- Objetivos
- Basílica del Voto Nacional
- Iglesia y convento de la Merced
- Iglesia de la Catedral
- Convento de San Diego de Quito
- Iglesia de la Compañía de Jesús
- Convento de la Inmaculada Concepción
- Iglesia de San Francisco
- Convento de El Carmen Alto
- Iglesia de San Agustín
- Iglesia de El Sagrario
- Convento de Santa Catalina
- Iglesia y convento de Santo Domingo
- Convento de El Tejar
- Catedral de la Inmaculada
- La Catedral del Sagrario
- Iglesia todos los Santos
- Iglesia San Francisco
- Iglesia San Blas
- Iglesia las Conceptas
- Catedral Metropolitana
- Iglesia Santo Domingo
- Basílica menor de la Merced
- Iglesia San Francisco
- Iglesia san Juan Bosco
- Iglesia San Agustín
- Iglesia Cristo Redentor
- María Madre de la Iglesia
- Conclusiones
- Bibliografía
La historia de la Iglesia es parte de la historia del Ecuador". "Su estudio contribuye a elevar a la familia humana a conceptos más altos de la verdad, de la bondad, de la belleza y a un juicio de valor universal". "La historia que presentamos no es una apología de la Iglesia; reconoce sus errores, pero tampoco es una aceptación pasiva de leyendas en su contra. Refleja la conciencia de que la Iglesia, en cuanto Pueblo de Dios, peregrino en la tierra, participa de la vicisitudes, de las virtudes y defectos del pueblo en cuya entraña actúa".
Comprender la importancia de articular la reflexión de género desde su realidad etérea, propiciar un espacio de reflexión, discusión y celebración para asumir el compromiso de trabajar críticamente desde las Iglesias.
Siendo un país de creencia católica, a lo largo de la historia se han levantado iglesias realmente suntuosas y representativas de la época de su construcción.
Ahora, podrá conocer un poco de su historia, para que al visitarlas reconozca el bagaje cultural y de persistencia que ellas traen.
La transmisión de este tema sobre las Iglesias también nos hace reflexionar, en la cual el Espíritu Santo hace. presente a Cristo como Palabra de Dios, constituye el significado primordial de la tradición apostólica. La tradición apostólica de la iglesia implica continuidad en las características permanentes de la iglesia de los apóstoles: testimonio de la fe apostólica, proclamación del evangelio e interpretación fidedigna de las Escrituras, celebración del bautismo y la eucaristía, ejercicio y transmisión de las responsabilidades ministeriales, comunión en la oración, el amor, el gozo. y el sufrimiento, auxilio de los enfermos y menesterosos, unidad entre las iglesias locales y participación de los dones que el Señor ha concedido a cada cual. La continuidad en esta tradición constituye sucesión apostólica.
La iglesia, debe también procurar la promoción de la unidad en la fe, la esperanza y el amor. Si bien toda congregación reunida alrededor de la palabra y el sacramento es la iglesia en su pleno sentido eclesiológico, todas las congregaciones locales están por naturaleza indisolublemente vinculadas, por encima de barreras de espacio y tiempo, con toda la iglesia en la tierra y en el cielo, que es una sola.
- Fomentar la participación ciudadana para que conozcan nuestro patrimonio cultural, entre ellas están las Iglesias que es algo que como buenos ciudadanos debemos conocer la historia de cada una de ellas.
- Fortalecer la espiritualidad de la juventud a través de la fe, promover la unidad de la juventud ecuménica y adquirir compromisos ecuménicos.
- Capacitar a jóvenes en tareas de mediación de conflictos, reconciliación y superación de la violencia, búsqueda de paz y acciones no violentas. Con lo que además se espera contribuir a un clima de convivencia humana y de construir una cultura de paz en la sociedad facilitando la presencia pública de la juventud en las Iglesias.
- Comprender la importancia de articular la reflexión de género desde su realidad etérea, propiciar un espacio de reflexión, discusión y celebración para asumir el compromiso de trabajar críticamente desde las Iglesias.
- Analizar la importancia de las iglesias y que valor religioso influyen en las personas en el país.
La Basílica es una de las obras más importantes de la arquitectura neogótica ecuatoriana. Se ubica en el sector céntrico de la ciudad, en las calles Carchi y Venezuela, junto al Convento de los padres Oblatos. Este templo religioso fue edificado para rememorar la consagración del estado ecuatoriano al Sagrado Corazón de Jesús, celebrada durante la presidencia de Gabriel García Moreno en 1 873. Tiene 115 metros de altura y está conformada por 24 capillas internas que representan a las provincias del país. Este santuario fue inaugurado y bendecido por el Papa Juan Pablo II en su visita al Ecuador el 18 de enero de 1 985.
La Basílica, por su estructura y estilo, es comparada con dos de las grandes catedrales de todo el mundo: la Basílica de San Patricio, ubicada en Nueva York y la Catedral de Notre Dame, de París. Un detalle que distingue a la obra es la sustitución de las clásicas gárgolas por reptiles y anfibios propios de la fauna de nuestro país; además, están dispuestos rosetones pétreos que representan a la flora del Ecuador. En el punto más alto de la torre principal, se puede observar la ciudad y las montañas que la rodean.
La nave central del templo tiene 140 metros de largo, 35 de ancho y 30 de alto donde están dispuestas 14 imágenes de bronce que representan 11 apóstoles y 3 evangelistas.
A lo largo de la historia de la construcción, fueron varios los aportes realizados para que esta obra se lleve a cabo. Los padres Oblatos donaron el terreno donde se erige la Basílica; para proseguir con la construcción se aceptaron donaciones de creyentes quienes proporcionaron piedras a cambio de grabar sus nombres en las mismas. En 1895, el Estado implantó un impuesto por las compras de la sal para continuar con la edificación y se logró terminar la construcción luego que varias generaciones de pica pedreros dedicaran sus vidas para edificar cada pared del recinto.
Otro de los atractivos de la Basílica del Voto Nacional es el panteón de jefes de estado del Ecuador.
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