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Historias de un pasado reciente
Las transformaciones que la economía argentina experimentó en los años 90 sentaron las bases para las oportunidades y desafíos que se esperan para el siglo XXI. Pocos países en el mundo realizaron un cambio estructural de la magnitud del que experimentó la economía argentina en tan poco tiempo. La crisis de los años 80 determinó el fin de una era en la Argentina, caracterizada por alta intervención del Estado en la economía, grandes desequilibrios macroeconómicos y un continuo deterioro económico y social.
El decenio de los años noventa muestra a la economía argentina inmersa en un proceso de profundos cambios estructurales, que suponen transformaciones no menos radicales en los patrones de comportamiento de los distintos agentes económicos. Tales mutaciones provienen, en última instancia, de modificaciones sustantivas en la propia orientación de las políticas públicas que, como tales, han contribuido a la reconfiguración de algunos de los ejes ordenadores de la economía. La remoción de una amplia gama de normas regulatorias, la liberalización comercial y financiera externa, los abarcativos y acelerados procesos de privatización de empresas públicas, su funcionalidad con el Plan de Convertibilidad, conllevaron comportamientos muy disímiles de los distintos sectores de actividad y de los diversos tipos de empresas, así como la profundización del proceso de concentración y centralización del capital.
A pesar de los aspectos positivos de las reformas de los años 90, el comienzo del nuevo milenio encuentra a la Argentina en una profunda crisis económica y una renovada polémica con respecto a las políticas económicas que deberían adoptar hacia el futuro.
Parte de los problemas que la economía argentina sufre hoy tiene su origen en un deterioro de la situación económica Internacional. Pero la prolongada recesión no tiene su origen sólo en factores externos. Todavía subsisten demasiadas "vacas sagradas" en el sector público que han resultado políticamente inviables de eliminar y que responden claramente a intereses sectoriales y no al bien común.
El objetivo de este trabajo es intentar explicar, en base a un artículo de Hugo Nochteff, como las políticas aplicadas en la Argentina en la década de los noventa condujeron a una burbuja liderada por el endeudamiento y las privatizaciones, y no al desarrollo.
Este "intento" de argumentación se basa en el análisis del período y en un conjunto de hipótesis sobre la interacción entre las instituciones y la élite económica. Consideraremos para llevar a cabo el análisis del comportamiento de la economía, el concepto de cuasi-renta; pudiendo distinguir entre éstas las de desarrollo, en sentido ricardiano (diferencial o vinculada a rigideces de oferta) o schumpeteriano (por innovación tecnológica); y las cuasi rentas de privilegio –que no son rentas de desarrollo- sino que pueden perpetuarse. Justamente las cuasi rentas de privilegio alientan la formación de "burbujas", porque elevan el valor de los activos por encima del valor sustentable en el largo plazo, generando inconsistencias intertemporales.
Todo empresario busca maximizar las ganancias, minimizando los costos y los riesgos, o sea con el mínimo de inversión y de cambio tecnológico, esto implica que si puede obtener cuasi rentas de privilegio o ricardianas no buscará cuasi rentas schumpeterianas o tecnológicas. En consecuencia, los capitalistas en general no son innovadores.
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