El psicoanálisis ha sido una de las corrientes psicológicas más discutidas debido a la visión que sobre el hombre querría dar, su máximo exponente Sigmund Freud de ascendencia hebrea nació en Moravia (actual Checoslovaskia), recibió la formación media y universitaria en Viena donde vivió hasta un año antes de su muerte, concluyó su carrera en 1881 con la obtención del título doctor en medicina.
La corriente psicoanalítica se desarrolla en la época imperialista donde se agravan las contradicciones entre las clases. En el plano filosófico empezaron a dominar el irracionalismo, la mística, la teoría de que antes la voz de la raza y la sangre resultaba impotente la voz de la conciencia. Los cambios económicos y políticos engendraban en el medio pequeño burgués sentimientos de inquietud, presión, inseguridad hacia el futuro.
En esta atmósfera se formó el sistema de concepciones de Freud sobre la estructura y la dinámica de la actividad psíquica.
Entre los aspectos que Freud concentra su atención está el pansexualismo, doctrina sobre la omnipotencia de la inclinación sexual lo que denotó con el término de libido, este aspecto fue fuertemente criticado por Lenin en conversación con Clara Zetkin cuando refiere que hay una abundancia de teorías sobre el sexo, la vida sexual que le parecen exageradas.
Muchos de los discípulos de Freud se alejaron de su maestro por no admitir la fe en la omnipotencia de la libido, no obstante fueron incapaces de apartarse de las deficiencias metodológicas del freudismo.
La visión que sobre el hombre tenía Freud era pesimista, reaccionaria y profundamente antihistórica constituyendo esta una de las principales limitaciones de su corriente psicológica.
Sin embargo uno de los aportes de Freud fue llamar la atención sobre la realidad psíquica aunque la interpretara inadecuadamente.
Freud comenzó su actividad científica en Viena en el instituto de fisiología de Brücke, notable figura de la escuela físico-química, en esta escuela los procesos y funciones fisiológicas se concebían en términos de transformaciones energéticas, por tanto Freud concibió la fuerza motriz de la conducta a modo de energía especial aunque esta concepción no tuvo mucho arraigo en su actividad científica.
En este momento los resultados obtenidos en las ciencias médicas fundamentalmente en la histología y la citología provocaron la aparición de nueva concepciones para explicar la esencia de las enfermedades mentales sobre todo la histeria.
Por esta época Freud conoció al médico J. Breuer que aplicaba con éxito la hipnosis en la curación de la histeria, el mismo requería de que los pacientes hablaran, en estado de hipnosis, de sus vivencias desagradables, de sus inquietudes por lo que a veces estos relatos resultaban suficientes para que desaparecieran los síntomas patológicos. A este fenómeno de liberarse de los síntomas, recordando las circunstancias que los habían provocado lo denominó Breuer con el término de catarsis.
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