Introducción
El hombre desde su surgimiento comenzó a interpretar la realidad objetiva de diferentes maneras, la historia es portadora de generación en generación de las ideas y doctrinas que la enriquecen y que han conducido a lo largo de esta al desarrollo.
Muchos pensadores han trascendido y sus postulados son estudiados por presentes y futuras generaciones. Para los cubanos que hemos demostrado que vamos en la primera fila del pensamiento revolucionario. Tiene gran valor estudiar a José Martí por ser el más universal de los representantes de nuestro pequeño pero inmenso país su visión fue más allá de su tiempo y abarcó todas las esferas de la vida.
Las grandes civilizaciones surgieron y se desarrollaron bien lejos del continente americano por lo que representa un mérito extraordinario el de nuestro Héroe Nacional de conocer la cultura de esos pueblos de manera tan profunda de cómo lo hizo y de poder interpretar y complementarlas teniendo en cuenta la realidad en que vivía.
Corresponde a Martí como máximo representante del pensamiento americano su papel determinante en la evolución y desarrollo de la conciencia revolucionaria y por ello es vital estudiar, interpretar e imitarlo en la construcción de la nueva sociedad.
Nuestro trabajo refleja la admiración que sentimos al conocer la profundidad de sus ideas que viven hoy más que nunca.
Cuando estudiamos la filosofía desde su surgimiento, vemos que esta constituye la madre de las ciencias, pues se dedica al estudio de las leyes más generales que rigen la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Su desarrollo ha aportado valiosas ideas desde la antigüedad hasta nuestros días, numerosos seres humanos, que han buscado por diferentes vías la explicación de los fenómenos naturales, unos de manera más acertada que otros, pero todos desde su momento enriqueciendo el pensamiento filosófico para llegar a nuestros días convirtiéndose en regente del devenir.
José Martí en su trabajo: Juicios Filosóficos aborda su concepción del mundo con su amplia visión que lo hacen ser un genial pensador de todos los tiempos, nuestro propósito no es enmarcarlo en una corriente filosófica u otra, sino abordar los elementos fundamentales referidos los cuales pueden vincularse en las clases de los estudiantes universitarios para enriquecer sus conocimientos y establecer los puntos convergentes entre los filósofos y valorar la posición del pensamiento revolucionario cubano.
Para Martí, filosofía es el conocimiento de las causas de los seres, de sus distinciones., de sus analogías y de sus relaciones.
Constituyendo la naturaleza observable su única fuente y el hombre observador el único agente.
Para él existían dos clases de seres: los que se tocan y los que no se pueden tocar, los que pueden tocarse se llama tangible y se puede por la vista evidente. Lo que no puede tocarse ni verse es invisible e intangible existiendo entonces una parte de la naturaleza tangible y otra intangible que para estudiarlas surgieron ciencias como la física y la metafísica.
Podemos valorar entonces que Martí, al abordar lo tangible y lo intangible se refiere a lo material y lo espiritual, es decir que para él estas dos formas son importantes en el desarrollo, existen y se interrelacionan.
Comprendía que conocer las causas posibles y usar los medios libres correctos para investigar las no conocidas, pensar con elementos de ciencia nacidos de la observación, en todo lo que cae bajo el dominio de nuestra razón y en su causa son elementos que distinguen a un filósofo, es decir que desde su tiempo ve el papel importante de la observación y la investigación científica técnica para el desarrollo del mundo que nos rodea.
Otorgaba un papel preponderante a la conciencia social. Voluntad, dignidad, orgullo patrio y educación, son superiores a los medios materiales, fuerza costumbre, musculatura, sino fuese de esa verdad ejemplo vivo.
Martí define la naturaleza como todo lo que existe en toda forma, espíritus y cuerpos, corrientes esclavos en su cauce, raíces esclavos en la tierra, pies, esclavos como las raíces, almas menos esclavas que los pies, el misterio del mundo intimo, el maravilloso mundo externo, cuanto es, deforme o luminoso u oscuro, cercano o lejano, vasto o raquítico, licuoso o terroso, regular todo medido, todo menos el cielo, y el alma de los hombres.
Es decir que naturaleza es todo y cuanto existe en la realidad objetiva, a la cual no se incluye el mundo espiritual con independencia de la influencia o no que esta pueda tener, pues a su juicio los hombres libres deben tener una fe diversa, la fe eterna en la sabiduría que debe someterse constantemente a prueba.
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