Volver al Padre (la Biblia de Jerusalén)

Partes: 1, 2

INTRODUCCIÓN

Antes de iniciar este escrito, le he pedido al señor que me ilumine con su Espíritu divino para no generar ninguna clase de discusión dañosa sobre este tema.

El enfoque que se le dará, ni yo mismo lo se, solo se que me atropellan en la mente un cúmulo de ideas que galopan velozmente y si no las saco me atropellan.

De ante mano pido disculpas si hiero algún tipo de susceptibilidades, pero este escrito no pretende cambiar doctrinas ni atacar a nadie ni a nada en especial, solo se fundamenta en la verdad escrita en la Biblia.

Señor Dios Omnipotente, guía este escrito para que tu verdad sea la que ilumine el camino escogido, que tu Espíritu Divino dicte cada palabra para que sea escrita en cada corazón y te adoren en Espíritu y en verdad.

Amen.

Pbro. Jimy Bula Gianmaria.

Sacerdote Misionero por la gracia de nuestro Señor Jesucristo y para siempre.

PRIMERA PORCIÓN

"En el principio creó Dios los cielos y la tierra, Génesis 1.1"

"La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. Génesis 1. 2"

En todas las traducciones conocidas de la Biblia, se encuentra el plural de cielo en la creación, bien lo confirma el apóstol Pablo cuando nos dice en "II corintios 12: 2 Sé de un hombre en Cristo, el cual hace catorce años – si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe – fue arrebatado hasta el tercer cielo"

Creó el señor varios cielos, suponemos que diferentes al de su propio hábitat, los creó y también creó la tierra, ahora la pregunta es ¿Quién o quienes habitan o habitaban esos cielos? Por lo pronto nos vamos a centrar en la tierra, al ser creada, nos dice la escritura que esta "era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo" la tierra fue creada por Dios, por encima del abismo, y por consiguiente su población animal, vegetal y el hombre por supuesto.

El plan de el creador para nosotros era perfecto, dice la escritura," Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.» Génesis 1. 28"

El hombre había sido creado superior a los animales y vegetales y su misión, era ser fecundos, henchid la tierra y someterla, mandar sobre todos los animales, del mar, del aire y de la tierra. Era el hombre, creado y formado (Hombre y mujer) el que ejercería la soberanía sobre la creación del altísimo.

Ya algo grande y terrible había sucedido en el reino del creador, ya existía una caída antes que se generara la nueva creación.

Nos cuenta la escritura en "Isaías 14. 13 Tú que habías dicho en tu corazón: «Al cielo voy a subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión, en el extremo norte.

14 Subiré a las alturas del nublado, me asemejaré al Altísimo.

15 ¡Ya!: al seol has sido precipitado, a lo más hondo del pozo.»"

La maldad ya estaba rondando la creación del Dios de la vida, al acecho para truncar los designios del altísimo, porque siempre quiso ser semejante y estar por encima del Creador, el Dios del universo.

Ya el mal estaba tramando e ideando la forma como desbarataría la creación.

Adán y Eva, los primeros hombres de los cuales se pudo fundamentar una familia perfecta, estaba lista, eran como niños, no conocían la mentira, ni la maldad, ni los deseos, ni había malicia en sus corazones, eran perfectos.

Dios nos creó a imagen y semejanza, pero no exactamente iguales " Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó. Génesis 1. 27"

Fuimos creados con un porcentaje altísimo de divinidad y un poco de libre albedrío "El fue quien al principio hizo al hombre, y le dejó en manos de su propio albedrío. Eclesiástico 15. 14"

Esta libertad es de la que vamos a hablar mas adelante, por lo pronto regresemos al Génesis.

Decíamos que los primeros seres vivientes (Hombre y mujer) eran puros y colmados de inocencia "Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro. Génesis 1. 25"

Dios el creador se sintió satisfecho, su obra estaba lista, y descansó. "Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardeció y amaneció: día sexto. Génesis 1. 31"

El Señor en su grandeza, misericordia y bondad, le entregó casi todo lo creado al hombre y antes de tener el primer hombre su compañera idónea, le impuso una norma, como único código de obediencia.

"Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.» Génesis 2. 16 y 17"

¿Era fácil, no lo creen? Además de ser extraordinario, ser el rey de la creación era sencillamente extraordinario y solo debía ser obediente con el santo de los santos.

En este momento todo estaba perfecto, faltaba la ayuda idónea para Adán para completar la creación, todo estaba dado.

Yo me pregunto ¿Qué generación hubiera salido de estos seres creados y formados llenos en su gran mayoría de su ser de la esencia Divina?, Solo por un instante pregúntense esto.

Con seguridad que hubiera sido una generación llena de amor, inocencia, belleza, lealtad, obediencia, sabiduría, en otras palabras se estaba formando un nuevo reino de Dios. "Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; Génesis 1. 28" Fue el mandato del creador.

Pero …… .. .. Siempre existe un pero en nuestros días desde aquellos tiempos. El espíritu del engaño y la contradicción estaba también en la creación, ya estaba lleno de odio y envidia, había caído y su espíritu engañador pretendía destruir ese reino hermoso.

Primero hizo el cambio de la inocencia por la malicia, segundo sembró el engaño y tercero consumó sus planes.

"La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?» Génesis 3. 1" La astucia de ese ser era grande, hace a la mujer una pregunta aparentemente inocente para entrar en confianza.

"Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.» Génesis 3. 2 y 3"

Ya estaba el cebo que le servía de carnada, la mujer en su inocencia respondió y le abrió las puertas de su corazón y de inmediato entró en ella.

"Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis. Génesis 3. 4"

Aquí le infundió la duda, la astucia de este ser es incomparable, inmediatamente continua su trabajo sin dar tregua y le infunde deseos y vanagloria, analicen esto, Satanás no ha cambiado su estrategia, lo hizo de igual forma con el maestro Jesús allá en Lucas 4 del 1 al 13.

Y continuó con la cizaña. "Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.» Génesis 3. 5"

Hubo desobediencia, falló el hombre, se rompió la alianza Dios – hombre y por tanto la descendencia de estos primeros seres quedaría marcada.

Ya no podía ser la familia ideada por y para Dios porque el libre albedrío la había condenado. Habían muerto, pero esta muerte no era una muerte física, era un rompimiento con el creador por la desobediencia realizada en ese entonces, Dios los saca de su jardín y lo cierra para que no se continuara la reproducción de falla en el hombre. "Y dijo Yahveh Dios: «¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre.»

Y le echó Yahveh Dios del jardín de Edén, para que labrase el suelo de donde había sido tomado. Génesis 3. 22 y 23"

Se había cerrado la puerta del reino de dios.

Hasta aquí ese final feliz del descanso del santísimo creador en el día séptimo de la creación, se había truncado. El hombre continuaría con su descendencia dominada por el poder del mal, y esa descendencia llena de amor y bondad y lealtad se confundiría con el odio y la maldad.

La familia ideal se había interrumpido, se había roto todo lazo de amor y benevolencia del creador con sus creados, El Dios de la vida estaba muy dolido.

La pequeña porción que le correspondía cultivar al hombre para dar cumplimiento a la creación con una descendencia sana y llena de amor, había consumido la Divinidad del hombre hasta hacerlo caer y apartarse de la gracia Divina del todopoderoso. La unión estaba rota, no había nexos de amor hacia el hombre porque este había desobedecido prefiriendo la influencia del mal, Dios estaba apartado del hombre.

Primer acercamiento.

Nacen de la unión de Adán y Eva dos hijos varones, uno llamado Caín y otro llamado Abel. "Pasó algún tiempo, y Caín hizo a Yahveh una oblación de los frutos del suelo. También Abel hizo una oblación de los primogénitos de su rebaño, y de la grasa de los mismos. Yahveh miró propicio a Abel y su oblación, Génesis 4. 4 y 3"

Nótese que ambos hicieron ofrendas a Dios, sin embargo el ofrecimiento de Abel era de las primicias mientras que el de Caín era de los frutos, ahí estaba la diferencia, El Señor miro con amor a Abel porque le encontró amor, sin embargo la maldad lo eliminó.

Continuó la descendencia y se pobló la tierra con los hijos de Adán y Eva y la descendencia de estos por parte de Caín, Set.

Nos cuenta la Biblia que por parte de Caín hubo seis generaciones hasta NAAMÄ y por parte de Set hubo nueve generaciones hasta Cam hijo de Noé.

Dios aun veía al hombre con mucho amor, es así como se llevó a Henoc en cuerpo "Henoc anduvo con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó. Génesis 5. 24"

La maldad continuaba su plan de destrucción, Dios estaba dolido en su corazón pero no se apartaba totalmente de su creación. "Viendo Yahveh que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, Génesis 6.5"

Se arrepintió el Señor, el Dios de la vida al observar el sometimiento del hombre ante el mal. "le pesó a Yahveh de haber hecho al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón. Génesis 6. 6"

No aguantaba más su desilusión, al ver como el hombre se consumía cada vez más en su libre albedrío y escogía el camino del mal. Quiso el Todopoderoso acabar con el hombre y su reino exterminándolo de el haz de la tierra. "Y dijo Yahveh: «Voy a exterminar de sobre la haz del suelo al hombre que he creado, – desde el hombre hasta los ganados, las sierpes, y hasta las aves del cielo – porque me pesa haberlos hecho. Génesis 6. 7"

El podía hacerlo, era el creador y tenía todo el poder y la autoridad para hacerlo, pero su infinito amor lo hizo volver sobre su misericordia. "Pero Noé halló gracia a los ojos de Yahveh. Génesis 6. 8"

Y la creación se volvió a salvar. Pensemos un momento en tantos años de historia, cuantas personas descendientes de Adán y Eva fueron agradables a los ojos de Dios, por su corazón sin corrupción, Abel, Henoc y Noé, el señor quiso hacer nueva alianza con ellos, reestablecer su linaje en el hombre, linaje que se había perdido desde los tiempos del inicio con Adán y Eva.

Noe halló gracia a los ojos de Dios y nuevamente se salvó la humanidad, pero la maldad siempre ha estado suelta y aunque los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres, aun así cundió el mal y el Señor se decide a terminar una vez por todas con lo creado y empezar de nuevo. "Dijo, pues, Dios a Noé: «He decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he aquí que voy a exterminarlos de la tierra. Génesis 6. 13"

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