- Resumen
- Introducción
- El escenario
- Lo impensable y lo indispensable
- ¿Hacia donde vamos y quien nos conduce?
- ¿Y después qué?
- Post scriptum
- Bibliografía
"Los marginados no son otra raza, son personas como nosotros que se caracterizan por vivir una inseguridad crónica de empleos y de salarios, por ello las redes sociales permiten la ayuda mutua entre individuos del mismo sector, logrando así la supervivencia en momentos especialmente malos" (Larissa Adler-Lomnitz, 2006).
Resumen
Los procesos de participación ciudadana siempre serán importantes no sólo en la democracia, sino también como gestores en la solución de conflictos o problemas que se generan a partir del desarrollo. Ciudadanos que reafirman la premisa de que la sociedad es más vulnerable si no está organizada y esto lo aprovechan los diferentes actores que abarcan desde los políticos hasta los líderes sociales y gubernamentales y los habitantes de menores ingresos y cultura quedan a merced de los vaivenes de quienes saben aprovechar esta situación en momentos críticos.
Palabras clave: Ruralidad, urbanismo, población, organización comunitaria, participación ciudadana, educación, transformaciones.
Introducción
Las poblaciones van cambiando, no se pueden quedar atrapadas en el tiempo, pero, la transformación de rural a urbana o conurbana puede traer cambios no sólo físicos, sino también culturales y educativos si es que el desarrollo económico y la participación ciudadana logra impactar en la escuela.
Comenzaremos analizando que lo rural es lo que sobró de lo urbano, es lo que quedó o no se quiso (BAIGORRI, 1983:144), quizá alguna vez, cuando esa mancha urbana tuvo que expandirse y por el desarrollo poblacional de la gran urbe esas zonas rurales, marginales, periféricas fueron absorbidas, sin planeación de servicios o demográficos por ello es tan importante observar estas transformaciones y analizar en cómo quienes se sienten parte de un nuevo escenario tendrán que asumir que ahora no son ni rurales ni urbanos, ¿entonces qué son?
Esa masa polimorfa de habitantes, que de acuerdo al INEGI es rural, pero conforme a los paradigmas neoliberales ya es mancha urbana por la expansión de las transnacionales y la forma aparente de vida, aunque todavía se resisten, los pobladores al igual que en Llano largo, la costa de Oaxaca, quienes se están deshaciendo de sus terrenos, los cuales ahora tienen otro valor, porque sirven para el desarrollo poblacional, como respuesta al crecimiento demográfico.
Aún en este contexto tendríamos que definir al desarrollo rural como un proceso de mejora del nivel del bienestar de la población rural y de la contribución que el medio rural hace de forma más general al bienestar de la población en su conjunto, ya sea urbana o rural, con su base de recursos naturales. (CEÑA, 1993: 29). También podemos que comprender que, lo rural trasciende lo agropecuario, y mantiene nexos fuertes de intercambio con lo urbano, en la provisión no sólo de alimentos sino también de gran cantidad de bienes y servicios, entre los que vale la pena destacar la oferta y cuidado de recursos naturales, los espacios para el descanso, y los aportes al mantenimiento y desarrollo de la cultura. (PEREZ,:200018).
El escenario
A la interrogante: ¿Cómo se percibe la transformación urbana y el desarrollo en la periferia de la ciudad? son cuestiones que reafirman que la sociedad civil es vulnerable si no está organizada, esto lo aprovechan los diferentes actores que abarcan desde los políticos hasta los líderes sociales y gubernamentales, que sacan provecho de los habitantes de menores ingresos y cultura que quedan a merced de los vaivenes de quienes saben aprovechar esta situación en momentos críticos.
La estructura social también se modifica en la medida en que se adoptan los procesos flexibles en el campo y según Sara Lara, las sociedades agrarias actuales se "desagrarizan" por el aumento de actividades no agrarias en su territorio y de que la población campesina se desplaza a ciudades medias y pequeñas. Esta movilidad reconfigura los mercados de trabajo, ahora con una presencia notable de las mujeres, sobre todo en las formas de organización social. Este proceso implica una visión de la ruralidad como algo que sobrepasa a lo meramente agrario, puesto que incluye "todo un tejido económico y social" que abarca actividades sumamente diversas: agricultura, artesanías, servicios, comercio. De hecho la transformación de la rural a lo urbano se está dando en términos comerciales y de oferta de servicios, en los cuales las mujeres constituyen la fuerza de trabajo dominante. (COMBONI, 1999:13:).
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