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Inteligencia Espiritual y Educacion Holista

Enviado por Fundación Holista


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Inteligencia
  3. Partir del punto y regresar al punto; ese es el punto
  4. Inteligencia espiritual
  5. Inteligencias espirituales brillantes
  6. Inteligencia espiritual y educación
  7. El educador holista
  8. Conclusiones
  9. Bibliografía

Introducción

En este ensayo se habla de la trascendencia de la inteligencia espiritual en la educación, siendo hoy por hoy el paradigma de la Educación Holista donde se ha considerado a este tipo de inteligencia como parte central dentro de toda experiencia educativa. Se alude también a buda como creador de este concepto y de cómo es posible desarrollarse. Se dan ejemplos de inteligencias espirituales brillantes, como es el caso de políticos integrales, y por último, se hace una reflexión acerca de la trascendencia que tiene el uso o desuso de esta inteligencia como único camino hacia la espiritualidad.

Inteligencia

Según los estudios acerca de la inteligencia, en distintos tiempos, principalmente son los siguientes: Alfred Binet trabaja acerca de la inteligencia racional; Howard Gardner aporta su teoría de las inteligencias múltiples; Daniel Goleman habla de la importancia de la inteligencia emocional; por último, hay otra visión que puede verse como la más vieja, pero muy actual a la vez, que las integra y trasciende a todas, y se maneja como inteligencia espiritual. Según Ramón Gallegos (2003), el primer nivel de inteligencia está basado en nuestros instintos; el segundo nivel es la inteligencia intelectual, basada en nuestra capacidad de razonamiento, y el tercer nivel es la inteligencia espiritual, basada en la sabiduría. Considerando estos tipos de inteligencia, podemos contar, hasta ahora, tres estadios de inteligencia: inteligencia emocional; acerca del sentir; inteligencia intelectual, acerca del pensar; e inteligencia espiritual, acerca del ser (Ramón Gallegos, 2006). Existe una correspondencia entre los tipos de inteligencia y los tres ojos de conocimiento (Wilber, ); a los niveles de inteligencia emocional e intelectual corresponde el ojo de la mente, mientras que la inteligencia espiritual opera con el ojo de la contemplación; es transracional, puesto que va más allá de la razón. Al reexaminar el concepto de inteligencia podemos reconocer tres grandes momentos: El primer momento es el de la visión uniforme de la inteligencia que surge a principios del siglo XX; el segundo momento es el de la teoría de las inteligencias múltiples, en los últimos 20 años del siglo pasado; y el tercer momento es el de la inteligencia espiritual. Desde la nueva visión de la inteligencia espiritual, la teoría de las inteligencias múltiples no es suficiente para lograr una visión integral, ya que se basan en lo que Ken Wilber ha llamado el ojo de la carne y el ojo de la mente, pero no llegan a utilizar el ojo del espíritu, es decir se trata de capacidades mentales y sensoriales pero no de capacidades espirituales.

A principios de siglo XX, Alfred Binet desarrolla el concepto de inteligencia racional, el cual se caracteriza por una visión uniforme de la realidad. Bajo esta visión, generalmente, se entiende por inteligencia la aplicación de las facultades lógico-matemáticas, dejando de lado otras áreas de las capacidades humanas. Está en vigor la idea de que la inteligencia puede ser medida a través de un test concebido como coeficiente intelectual (C I) mediante el cual se puede dictaminar el nivel intelectual del individuo, y así decretar quién es inteligente y quién no lo es. Bajo esta mirada, existía la percepción de que se nacía inteligente o no, y nada podía cambiar ese hecho. Este concepto de inteligencia nació bajo la visión científica/industrial dominante en esa época; y sólo valora ciertos aspectos de la conciencia, sobre todo la racionalidad instrumental (Gallegos, 2003).

En los últimos veinte años del siglo XX, aparecen los estudios de Howard Gardner acerca de la inteligencia. Sus estudios argumentan que cada persona tiene, por lo menos, ocho tipos de inteligencia u ocho habilidades cognoscitivas. Sobre esta base su trabajo es conocido como la teoría de las inteligencias múltiples. En este modelo, la inteligencia no es vista como algo unitario, sino que, es vista como un conjunto de inteligencias múltiples, distintas e independientes. Gardner reconoce que la brillantez académica no lo es todo. Establece que para desenvolverse óptimamente en la vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay personas de gran capacidad intelectual pero incapaces de, por ejemplo, elegir correctamente a sus amigos; por el contrario, hay personas menos brillantes en el colegio que triunfan en el mundo de los negocios o en su vida personal. En cada campo se utiliza un tipo de inteligencia distinto. No requiere poseer una inteligencia ni mejor o peor, ni mayor o menor, pero sí distinta. No existe una persona más inteligente que otra; simplemente, sus inteligencias pertenecen a campos diferentes. Al definir la inteligencia como una capacidad Gardner la convierte en una destreza que se puede desarrollar.

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