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Liderazgo Cristiano


Partes: 1, 2

  1. Liderazgo Cristiano. Control de las Emociones y los Sentimientos
  2. Liderazgo Cristiano. Decisiones personales
  3. Liderazgo Cristiano. Relaciones fraternales
  4. Liderazgo Cristiano. Madurez espiritual
  5. Liderazgo Cristiano. El valor del Servicio
  6. Liderazgo Cristiano. Metas y objetivos

El liderazgo cristiano, es uno de los temas que más deben conocerse al momento de pretender armar un equipo de trabajo en la Iglesia local, para así poder seleccionar a personas que deban ser aptas para el ministerio y el liderazgo en general dentro de dicha congregación.

Este tema, le permitirá al lector, estudiar este asunto desde un enfoque, que precise como debe ser el liderazgo cristiano en todos sus aspectos.

Liderazgo Cristiano. Control de las Emociones y los Sentimientos

El Liderazgo cristiano, es un liderazgo básicamente espiritual, que trasciende lo sobrenatural. Muchas veces, el liderazgo cristiano puede perder las perspectivas, y comparar el liderazgo secular con el cristiano, pero es necesario reconocer que el liderazgo cristiano va más allá del liderazgo secular, ya que este no sólo intenta trascender las decisiones de un líder, sino tomar posesión y posición, en ámbitos espirituales.

El ámbito espiritual es un terreno muy amplio, del cual no se pretenderá ahondar en este tema durante este curso, pero lo indispensable es comprender, que las emociones y los sentimientos, pueden llegar a ser un obstáculo muy directo para que se logren ciertas metas u objetivos, si ellos no son bien canalizados a la hora de tomar decisiones, y hacer acciones que trasciendan, lo más seguro, es que se pierda la perspectiva de la realidad y se realicen estrategias, o decisiones que lejos de trascender, por el contrario dificulten el logro de los propósitos.

Las decisiones más importantes del liderazgo cristiano, no deben tomarse en ningún momento, bajo la influencia absoluta de las emociones o de los sentimientos que tiene el líder en ese preciso instante, por ello, es importante comprender que una persona que no tiene dominio ni de sus emociones, sentimientos u otros rasgos característicos de su carácter o personalidad, no está en la capacidad de asumir un liderazgo, porque tarde o temprano fracasará como líder, y además arrastrará consigo consecuencias negativas por sus acciones erradas.

Aprender a manejar las emociones, o controlar los sentimientos, es un síntoma de madurez espiritual, es por esto, que debe entenderse que una persona que no tenga dominio de sus emociones y sentimientos, es una persona inmadura espiritual, y esto indica que no puede ejercer un liderazgo espiritual, porque desconoce lo que tiene que ver con lo sobrenatural, y no se puede dominar lo que se desconoce. Otro factor muy importante por conocer es precisamente, que el líder cristiano, no sólo debe aprender a manejar sus propias emociones y sentimientos, sino que también él puede llegar a ser un promotor de cambios en las conductas y maneras de reaccionar de la gente al cual él dirige.

Cuando un líder sabe controlar las situaciones, en las cuales se amerita estar enfocado en algo sin perder el propósito por causa de las emociones o de los sentimientos, este de alguna manera, se convierte en un modelo a seguir, ya que la manera como eficazmente enfrenta las decisiones, es la manera como eficazmente queran aprender las personas que están por debajo del liderazgo que él representa. Al contrario, líderes que no saben canalizar sus propias emociones y sentimientos, tampoco podrán enseñar a otros a cómo controlarse, porque obviamente nadie puede enseñar lo que no sabe, y lastimosamente, lejos de obtener buenos logros, pronto la crisis y el caos, se convertirán en síntomas de su mal manejo del liderazgo. Además, el mundo espiritual, no se conquista con las emociones buenas, o con los sentimientos buenos, y mucho menos con los sentimientos o emociones malas, sino con otras herramientas espirituales, que muchas veces se contraponen a estos.

Liderazgo Cristiano. Decisiones personales

Las decisiones personales que tome el líder trascienden y tienen efecto en el plano espiritual, personal, familiar, laboral, académico, e incluso en el ambiente de su liderazgo. Aunque las decisiones privadas muchas veces no tienen porque entorpecer un liderazgo en una congregación, por ser precisamente asuntos privados, hay muchas decisiones personales que le han costado la vida a liderazgos importantes en las congregaciones, porque lejos de ser exclusivamente decisiones privadas, son decisiones que contrastan con el cristianismo, y no se puede ser líder cristiano, si en esencia estamos en contra de las verdades cristianas, ya que el liderazgo cristiano, básicamente dirige a sus seguidores justamente hacia todo lo que tiene que ver con las enseñanzas cristianas.

Cuando una persona que pretende estar al frente de un liderazgo, no asume la responsabilidad de guiarse por los parámetros ya establecidos para poder portar esa investidura de autoridad, lamentablemente su liderazgo no tiene consistencia, porque tampoco hay solidez en sus principios, y aunque luche por continuar en el liderazgo a pesar de no llenar los requisitos, tarde o temprano, sus mismos errores le llevarán a la ruina.

Todos los cristianos, estamos convencidos, de que nuestro mayor reglamento de vida, es precisamente la Biblia, y si no nos conducimos dejándonos guiar por ella, lamentablemente no podemos llamarnos cristianos, y mucho menos liderizar un asunto netamente cristiano.

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