El desafío del futuro de la formación inicial y la educación continua de los formadores (página 2)

Así, por ejemplo, Dewey (1971) considera tres aspiraciones educativas o fines fundamentales: el desarrollo natural, para lo que "la conclusión no es educar aparte del ambiente, sino ofrecer un ambiente en el que puedan dedicarse a usos mejores los poderes congénitos" (p. 131); la eficacia social, que viene a traducirse como socialización, como buena ciudadanía, como capacidad para ganarse la vida sin ser un lastre para los demás, como correcto uso de la riqueza, de los medios y de los productos de la industria; y, por último, la cultura, en cuanto supone de cultivo y maduración de la persona.

Pilares de la educación

Existen esfuerzos por lograr definir los fines de la educación que han emprendido organizaciones mundiales A principios de 1993 fue establecida oficialmente la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, financiada por la UNESCO y presidida por el Sr. Jacques Delors que junto con un grupo de otras 14 eminentes personalidades del mundo entero, procedentes de diversos medios culturales y profesionales, dedica la mayor parte de su quehacer a plantear soluciones y alternativas para la educación en este siglo.

Delors (1994) argumenta que existen cuatro pilares sobre los que descansa la educación en su tarea de formar y educar a los estudiantes y son: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser; comprender estos pilares es primordial si queremos entender la finalidad de la educación, es por esto que los describo enseguida.

• a. Aprender a conocer

Este pilar alude a la dimensión cognitiva del proceso educativo, de manera generalizada atiende a la concepción tradicional de que la escuela es un lugar donde de manera única y exclusiva se transmiten y adquieren conocimientos en su mayor parte teóricos.

Aquí Delors ser refiere a una de las finalidades de la escuela que es la parte formal y atiende el lado intelectual de la persona consiste en adquirir los instrumentos del conocimiento y hace énfasis en los métodos que se deben utilizar para conocer.

Posibilita aprender a comprender el mundo que nos rodea al menos suficientemente para vivir con dignidad, desarrollar sus capacidades y comunicarse con los demás combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. Lo que supone, además, aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.

• b. Aprender a hacer

Consiste en preparar a alguien para una tarea material definida, para que participe en la fabricación de algo, este aspecto se prioriza de manera sustancial en el enfoque de la instrucción actual ya que la educación por competencias se basa precisamente en este pilar, sin dejar de fomentar las dimensiones restantes, los educadores debemos tener cuidado de no sobrevalorar este aspecto ya que es necesario el equilibrio y el desarrollo de todas las potencialidades humanas del estudiante.

Este pilar promueve que en lugar de conseguir una cualificación personal (habilidades) se hace necesario adquirir competencias personales como trabajar en grupo, tomar decisiones, relacionarse, crear sinergias, mismas que se ven reflejadas en los programas de estudio de la nueva reforma, desde educación básica hasta la superior.

• c. Aprender a Convivir

Alude a la dimensión social del proceso educativo, plantea la diversidad como un elemento necesario, como una riqueza que ha de ser tratada adecuadamente para igualar (en sentido de equidad) a todos y así evitar conflictos, plantea la cuestión de la empatía. Entender que el otro tiene razones tan justas como las mías para discrepar, desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia.

Es aquí donde el trabajo grupal toma importancia, pues la sociedad moderna precisa de personas que sepan trabajar en equipo, realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y la paz.

• d. Aprender a Ser

Consiste en el desarrollo total y máximo posible de cada persona, plantea la necesidad de que cada ser humano debe estar en condición de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico para elaborar un juicio propio, para determinar por sí mismos qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida, es en este punto donde el sentido crítico, la reflexión, el autoanálisis, adquiere importancia para el desarrollo del estudiante como persona, no solo como producto de una sociedad basada en el consumo, deja de ser objeto para ser un sujeto con pensamiento propio.

Es necesario considerar los cuatro pilares como una herramienta orientadora, que nos indican que es lo que busca la educación, cada uno de ellos nos indica un complemento, de ninguna manera debemos verlos como optativos, más bien, es necesario verlos desde una dimensión sinérgica y complementaria, pues cada uno atiende a un aspecto diferente de la educación integral del ser humano, aprender a conocer (aspecto teórico, científico), aprender a hacer (aspecto tecnológico), aprender a convivir (aspecto social), aprender a ser (aspecto humano, trascendente).

Nuestro Sistema Educativo ha dado prioridad a las dimensiones cognitivas, a las relacionadas con el conocimiento y ha dejado de lado las dimensiones afectivas es por esto necesario actuar de manera congruente con las finalidades de la educación para lo cual propongo:

• 1. Que los enseñantes adquieran los conocimientos y habilidades propias del crecimiento personal, poniendo más atención a sus procesos de vida y desarrollando actitudes de empatía para con los alumnos.

• 2. Dedicar espacios y acciones claramente delimitados en las planeaciones, que tengan como propósito el desarrollo de las dimensiones afectivas de sus alumnos.

• 3. Ofrecer espacios de crecimiento personal a los docentes, como parte de la capacitación permanente.

Referencias

Ardoino, J. (1980). Perspectiva política de la educación. Madrid: Narcea.

Delors, J. (1994):"Los cuatro pilares de la educación" En La educación encierra un tesoro. El Correo de la UNESCO, pp. 91-103

Delval, J. (1990). "Observaciones acerca de los objetivos de la educación", en Revista de Educación, núm. 292, pp. 157-190.

Dewey, J. (1971). Democracia y educación. Buenos Aires: Losada, 7ª ed.

González H., A., Madrid, J. M. y Sáez, J. (1996). Lecturas socio-políticas de la educación y compendio de legislación escolar. Murcia-Barcelona: DM-PPU.

Autor:

Rodolfo González Hernández

ESCUELA NORMAL PARA EDUCADORAS DE ARANDAS

HUMANIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA COMO FINALIDAD ÚLTIMA DE LA EDUCACIÓN