Basicaísmo: Acción Basada en el Conocimiento Previo de las Cosas y la Vida

Dedico este discurso a las personas que viven en una burbuja artificial y a todos aquellos que no creen en el poder del conocimiento previo ni dan importancia a la existencia de los antecedentes u orígenes de la vida y las cosas; igualmente, va para los poseedores de una cultura limitada o errada y que se aferran a la frivolidad materialista.

El Basicaísmo es una palabra nueva y utilizada por su autor desde el año 1990, y tiene un significado filosófico amplio y puede aplicarse en casi todas las áreas del saber humano. En síntesis, puede decirse que es parte de un doctrina principista que nos enseña a valorar los elementos básicos necesarios para una realización determinada. Este pensamiento conceptual ha sido fundamentada y desarrollada por quien escribe este discurso, a lo largo de su labor como voluntariado cultural y artístico, el mismo que se ha extendido por más de 30 años, un gran tiempo de vivencias, experiencias, reflexiones, estudios y acciones al mismo tiempo.

Sostengo que el Basicaísmo es una tendencia del pensamiento lógico de los primeros pasos, de los principios elementales de todo saber, al mismo tiempo, constituye una afirmación de la consistencia y trascendencia de los hechos perdurable, y que hace reconocer y valorar las propiedades del inicio o el origen de la vida y las cosas. Por ejemplo, he comprobado que la cultura de la estimulación temprana es la base para el crecimiento y desarrollo intelectual del ser humano.

Toda estimulación es activadora de las energías internas básicas y luego ellas crearán el movimiento que es igual a funcionamiento. Tales fundamentos son claves para la formación, la construcción o el crecimiento de todo lo que existe. Y todo origen o inicio debe estar asentado sobre bases fuertes y correctas, de lo contrario no habrá un sostén apropiado, será frágil y puede derrumbase con facilidad.

Otro ejemplo, si sabemos que la vida humana tiene un origen bioquímico, que se inicia con la atracción sexual seguido de la concepción de un nuevo ser, lo primero que tenemos que hacer es conocer y cuidar el momento del origen o inicio de la relación entre mujer y hombre. Un soporte sólido, correcto y apropiado entre ambos, garantizará una concepción normal y sana, por tanto llegará un nuevo ser en condiciones óptimas.

Todo individuo debe tener información sobre el ciclo de la vida humana, y entender que la fecundación resulta de la unión de dos gametos, un ovulo y un espermatozoide, que se desarrolla en el útero femenino, un órgano apropiado y absoluto. Por tanto, aquella unión que es el punto de inicio necesita tener las mejores condiciones, donde la mujer como el hombre debiera dar sus capacidades y habilidades plenas.

Pero, la realidad nos demuestra que las parejas enfrentan limitaciones, vacíos y carencias no sólo orgánicas sino también intelectuales y culturales que los hará actuar por el instinto coital antes que por el conocimiento o la información. Una mayoría desconoce el valor del saber básico de la procreación y no lo tomará en cuenta en sus decisiones. Sólo obedecerá a su necesidad corporal sexualizada.

En 30 años de voluntariado cultural y artístico, pude comprobar que aún pervive una "debilidad mental" y una "ignorancia peligrosa" entre los actores de la sociedad especialmente jóvenes y adolescentes. A los protagonistas sociales, no les interesa manejar los conocimientos científicos y hasta son reacios a auto proveerse de una preparación consciente para asumir sus responsabilidades.

La inmadurez intelectual es un factor gravitante y determinante en la toma de decisiones, por eso un individuo con un cerebro precario y vacío, es probable que tenga un sentimiento aturdido por la superficialidad y fragilidad, mejor dicho tendrá inclinaciones por aceptar lo fofo, lo inapropiado, lo insustancial de las relaciones y las categorías.

Queda claro que no existe una cultura de aprecio por el conocimiento elemental o fundamental, pocos se interesan por descubrir, estudiar y conocer la verdad del origen de la vida y las cosas. Son muy escasos los que creen en el "saber previo" y eso hace que exista una cultura superficial generalizada y dominante en la sociedad.

Casi todos prefieren aceptar el modelo débil de la superficialidad, del entorno material, de lo cosmético, de las apariencias y lo artificial. Al humano tampoco le importa establecer bueno cimientos de orden intelectual, prefiere lo superfluo, lo casual, la improvisación banal y el rápido descarte.

El término "Basicaísmo" ha resultado de la unión de la palabra: "básica" y el sufijo "ismo". Desde entonces pasó a ser una tendencia de mi actuación personal y profesional, además una de mis palabras favoritas pues los usé en todo discurso, encuentro o charla que organizaba periódicamente. Muchas veces he explicado su sentido teórico, doctrinario y filosófico, al mismo tiempo procuraba animarlos a ser "Basicaístas", mejor dicho a actuar como defensores de los valores éticos del empoderamiento inicial, como son: anticipación, prevención, preparación previa, y la antesala de todo lo que se puede hacer o lograr en cualquier tiempo y lugar.

Desde el primer día de su escritura y manejo, el Basicaísmo era un vocablo llamado a convertirse en el motor de un "comenzar nuevo", de acometer un desafío y hacer de todo inicio, una apertura benévola para el emprendimiento innovador. De este modo la cultura del conocimiento básico, elemental y estimulante pasaba ser una llave para llegar a la profundidad de los conceptos y las leyes. "Si no sabemos el origen, la causa, de los hechos o problemas no conoceremos los efectos o resultados".

Ser Basicaísta, es admitir el poder de la preparación anticipada algo así como establecer un cimiento sólido, para sobre él ejercer una propia construcción, además los Basicaístas se convierten en animadores conscientes y preparados para dirigir a usar las energías intelectuales y su influencia en la toma de determinaciones para comenzar una acción sostenida. Los estímulos y elementos básicos los necesitamos todos los días y en todas las actividades.

El Basicaísmo se opone a la superficialidad y la fragilidad de los procedimientos inciertos, por eso se alimenta de fuentes reales de la vida, y va configurándose con las virtudes inherentes al conocimiento cierto y sustentable de los hechos y las realidades humanas, por tanto afirma que "todo humano debe asimilar los nutrientes elementales, antes que cualquier otro componente de grado superior". El ser humano, desde su nacimiento debe saber establecer bases reales y sólidas en cada uno de las etapas de su crecimiento y desarrollo integral.

El poner bases indestructibles a todo hecho humano sean personales o grupales, ayudará a sostener toda la estructura que se establezca sobre ellas, además garantizará la multiplicación de los adecuados soportes de la estabilidad. Los hechos trascendentes son aquellos que resultan de un pensamiento libre y científico que privilegie los beneficios de la investigación, la información y el conocimiento, y estos son los preceptos que deben incluirse en la agenda de los aprendizajes cotidianos.

He sido Basicaístas y como tal he comprendido y creído en el valor, en la calidad y en la importancia que tienen los iniciadores, los primeros pasos, las materias primas, las ideas, las intenciones, los insumos; porque ellos son los componentes básicos para cualquier realización. Además supe que todo inicio debe ser un hecho fortalecido y sostenido para que nunca sea derribado ni destruido.

Auguro que las tendencias Basicaístas ganarán mayor consideración dentro las preferencias humanas y no dudo que el desarrollo personal y colectivo debe estar basado en los principios de las buenas aspiraciones y realizaciones humanas y humanistas. El comienzo de todo hecho humano debe ser una partida sostenida en antecedentes, y los antecedentes están constituidos por los conocimientos previos.

De este modo, cualquier actividad humana debe sustentarse en el conocimiento de los elementos básicos, y todo individuo en edad activa está obligado a adquirirlos por necesidad lógica. Y hay que decir que gran parte de los elementos esenciales se encuentran en la misma realidad y en el bagaje de la información pre existente. El acopio o búsqueda de los elementos básicos del conocimiento será crucial para un progresivo avance en todos los campos de la vida.

Espero que el Basicaísmo sea incluido como un procedimiento insustituible, vinculante y unificador de toda obra creativa e innovadora e impulse las perspectivas superiores del saber y cuando éste sea considerada como un tema de necesidad general, ya podría hablarse de un método efectivo para el fortalecimiento cultural y al mismo tiempo pasará a ser un instrumento aliado defensor y preventivo de errores o fracasos posteriores.

Cuando decidan comenzar una actuación o una obra, en cualquier campo o tiempo siempre tengan presente los poderes del conocimiento anticipado, porque nada es casual, todo tiene un sustento que es la base del ordenamiento científico y también emocional. Les recomiendo seguir el camino correcto de las realizaciones exitosas, y propónganse superar los modos autómatas, instintivos, costumbristas o por imitación.

Queridos amigos y amigas, como es mi costumbre los invito a ser "basicaístas" en sus hogares, en la escuela, en el grupo de amigos, y divulguen la importancia de conocer, valorar y aplicar los elementos fundamentales, los antecedentes, y todos aquellos insumos intelectuales que ya existen. Si eso sucediera, todos seremos ganadores y nuestra sociedad tendrá cosas bien elaboradas más durables y mucho más avanzadas en todo orden de cosas.

Como voluntario los convoco a ser pioneros, fundadores, iniciadores, generadores de sabiduría, sientan en sus mentes y cerebros la necesidad de elevar la valoración del "componente científico, emocional e intelectual". Tomen decisiones que atraigan los elementos primarios y naturales. Ello significará comenzar bien, emprender correctamente, tomar fuente creíbles y claro está aumentará y mejorará la calidad de la información y vinculación con la realidad. Hoy, disponer de una base cultural funcional, es necesaria como indispensable en todo proceso de construcción o formación de la vida y las cosas.

Concluyo este discurso, diciendo que "todo ser humano tiene derechos y deberes que cumplir, desde cuando nace hasta la muerte, y uno de ellos es nacer y crecer dentro una atmósfera intelectual", sin menoscabo de los otros componentes físico-ambientales. Ya es mucho el tiempo despilfarrado en banalidades, pues los humanos por diversas influencias, nos hemos sometido a la manipulación perversa y a la adicción materialista y del dinero, y eso nos está conduciendo a un fango putrefacto de superficialidad e iniquidades. RCHV.

SEAMOS BASICAÍSTAS DEL CONOCIMIENTO PREVIO DE LA VIDA Y LAS COSAS.

Autor:

Reynaldo Charres Vargas

Perú, 2011.

Documento de distribución gratuita vía Internet.