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La lista final y el viaje para el cual uno nunca se prepara

Enviado por Dallys Kaa de Palma


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Brevedad de la vida
  3. Elaboración de la lista
  4. Cambio generacional
  5. Apegos y desapegos
  6. Conclusiones y Recomendaciones
  7. Bibliografía

La lista y el viaje final para lo que uno nunca se prepara, es producto de una reflexión y más que nada, un escrito para hacer docencia sobre un tema que todos lo vemos como algo que está lejos, y por cierto, algunos lo ven con mucho temor.

Es por estas y otras razones que al leer la columna semanal del suplemento periodístico Ellas en el Diario La Prensa, escrita por el Lic. José S. Canto, nos agradó como el autor nos invita y nos pregunta "¿está preparado para el viaje final?".

En las siguientes líneas desarrollaremos en cuatro partes, un tema que a nuestro modo de ver debe tomarse en cuenta en nuestras vidas, esta primera etapa la titulamos brevedad de la vida; es la época en que estamos dedicados al trabajo, casa e hijos entre, otras cosas. Nos empeñamos en el presente y pensar en el ahorro, si las circunstancias así lo permiten. Con este pensamiento se vive esta etapa de la vida, por cierto a nuestro parecer muy efímera.

La segunda parte se denomina elaboración de la lista, que es la época de los grandes sueños, planes, casas, educación de los hijos, ahorrar, o decidir no hacerlo, por la simple razón que los gastos superan a los ingresos. Es el momento de hacer elecciones y selecciones y por supuesto postergaciones. El tiempo pasa y hay mucho que hacer como por ejemplo: escoger el colegio al que deben ir los hijos, la educación de los mismos y lo que encierra levantarlos a todos, con principios y valores para forjar hombres y mujeres de bien.

En la tercera parte nos referiremos brevemente sobre lo que trae consigo el cambio generacional. A veces pensamos que el tiempo no avanza. Falso la vida pasa como un relámpago. A veces nos imaginamos situaciones que creemos que nunca se presentarán.

En la cuarta parte nos centramos en nuestros apegos y desapegos. En este sentido, reconocemos que toda persona tiene sus bondades y defectos. Pero como humanos, somos tremendamente sensibles y en algunas ocasiones, nos tornamos profundamente rencorosos.

Pues bien, el tiempo pasa y en verdad, hay necesidad de confeccionar una lista de nuestros haberes y nuestros deseos, con la intención, que en caso de faltar, sirva de punto de apoyo para realizar una catarsis tan necesaria en el ámbito familiar en éste momento, y hay que confeccionarla con la finalidad de no herir susceptibilidades ni crear desencantos.

En términos generales, el ser humano elude el tema, tanto con amigos como con los familiares. Sus razones cada cual las guarda y posiblemente, lo consulte con la almohada. Es posible, que en el fondo nuestro, sea el temor a ese momento, que nos durmamos y nos despertamos con miedo. Pero es que hay muchos tipos de miedos. Uno de ellos es el miedo a la vida, pero con la vida viene la muerte. Entonces nos preguntamos ¿cómo será la vejez?, ¿cuál será la mejor actitud para recibirla y vivirla?, sin dejar por fuera las enfermedades. Y a pesar de que, desde que nacemos empezamos morir, evadimos y reemplazamos este tema con cualquier argumento: La famosa evasión y postergación.

En la vejez pensamos sencillamente, que en mi juventud era mejor. Es decir, la vida era como comerse un guineo. Pero con el pretexto de que tenemos juventud, pensamos que el tiempo es lo que nos sobra. Tenemos entendido que la vida tiene sus etapas. Primero está establecido que la niñez está comprendida entre los 4 a los 10años, la adolescencia entre 14 a 21 años, la fugaz juventud entre 18 y 25 años, la madura está comprendida entre 30 a 55 años, la temida vejez 55 a 65 años y finalmente, a partir de los 70 años en adelante, la ancianidad. La información que acabamos de plasmar y fue tomada de un documento que se titula: "Etapas de la vida", en http://www.scribd.com/doc/2998688/ETAPAS-DE-LA-VIDA.

A los que están iniciando su vida laboral, en ocasiones se les escucha expresarse en forma despectiva de los que ya han estado laborando por largo tiempo, es decir, que ya están en el rango entre 55 a 75 años por poner un ejemplo. Los miran con desdén, inclusive se atreven a ofenderlos con calificativos tales como fósiles, viejos y obsoletos, entre otros. Sin ponerse a pensar que tal vez a ellos también les medirán con esta misma vara, y tampoco piensan que algunas de esas personas pudieran tener situaciones por las cuales se mantienen laborando. Y es cierto que la última etapa es vejez y a nuestro juicio esto no tiene nada de malo. A lo largo de la existencia, cada día ha traído su afán, días tranquilos otros no tanto, por lo que en cierta forma compartimos el pensamiento de Julián Marías cuando nos dice que: "la expresión tercera edad le parece grotesca". Enmascarar el tema para qué.

Lo que es cierto, es que todos debemos hacer una lista, todo esto con la intencionalidad de hacerle más liviana o más comprensible a los familiares de las intenciones de ¿qué hacer? con los haberes y sobre asuntos sin resolver, que facilite al buscar ayuda profesional en lo que a testamento y asuntos notariales se refiere.

Por todo lo anterior, los invitamos a la reflexión en lo que toca al tema de la lista final o tal vez el viaje pendiente para el cual uno nunca se prepara. Como es nuestra costumbre, esperamos sus comentarios.

Partes: 1, 2
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