamiento al miedo, la falta de atención y el déficit en la toma de decisiones, elementos que caracterizan el trastorno antisocial de la personalidad.

En lo referente a los patrones de neurotransmición, la dopamina y la serotonina están relacionadas con el comportamiento antisocial. Niveles bajos de serotonina y altos en dopamina se asocian con comportamientos agresivos, violentos e impulsividad, elementos característicos del TAP. (Caballo, 2001).

Según Siever, Klar y Coccaro (1985), citados por Caballo (2001) los individuos con trastorno antisocial de la personalidad presentan menor activación cortical, aunque una mayor desinhibición motora, por lo que tienden actuar antes de analizar las consecuencias de su conducta.

3.1.5.3 Factores ambientales:

Son los factores familiares y los relacionados con el aprendizaje. El papel de las pautas de crianza, por lo que se refieren al uso de estrategias más o menos punitivas en el control disciplinario, el uso excesivo del castigo, la incoherencia, los diferentes niveles de supervisión parental, la hostilidad, el consumo de drogas, los trastornos afectivos parentales, la delincuencia familiar, los conflictos conyugales, la violencia física, las separaciones o divorcios y la falta de afecto, producen déficit en los modelos parentales (Caballo, 2001).

Los hábitos como la indiferencia social y la explotación personal se producen por falta de convivencia con sentimientos positivos por parte de los otros. La falta de figuras parentales o la ausencia del padre implican ausencia del modelo y de la figura de autoridad, a causa de lo cual el niño explora el mundo sin la guía y limitaciones que se derivan del afecto y del control parental (Millón y Davis, 2000).

La principal causa para desarrollar un trastorno antisocial de la personalidad es la exposición a la hostilidad, crueldad o dominación parental. Aún así, este factor de desarrollo, aunque esté entre los más habituales, no es el único que puede contribuir al desarrollo de una personalidad de este tipo (Millón, 1994).

3.1.6 INFLUENCIA DE LAS VARIABLES SOCIODEMOGRAFICAS:

  • Edad: Para que se pueda establecer el diagnostico la persona debe tener al menos 18 años, e historia de algunos síntomas de un trastorno disocial antes de los 15 años.

  • Sexo: El trastorno de personalidad antisocial es más común en el género masculino. La prevalencia total del trastorno en las muestras de población general es aproximadamente del 3% en los hombres y el 1% en las mujeres.

  • Estado civil: No se hace distinción de los diferentes estados civiles.

3.2 ESQUEMAS MALADAPTATIVOS TEMPRANOS

3.2.1 DEFINICIÓN:

Según Beck (1995) cada trastorno tiene un perfil cognitivo específico que se centra en representaciones que el sujeto ha construido en el proceso de su historia vital. El tipo de contenido es lo que establece las diferencias individuales y así cada persona distorsiona y sesga la información de forma sistemática, para mantener intacto el contenido semántico y afectivo de su esquema.

Young (1999) comienza a hablar de esquemas maladaptativos tempranos como temas o inferencias estables y duraderas que se generan en la primera infancia y que son disfuncionales, estos determinan las experiencias posteriores.

La definición que establece Young (1999), es que la estructura mental del esquema es demasiado rígida y su función es filtrar, codificar y evaluar la información que llega del ambiente sesgando de manera consistente las percepciones e interpretaciones de los eventos con constructos que no se prueban de forma empírica y pueden estar inactivos durante mucho tiempo y en algún momento ser activados inmediatamente por un estímulo específico que llega del ambiente.

3.2.2 CARACTERÍSTICAS DE LOS ESQUEMAS MALADAPTATIVOS TEMPRANOS:

Según Young (1999) las principales características de los esquemas maladaptativos tempranos es que son creencias incondicionales acerca de uno mismo en relación con el ambiente, además, son verdades a priori implícitas que se dan por sentadas y representan una parte constitutiva del sí mismo, sin alternativas reales. No son dudas, sino aseveraciones reales, se autoperpetúan y por lo tanto, son resistentes al cambio.

Los esquemas son confortables y familiares y cuando se les reta el sujeto distorsiona la realidad para mantenerlos. Son por definición disfuncionales de manera significativa y recurrente, pueden ser causa directa o indirecta de pánico, depresión, adicciones, insomnio y relaciones interpersonales deficientes. Se activan con eventos ambientales importantes para el esquema en particular y están más estrechamente ligados a altos niveles de afecto, cuando se activan que las presunciones subyacentes o las ideas irracionales. Parecen ser el resultado de experiencias disfuncionales con padres, hermanos, y coetáneos en los primeros años de vida, antes que producidos por eventos traumáticos aislados y se deben a experiencias nocivas cotidianas.

3.2.3 ORIGENES DE LOS ESQUEMAS MALADAPTATIVOS TEMPRANOS:

Young (1999) plantea cinco retos que el niño debe superar con el fin de lograr un desarrollo y evolución adecuados. Estos cinco requisitos son: autonomía, relación, valoración, expectativas razonables y límites realistas. Por lo general todos los esquemas maladaptativos tempranos se desarrollan cuando los padres, hermanos o pares dificultan al niño el logro de uno o más de estos cinco objetivos.

  • Autonomía: Con el fin de desarrollar el sentimiento de ellos mismos, como sujetos autónomos, los niños necesitan padres que los animen a expresar sus propias necesidades autónomas y a permitir estas necesidades sin restricción indebida, castigo o retiro del apoyo.

Los niños necesitan valor para funcionar independientemente sin excesiva ayuda de los padres, además, requieren estar seguros de que son saludables y vigorosos y que el mundo es relativamente seguro. Se les debe dar libertad para expresar el rango completo de emociones, incluida la ira. Finalmente se les deben asignar responsabilidades que estén bajo su dominio.

Los problemas de autonomía pueden aparecer cuando los niños observan a sus padres continua e innecesariamente preocupados o cuando a los niños no se les da suficiente independencia y responsabilidad. Muchos padres saltan en ayuda de sus hijos a la menor dificultad. Otro posible origen de los esquemas de autonomía puede ser la pérdida de apoyo cuando los niños empiezan a expresar sus propias necesidades, intereses, opiniones y deseos.

Un problema final en el campo de la autonomía es cuando los padres desaniman o castigan a los hijos por expresar sus sentimientos, particularmente la ira, o cuando los padres no modelan su expresión de emociones acerca de sus hijos.

  • Relación: Con miras a desarrollar un sentido de relación los niños necesitan amor confiable, cuidados de crianza y padres cumplidores. Estos desarrollan en el niño sentimientos de importancia. Los niños también necesitan empatía de los padres hacía sus sentimientos, un ambiente familiar seguro sin excesivas peleas e igual amor y atención en relación a sus hermanos. Los padres deben animar a los hijos a socializarse con otros niños. Finalmente, para el desarrollo del sentido de relación los niños, necesitan tener exitosas experiencias socializantes con sus pares a nivel individual y en grupos a través de la infancia y la adolescencia, cuando los niños no tienen este tipo de ambiente seguro, con amor, empatía, atención, respeto y experiencias sociales positivas están propensos a esquemas relacionados con desconexión.

Los problemas de relación también se pueden desarrollar cuando los niños son rechazados por otros niños o cuando por una u otra razón son incapaces de llegar a ser miembros de un grupo de pares. Los esquemas de desconexión también se pueden desarrollar cuando a los niños les faltan cualidades que son altamente deseables como atractivo social para el sexo opuesto. Finalmente, la desconexión puede aparecer cuando a los niños se les a engañado, mentido, golpeado o han sido abusados ya sea por los padres o sus compañeros o pares.

  • Valoración: Con el fin de desarrollar el sentimiento de valoración, los niños necesitan el amor y el respeto de los padres y hermanos y la aceptación social de sus compañeros, cuando los niños solamente reciben excesivas criticas o castigos estarán propensos a desarrollar los esquemas relativos a devaluación o menosprecio.

  • Expectativas razonables y límites realistas: Es importante para el niño desarrollar un sentido de límites, esto se realizará brindando un ambiente que no sea demasiado demandante ni demasiado permisivo. Los niños se benefician al tener límites realistas en su comportamiento, así aprenden a autocontrolarse y a preocuparse por los demás. Los padres pueden transmitir el mensaje de que sus hijos no son perfectos y no necesitan serlo para que se les ame y sean totalmente aceptados, así, pueden ayudarlos a que acepten sus propias limitaciones.

Finalmente, los niños necesitan adquirir un sentido realista de los deberes para con los demás, no deben ser muy estimulados hacia el egoísmo, pero tampoco hacía el autosacrificio.

El esquema de estándares inalcanzables se desarrolla cuando a los niños se les pide hacer más de lo que ellos razonablemente pueden hacer y se les enseña que cualquier cosa que ellos logren no es suficiente, estos padres dan más importancia a los logros que a la felicidad. Los niños frecuentemente sienten que la única forma de tener el amor de sus padres es obteniendo logros en niveles extremadamente altos.

El esquema de derechos y límites insuficientes aparece cuando los padres son demasiado indulgentes con los hijos; los que elogian excesivamente por sus logros; les permiten hacer lo que ellos quieran, sin dar importancia a las necesidades de los demás; no les enseñan que las relaciones implican compromiso y reciprocidad. Estos niños tal vez creen que son especiales y que tienen pocos límites para lo que quieren hacer.

3.2.4 DOMINIOS Y ESQUEMAS MALADAPTATIVOS TEMPRANOS:

3.2.4.1 Dominio de desempeño y autonomía deficientes: Es la expectativa sobre uno mismo y el ambiente que interfiere en la propia capacidad para la supervivencia, para funcionar de forma independiente o para actuar con éxito. En el origen familiar se puede observar escasa confianza en el niño, sobreprotección o fracaso en reforzar las actuaciones competentes de este fuera de su entorno familiar (Young, 1999).

Dentro del Dominio de Autonomía, se encuentran los siguientes Esquemas maladaptativos tempranos:

Dependencia/Incompetencia: Es la creencia de que uno es incapaz de manejar sus responsabilidades diarias, de una manera competente, sin una considerable ayuda de los demás.

Vulnerabilidad al Daño y/o Enfermedad: Temor exagerado a que pueda ocurrir una catástrofe y que uno será incapaz de prevenirla. El temor puede referirse a catástrofes médicas, emocionales o externas.

Este esquema se refiere a la creencia que se dirige hacia la anticipación de catástrofes inminentes e incontrolables (Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter, 2005).

Estar atrapado/Inmadurez de si mismo: Excesiva implicación emocional y compenetración con una o más personas significativas a expensas de una plena individualidad o de un normal desarrollo social. Implica la creencia de que no se puede vivir o ser feliz sin el constante apoyo de los demás. Puede incluir también sentimientos de estar dominado o fusionado con los otros o bien tener una identidad individual insuficiente.

Este esquema es conocido también como entrampamiento y es definido por (Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter, 2005) como la excesiva implicación y cercanía emocional con personas significativas a expensas de una individuación completa o de un desarrollo social normal, es la creencia de no poder sobrevivir o ser feliz sin el apoyo constante de la otra persona.

Fracaso: Creencia de que uno es inferior a sus semejantes en cuanto a logros. La persona se considera estupida, inepta, tonta, ignorante, de bajo estatus y con menos éxito que los demás.

3.2.4.2 Dominio de desconexión y rechazo: La expectativa de que las propias necesidades como protección, seguridad, cuidado, empatia, compartir los sentimientos, aceptación, no se suplirán de manera predecible. Frecuentemente se origina en familias desapegadas, frías, represivas, aisladas, impredecibles o abusivas (Young, 1999).

Dentro del Dominio de desconexión, se encuentran los siguientes Esquemas maladaptativos tempranos:

Abandono/Inestabilidad: La inestable o desconfiada percepción de que el apoyo y la vinculación estarán disponibles. Implica la idea de que las personas significativas no serán capaces de continuar suministrando apoyo emocional, fortaleza o protección.

Para Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter (2005) el esquema de abandono hace referencia a que los demás son personas inestables emocionalmente e indignos de confianza para prodigar apoyo y vinculación. Este factor implica la sensación de que las personas significativas no podrán continuar proporcionando apoyo emocional, vínculos o protección, debido a que son emocionalmente inestables e impredecibles.

Desconfianza/Abuso: La expectativa de que los demás intencionalmente herirán, abusarán, humillarán, engañarán, manipularán o tomarán ventaja de uno. Normalmente implica la percepción de que el daño es intencional.

Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter (2005) afirman que este esquema hace referencia a que las otras personas lastimarán, se aprovecharan o harán a la persona víctima de sus abusos, humillaciones, engaños o mentiras. Generalmente involucra la percepción del daño como intencional, o que el resultado es una negligencia extrema e injustificada, puede incluir la sensación de que la persona siempre termina siendo engañada o recibiendo la peor parte.

Deprivación emocional: La creencia de que los propios deseos en un grado normal de apoyo emocional no serán adecuadamente satisfechos por los demás.

Las principales formas de deprivación son:

  • Deprivación de cuidado: Ausencia de atención, afecto, calor o compañía.

  • Deprivación de empatia: Ausencia de entendimiento, escucha, autodistanciamiento o compartir sentimientos mutuos con los demás.

  • Deprivación de protección: Ausencia de fortaleza, dirección o consejo por parte de los demás.

Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter (2005) definen este esquema como la creencia de que el deseo de lograr un grado normal de apoyo emocional no será adecuadamente satisfecho por los otros. Contempla tres dimensiones: Privación de cuidados, de empatia y protección.

Vergüenza/defectuosidad: El sentimiento de que uno es malo, indeseable, inferior o indigno de respeto. Podría implicar hipersensibilidad a las críticas, rechazo o culpa, comparaciones e inseguridad acerca de los otros.

Aislamiento social/alienación: El sentimiento de que uno está aislado del resto del mundo y no es parte de ningún grupo o comunidad.

Indeseabilidad social: Es la creencia de estar aislado del resto del mundo, ser diferente de los demás y/o no hacer parte de ningún grupo o comunidad.

3.2.4.3 Dominio de límites insuficientes: Deficiencia en los límites internos, en la responsabilidad hacia los demás o en la orientación hacia metas a largo plazo. Conduce a dificultades para respetar los derechos de los demás, cooperar con ellos, comprometerse a establecer objetivos personales realistas.

Los orígenes familiares típicos se caracterizan mas por permisividad, exceso de indulgencia, carencia de directrices o una sensación de superioridad en vez de un afrontamiento apropiado, disciplina y establecimiento de limites con respecto a asumir responsabilidades, cooperar de una forma reciproca y establecer objetivos (Young, 1999).

Dentro del Dominio de límites insuficientes, se encuentran los siguientes esquemas maladaptativos tempranos:

Grandiosidad/derecho: Creencia de que uno es superior a los demás, que se tiene el derecho a privilegios especiales. No está limitado por las normas de reciprocidad que regulan las interacciones sociales normales. Insistencia en que uno puede ser capaz de realizar u obtener lo que se quiera, aunque los demás lo consideren irracional o sea a costa de ellos; o también la excesiva tendencia afirmar el poder de uno, el punto de vista particular o el control sobre la conducta de los otros conforme los deseos propios, sin tener en cuenta las necesidades de los demás y su criterio.

Este esquema se refiere a la creencia de que la persona es superior a los demás, que tiene derechos y privilegios especiales porque no está obligado por las reglas de reciprocidad que guían la interacción social habitual, implica la insistencia de la persona de ser capaz de hacer o tener lo que desee, sin importar los limites reales, o las implicaciones que ello tenga para los demás (Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter, 2005).

Insuficiente autocontrol/autodisciplina: Persistente dificultad o rechazo a tener suficiente autocontrol y tolerancia a la frustración para lograr objetivos personales o contener la expresión excesiva de los propios impulsos y emociones.

Este factor hace referencia a la dificultad generalizada para ejercer control sobre las propias emociones, para limitar la expresión excesiva de las mismas y controlar los impulsos, y la poca disciplina empleada para alcanzar las metas. Las personas que presentan este esquema evitan de forma exagerada la incomodidad, evadiendo el dolor, el conflicto, la confrontación, la responsabilidad o el esfuerzo excesivo a expensas de la realización personal, el compromiso o la integridad (Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter, 2005)

3.2.4.4 Dominio de tendencia hacia el otro: Una excesiva focalización en los deseos, sentimientos y respuestas de los demás, a expensas de las propias necesidades para ganar amor y aprobación. Usualmente implica supresión y falta de conciencia respecto a la ira e inclinaciones naturales. Se origina frecuentemente en familias basadas en aceptación condicional (Young, 1999).

Dentro del Dominio de tendencia hacia el otro se encuentran los siguientes esquemas maladaptativos tempranos:

Subyugación: Excesiva rendición del control a los demás a causa de un sentimiento coercitivo usualmente para evitar ira, retaliación o abandono. Las principales formas de subyugación son:

  • Subyugación de las necesidades: Supresión de las propias preferencias, decisiones y deseos.

  • Subyugación de las emociones: Supresión de la expresión emocional, especialmente la ira.

Autosacrificio: Excesiva centración en suplir voluntariamente las necesidades de los otros en situaciones diarias, a expensas de la propia gratificación. Las razones más comunes son para prevenir el causar dolor a los otros, para evitar la culpa del sentimiento de egoísmo o mantener la vinculación con los demás percibidos como necesitados.

Este esquema se refiere a la concentración excesiva y voluntaria en la satisfacción de las necesidades de los demás, en situaciones cotidianas, a expensas de la propia satisfacción (Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter, 2005).

Búsqueda de aprobación/búsqueda de reconocimiento: Énfasis excesivo en ganar aprobación, reconocimiento o atención de los demás a expensas del desarrollo de una identidad propia, segura y real. Aquí la autoestima depende de las reacciones de los otros más que de las propias cualidades naturales.

3.2.4.5 Dominio de sobrevigilancia e inhibición: Se da un excesivo énfasis en controlar los sentimientos, impulsos y preferencias espontáneas o en satisfacer normas y expectativas rígidas e interiorizadas sobre la actuación y el comportamiento ético, a expensas de la felicidad, la expresión de uno mismo, el estar relajado, las relaciones íntimas o la salud. Generalmente se trata de familias rígidas, exigentes y a veces, punitivas (Young, 1999).

Negatividad/pesimismo: Atención duradera y general sobre los aspectos negativos de la vida mientras minimiza o se olvida de los aspectos positivos.

Generalmente implica un excesivo temor a cometer errores que pueden ocasionar la ruina económica, perdidas, humillaciones o sentirse atrapado en una mala situación.

Inhibición emocional: Inhibición excesiva de las actuaciones, sentimientos, o comunicaciones espontáneas, habitualmente para evitar la desaprobación de los otros, los sentimientos de vergüenza o el perder el control de los propios impulsos.

  • Inhibición de la ira y la agresividad.

  • Inhibición de impulsos positivos.

  • Excesivo énfasis en la racionalidad a expensas de la emocionalidad.

  • Dificultad en la expresión de la vulnerabilidad o en la comunicación libre de los propios sentimientos, necesidades, etc.

Este esquema es definido por Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter (2005) como la contención excesiva de acciones y sentimientos que dificultan la comunicación espontánea, generalmente, para evitar la desaprobación de los demás. Las personas que presentan este esquema suelen experimentar sentimientos de vergüenza o temor a la pérdida del control de impulsos.

Normas inflexibles/hipocritica: Se refiere a la creencia subyacente de que uno necesita esforzarse en satisfacer las más altas normas interiorizadas de conducta y rendimiento para evitar la critica. Normalmente esto tiene como consecuencias sentimientos de presión o dificultades para relajarse y una excesiva critica hacia uno mismo y hacia los demás.

  • Perfeccionismo: Atención excesiva a los detalles y una infravaloración del propio desempeño con respecto a las normas.

  • Reglas y deberes rígidos en muchas áreas de la vida, incluyendo reglas morales y preceptos éticos y religiosos poco realistas.

  • Preocupación con el tiempo y la eficiencia, la necesidad de lograr más.

Este esquema recibe también el nombre de estándares inflexibles. Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter (2005) lo definen como las creencias relacionadas con el esfuerzo que la persona debe hacer para alcanzar estándares muy altos de conducta y desempeño, generalmente dirigido a evitar la critica.

Castigo: La creencia de que se debería castigar la gente por cometer errores. Implica la tendencia a enfadarse, a ser intolerante, punitivo e impaciente con aquellas personas que no satisfacen las expectativas y las normas. Frecuentemente esto incluye dificultades para perdonar los errores de uno mismo y de los demás debido a que no se tienen en cuenta las circunstancias difíciles ni se aceptan los defectos humanos y tampoco se empatiza con los sentimientos de los demás.

3.2.5 PROCESOS ESQUEMÁTICOS:

Para Young (1999) los procesos esquemáticos son: Mantenimiento, Compensación y evitación.

3.2.5.1 Mantenimiento de los Esquemas: Pueden ocurrir a nivel emocional, cognitivo o conductual. Se refiere a como se refuerzan los esquemas maladaptativos tempranos. Incluyen distorsiones cognitivas y pautas de conducta autoderrotista.

Puede ser:

  • Cognitivo: Se actúa maximizando información congruente con el esquema y minimizando o ignorando información contraria. El sujeto intenta dar validez a su contenido esquemático.

  • Conductual: Los esquemas se mantienen a través de pautas de conducta autoderrotistas. Estas pautas conductuales guiadas por esquemas pueden haber sido adaptativas y funcionales en el ambiente familiar temprano. Por ejemplo, una mala selección de pareja, una persona con un esquema de incompetencia puede elegir como pareja a una persona perfeccionista y de esta manera mantiene su esquema.

3.2.5.2 Evitación del esquema: Según Young (1999) cuando un esquema maladaptativo temprano es activado, el sujeto experimenta altos niveles de afecto (enojo, ansiedad, culpa y tristeza), esta intensidad emocional es usualmente displacentera, por lo cual el sujeto con frecuencia desarrolla procesos tanto automáticos como voluntarios para evitar cualquier activador del esquema o de la experiencia afectiva o emoción conectada con él (Condicionamiento aversivo).

Puede ser:

  • Evitación Cognitiva: Procesos para evitar pensamientos o imágenes que podrían activar los esquemas, por ejemplo, los mecanismos de defensa; la despersonalización por medio de la cual el sujeto se aparta psicológicamente de la situación detonante; el comportamiento compulsivo sirve para distraer al sujeto de focalizar su pensamiento en eventos perturbadores detonantes.

  • Evitación Afectiva: Procesos para bloquear sentimientos que son activados por los esquemas, por ejemplo, conductas autolesivas y procesos automáticos de opacamiento (afecto aplanado).

  • Evitación Conductual: Aislamiento social, agorafobia, entre otras, por ejemplo, un sujeto con un esquema de incompetencia que a priori piensa que va a fallar y basado en esto evita carreras demandantes y no busca promociones o ascensos en el trabajo. Evitando el reto evita el dolor de fallar, sin embargo, manteniendo su mismo cargo en el trabajo comprueba su incompetencia.

Estos esquemas de evitación permiten escapar de la emoción asociada al esquema maladaptativo temprano (Young, 1999).

3.2.5.3 Compensación del esquema: Adoptar estilos cognitivos o conductuales opuestos a los esquemas maladaptativos tempranos, es decir, realizar una sobrecompensación del esquema, por ejemplo, la autosuficiencia del narcisista enmascara la deprivación subyacente. Estos esquemas de compensación generalmente funcionan, sin embrago, a veces sobrepasan el nivel y finalmente se vuelven en contra del sujeto. El esquema de compensación puede ser aparentemente útil, pero muy a menudo deja al paciente desprotegido si el esquema de compensación falla y el esquema maladaptativo temprano aflora.

Metodología

4.1 ENFOQUE

Empírico-analítico

La investigación empírico-analítica tiene un interés técnico que pretende explicar, controlar y predecir un fenómeno social particular, con el fin de generalizar y formular leyes.

La relación de la teoría en este modelo con la pregunta de la investigación, es causal, por lo tanto, se formulan hipótesis que pretenden ser corroboradas o falseadas a partir de la aproximación metodológica al objeto de estudio.

4.2 TIPO DE ESTUDIO

Cuantitativo

El método cuantitativo busca acercar, a través de la recolección, estudio y análisis de grandes cantidades de datos mediante técnicas y tecnología estadística, a las disciplinas sociales hacia las ciencias exactas, todo esto gracias a la conversión de fenómenos sociales, capturados en forma de datos, en números.

Así, estos números pueden ser ahora sometidos a técnicas estadísticas de determinación de probabilidades y permiten no solo explicar fenómenos sociales sino también predecir posibles escenarios futuros.

4.3 DISEÑO

Este va a ser un estudio no experimental, descriptivo comparativo de corte transversal.

Es no experimental porque el investigador no tiene control sobre la variable independiente, en este caso sobre el trastorno antisocial de la personalidad.

Es descriptiva porque busca desarrollar una representación del fenómeno estudiado (trastorno antisocial de la personalidad y esquemas maladaptativos tempranos). Los estudios descriptivos miden variables o conceptos con el fin de especificar las propiedades más importantes.

Además, es comparativa porque se fundamenta en el análisis de dados aplicados a las fuentes, similitud y discrepancia de las variables.

Es un estudio transversal ya que solo tiene un momento de evaluación en el tiempo.

Con el fin de comparar la muestra esta se dividió en dos grupos: Con y Sin TAP.

4.4 POBLACIÓN Y MUESTRA

4.4.1Población

Un Batallón de Infantería de la ciudad de Medellín

4.4.2 Muestra

Se trabajó con todos los soldados disponibles en un Batallón de Infantería de la ciudad de Medellín que aceptaron participar en la investigación.

La muestra fue seleccionada de manera no aleatoria y estuvo conformada por 148 soldados con edades entre 18 y 41 años.

4.5 VARIABLES

4.5.1 Variables demográficas

Se indagó la edad, sexo y estado civil.

4.5.2 Variable criterio

Trastorno antisocial de la personalidad: Representa un trastorno de personalidad activo – independiente, esto significa que los individuos que poseen este trastorno buscan activamente el refuerzo a través de su realización personal. Este trastorno de la personalidad se caracteriza por ambición, persistencia, conducta dirigida hacia un objetivo, una aparente necesidad de control del ambiente y una dificultad en confiar en las habilidades de los demás (Millón, 1994)

4.5.3 Variable de análisis

Esquemas maladaptativos tempranos: Se refieren a estructuras extremadamente estables y duraderas que se elaboran durante la infancia, se desarrollan a través de toda la vida del individuo y son disfuncionales en grado significativo. Estos esquemas sirven como plantillas a través de las cuales se procesará posteriormente la información (Guidano y Liotti, 1978; citado por Young, 1999).

Tabla 1

Operacionalización de variables

Tipo de variable

Variable

Definición

Operacionalización

Variable demográfica.

Edad

Tiempo transcurrido desde el nacimiento.

17 años en adelante.

Variable demográfica.

Sexo

Diferencia física y constructiva del hombre y de la mujer.

1 Masculino.

0 Femenino.

Variable demográfica.

Estado civil

Condición de un individuo en lo que toca a sus relaciones con la sociedad.

1 Soltero.

2 Casado o unión libre.

3 Separado.

4 Viudo.

Variable criterio.

Trastorno antisocial de la personalidad

Se caracteriza por ser un tipo de personalidad agresiva.

0 Ausencia.

1 Presencia.

Variable de análisis.

Esquemas maladaptativos tempranos

Estructuras que integran y adscriben significado a los hechos.

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Tabla 2

Variables de análisis

Esquema de abandono: Los demás son personas inestables emocionalmente e indignos de confianza para prodigar apoyo y vinculación. Implica la sensación de que las personas significativas no podrán continuar proporcionando apoyo emocional, vínculos o protección, debido a que son emocionalmente inestables e impredecibles (Young, 1999).

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 6

Esquema insuficiente autocontrol: Hace referencia a la dificultad generalizada por ejercer control sobre las propias emociones, por limitar la expresión excesiva de las mismas y controlar los impulsos y la poca disciplina empleada para alcanzar las metas.

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 6

Esquema desconfianza abuso: Hace referencia a que las otras personas lastimarán, se aprovecharan o harán a la persona victima de sus abusos, humillaciones, engaños o mentiras.

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 5

Esquema deprivación emocional: Creencia de que el deseo de lograr un grado normal de apoyo emocional no será adecuadamente satisfecho por los otros.

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 5

Esquema de vulnerabilidad al daño y a la enfermedad: Creencia que se dirige hacia la anticipación de catástrofes inminentes e incontrolables.

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 2

Esquema de autosacrificio: Es definido como la concentración excesiva y voluntaria en la satisfacción de las necesidades de los demás en situaciones cotidianas, a expensas de la propia satisfacción.

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 4

Esquema de estándares inflexibles (1 autoexigencia): Creencias relacionadas con el esfuerzo que la persona debe hacer para alcanzar estándares muy altos de conducta y desempeño, generalmente dirigidos a evitar la critica.

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 4

Esquema de estándares inflexibles (2 perfeccionismo): Atención desmedida a los detalles o subestimación del buen desempeño, también puede referirse a reglas rígidas y "deberías" no realistas en muchas área de la vida, incluyendo altos preceptos morales, éticos, culturales o religiosos.

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 4

Esquema de inhibición emocional: Tiene que ver con la contención excesiva de acciones y sentimientos, que dificultan la comunicación espontanea, generalmente, para evitar la desaprobación de los demás.

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 3

Esquema de derecho y grandiosidad: Hace referencia a la creencia de que al persona es superior a los demás, que tiene derechos y privilegios especiales o que no está obligado por las reglas de reciprocidad que guían la interacción social habitual.

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 3

Esquema de entrampamiento: Se refiere a una excesiva implicación y cercanía emocional con personas significativas a expensas de una individuación completa o de un desarrollo social normal.

Cuantitativo

Suma de los valores de los ítems que conforman la variable

Total de ítems: 2

4.6 INSTRUMENTOS

4.6.1 Apartado P del MINI: La M.I.N.I. (Versión 5.0.0) es una entrevista diagnosticada estructurada, de breve duración, que explora los principales trastornos psiquiátricos del eje I del DSM-IV y del CIE-10. Puede ser utilizada para clínicos luego de una breve sesión de entrenamiento.

La M.I.N.I está dividida en módulos identificados por las letras; cada uno corresponde a una categoría diagnóstica. Este instrumento fue validado por de Ferrando, Bobes y Gilbert (1999).

Al comienzo de cada módulo (con excepción del módulo de los trastornos psicóticos) se presentan en un recuadro gris, una o varias preguntas "filtro" correspondientes a los criterios diagnósticos principales del trastorno.

Al final de cada módulo, una o varias casillas diagnósticas permiten al clínico indicar si se cumplen los criterios diagnósticos. (ANEXO 1).

4.6.2 Prueba EMT: El cuestionario de esquemas Young Schema Questionnaire – Long Form Second Edition consta de 45 ítems y evalúa once factores (esquemas). La validez tipo alfa del cuestionario fue de 0.91. El alfa de los factores osciló entre el 0.71 y el 0.85. Este cuestionario fue Validado por Castrillon, Chaves, Ferrer, Londoño, Maestre, Marín y Schnitter (2005).

Los ítems se puntúan según una escala tipo Likert de 6 valores, representando la presencia de los esquemas. (ANEXO 2)

4.7 PROCEDIMIENTO

Este trabajo se llevó a cabo en dos sesiones de evaluación y contempló los siguientes pasos:

  • Presentación y aprobación del consentimiento informado (Anexo 3).

  • Aplicación del apartado P del M.I.N.I (15 minutos aproximadamente – Anexo 1).

  • Aplicación de la prueba EMT (60 minutos aproximadamente – Anexo 2).

4.8 CONSIDERACIONES ÉTICAS

Paralelamente a la realización de la prueba piloto se diligenció la aprobación de esta investigación en el Comité de Bioética de la Universidad San Buenaventura, la cual afirmó que ésta corresponde a mínimo riesgo, el cual se da "cuando se realiza alguna intervención en el sujeto para los requerimientos de cuidado y tratamiento, y al realizar éstos se toma información" (Artículo 11 de la Resolución 008430 del Ministerio de Salud de Colombia, del 4 de octubre de 1993).

Esto teniendo presente que la participación de los sujetos en la investigación consistió en contestar una serie de cuestionarios sobre el trastorno antisocial de la personalidad y esquemas maladaptativos tempranos permitiendo que los resultados de las evaluaciones sean utilizados en la preparación de publicaciones científicas, siempre y cuando se conserve en el anonimato su identidad. Se aclaró que en caso de detectarse una dificultad en torno a la salud mental, estabilidad psicológica y física, el participante será informado ampliamente y el equipo investigador recomendará el tratamiento adecuado más no asumirá los gastos del mismo. Igualmente que los investigadores no se recibirán honorarios económicos por la participación, al igual que se reservará el anonimato aún cuando no sean publicados los resultados.

4.9 PROCEDIMIENTO ESTADISTICO

Se utilizó el programa estadístico SPSS versión 15.0, para el análisis estadístico respectivo. El procedimiento constó de 3 fases: La primera fase, denominada análisis de normalidad de las variables, se efectuó con la prueba estadística Smirnof-Kolmogorov para definir si el análisis se realizaría con pruebas paramétricas o con pruebas no paramétricas. 

La segunda fase, denominada comparación de medias, se efectuó con la prueba estadística paramétrica ANOVA para las variables que presenten normalidad y con la prueba estadística no paramétrica U de Mann Whitney para las variables que no presenten normalidad. En ambos casos, se obtuvo un valor p que reflejó la existencia o no de diferencias significativas.

Por último, se realizó un análisis de componentes principales a través del método de extracción para identificar las funciones en cada uno de los grupos y compararlas.

Resultados

5.1 ANALISIS DESCRIPTIVO DE LA MUESTRA

La muestra con la cual se realizó esta investigación, estuvo conformada por 148 adultos de sexo masculino pertenecientes a las Fuerzas Militares, de los cuales el 80,4% presentaron un diagnóstico de TAP. Con relación a la edad, la media de la muestra total fue de 20,4 y desviación estándar DE 3,6, con un rango de edad de 18 a 41 años. La media entre los grupos también se mantuvo en 20 años, con una DE aproximada de 3. El estado civil de los participantes es en su mayoría fue soltero con un 85,1% (ver tabla 3).

TABLA 3

Estadísticas descriptivas de las variables demográficas en 148 adultos de una muestra militar colombiana

VARIABLES

MEDIA (DE) 20,4 (3,6)

Con TAP

Frecuencia

(Porcentaje)

Sin TAP

Frecuencia

(Porcentaje)

TOTAL

DIAGNOSTICO

29 (19,5)

119 (80,4)

148 (99,9)

 

EDAD

 

 

 

18 a 19

14 (48,3)

65 (54,7)

79 (53,3)

20 a 24

14 (48,3)

42 (36)

56 (37,8)

25 a 29

0 (0)

6 (5)

6 (4,0)

30 a 37

1 (3,4)

2 (1,6)

3 (2,0)

38 a 41

0 (0)

2 (1,6)

2 (1,3)

 

ESTADO CIVIL

 

 

 

Soltero

27 (93,1)

99 (83.2)

126 (85,1)

Casado o Unión libre

2 (6,9)

9 (7,6)

11 (7,4)

5.2 ANALISIS COMPARATIVO DEL GRUPO DE SOLDADOS CON UN GRUPO POBLACIÓN NORMAL

Ya que no se encontraron diferencias significativas al cotejar las medias de los dos grupos de la muestra militar, esta fue comparada con las medias de estudiantes universitarios (grupo población normal). Se realizó el análisis comparativo de medias con la prueba estadística T para una muestra, la cual arrojó diferencias significativas en la mayoría de los esquemas, con puntuaciones superiores en las medias de la muestra militar. Solamente en dos de los esquema no se reportaron dichas diferencias: Deprivación emocional e inhibición emocional (ver tabla 4, figuras 1,2, y 3).

TABLA 4

Análisis comparativo del grupo de soldados con un grupo población normal

Subescalas Esquemas Maladaptativos Tempranos

Grupo de soldados

n= 148

Grupo población normal

n = 1419

T

P

MEDIA

(D.E)

MEDIA

(D.E)

Esquema de abandono

19,71

8,308

16,09

7,47

5,300

0,000

Partes: 1, 2, 3
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