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La poesía es un arma cargada de inmortalidad (página 2)

Enviado por Yéssica Santos


Partes: 1, 2

En la primera sección del libro "Soleen e Ideal" el autor define un sentimiento, el "soleen", que es el hastío, el tedio, que incluye el asco a sí mismo, y que se ha descrito como una inmóvil e impotente desesperación que llevaría al hombre a la destrucción y la muerte.

"El tedio, fruto pálido del desinterés, toma las proporciones de la inmortalidad"

El aburrimiento aparece como cansancio de vida, voluntad de muerte, de destrucción.

El Tedio adquiere proporciones de inmortalidad: el miedo de la vida obliga a refugiarse al romántico en ese no vivir del tedio.

Sin embargo si bien el tedio lleva a la muerte, ésta tiene un lugar especial en la obra de Baudelaire, el capítulo final de la misma, titulado "La Muerte". Aquí, como al final de una tragedia, mueren los protagonistas de la obra, los amantes, los pobres, los artistas, para quienes la muerte son los pasos hacia la inmortalidad y hacia "cielos ignorados".

"El Viaje" es el último poema de la obra y es una especie de conclusión.

Se estructura en base a la vieja metáfora del viaje, del hombre como ser esencialmente pasajero, a través del espectáculo del mundo.

éste poema finaliza con una invocación a la muerte:

"OH Muerte, capitán, ya es tiempo! Desanclen!"

El tono es enérgico, con fuerza. La Muerte, personificada, es un viejo capitán que debe conducir por un cielo y mar oscuros.

El destino de éste último viaje es el fondo del abismo, y su finalidad es, más allá del cielo o del infierno, lo desconocido.

Con este poema finaliza "Las Flores del Mal" obra con la que también podría decirse que culmina el Romanticismo. Sin embargo en esta obra hay también magníficos comienzos, como por ejemplo el Simbolismo.

De esta manera "Las Flores del Mal" se constituye en una verdadera encrucijada poética donde convergen las grandes temáticas románticas y el culto formal a la belleza del parnasianismo ("arte por el arte") y de donde parte la concepción simbolista de la poesía que incorpora estados subjetivos, brumosos. Es una poesía hermética, misteriosa, elegante y oscura.

Sin embargo, quien logró la síntesis definitiva entre lo parnasiano y lo simbolista fue Rubén Darío, líder del movimiento literario conocido como Modernismo, que se inicia con su libro "Azul…".

El Modernismo es un parte aguas entre lo anticuado y lo actualizado. Se renueva el léxico, las metáforas, la versificación.

En el Modernismo y en Darío hallamos temas paganos exóticos, legendarios, cosmopolitas y también la intimidad doliente.

Es en el Libro "Cantos de vida y esperanza" donde aparecen el dolor, la muerte, en fin esa intimidad doliente de la que hablábamos.

Para definir este libro basta remitirnos a las propias palabras del poeta:

"Si Azul… simboliza el principio de mi primavera, y Prosas Profanas mi primavera plena, Cantos de Vida y Esperanza encierra las esencias y savias de mi otoño".

Tras el exteriorismo de sus libros anteriores en éste sus versos se vuelcan definidamente hacia "El Reino Interior".

Aunque nunca hay en Darío una gran Tragedia, fue siempre aquel niño grande que le tuvo miedo a la muerte, pero un miedo físico.

Desde "Azul…" se vislumbra su preocupación por el gran misterio de la vida.

"Creo en Dios; me atrae el misterio, me abisman el ensueño y la muerte"

En "Cantos de Vida y Esperanza" la muerte lo obsesiona ahora como cosa concreta que pondría fin a los goces de la carne.

En este libro la temática se diversifica y se hace más grave.

Esto lo vemos claramente en el poema "Lo Fatal" que es una reflexión angustiada del dolor de  vivir y el sentido de la vida humana, en contraste con la certeza de la muerte.

En este poema se muestra el dolor del hombre por ser consciente, frente a los demás seres de la creación.

"Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo

y más la piedra dura porque ésa ya no siente

pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo

ni mayor pesadumbre que la vida consciente"

Con dos frases: "Ser y no saber nada" y "Y el espanto seguro de estar mañana muerto" Rubén Darío expresa la angustia ante la incertidumbre de la vida, en contraste con la certeza de la muerte.

A la vez también aparecen dos polos opuestos de la vida del hombre; la vida tentadora con sus placeres: "la carne tienta con sus frescos racimos"; y la muerte que nos espera como supremo dolor: "la tumba que aguarda con sus fúnebre ramos".

En la última estrofa utiliza el paralelismo y la antítesis para resumir la falta de sentido, de rumbo, de la existencia humana.

Como vemos, Rubén Darío poetizó con incomparable elegancia el gozo de vivir y el terror de la muerte, pero sin duda el poeta que se caracterizó por su poesía llena de sufrimiento, dolor y muerte fue César Vallejo.

Mucho se ha dicho y escrito sobre la obra de este poeta peruano.

Fue un artista muy complejo y completo.

La Muerte es tan importante y determinante en su poética como lo fue la reformulación estética que produjo a nivel lenguaje.

En su primer libro de poesía "Los Heraldos Negros" el asedio del dolor se hace por distintas vías, tanto a través de afirmaciones apodícticas como la siguiente "¡Hay golpes en la vida tan fuertes, yo no sé!"; como por descarnadas expresiones de sufrimiento ante lo inevitable del destino.

En este primer poema aparece la palabra Muerte y hay una personificación de la misma: "Serán tal vez los potros de bárbaros atilas, o los heraldos negros que nos manda la Muerte"

Aquí la muerte está lejos, nos manda esos "heraldos negros", pero no nos toca de cerca.

En este libro la muerte es sólo una palabra. No hay conciencia de muerte, está la muerte como una evocación.

"Los Heraldos Negros" es en mayor medida nostálgico. Los dos poemas que le dan sentido a la obra son "Los Heraldos Negros" donde el hombre aparece inerme ante los golpes de la vida, y el último "Espergesia" donde el poeta nos advierte: "Yo nací un día que Dios estuvo enfermo, grave".

Y esto que Vallejo siente se intensificará hasta la obsesión, porque más de una vez se cruzará por su vida la enfermedad, el dolor, la agonía.

Si bien esta obra es una extensión del modernismo ya se ve la particular grafía, el ritmo, las palabras y el camino que marcará a "Trilce", donde rompe los lazos con cualquier tradición poética anterior (lo que vemos por ej. a través del título que es una palabra inventada).

Si la Muerte caminaba implícita en "Los Heraldos Negros" en "Trilce" será un hecho.

"estáis muertos

que extraña forma de estarse muertos, quienquiera

diría que no lo estáis.

Pero en verdad, estáis muertos."

Sin embargo en "Trilce" no encontramos la manera obsesiva de tratar la muerte como en su segunda etapa poética, en París.

Vallejo está más preocupado por ser el revolucionario, por desacostumbrar la palabra a su forma habitual. La ruptura formal, la tan particular manera de utilizar las palabras a su antojo es más importante que la propia temática.

En "Poemas Humanos" Vallejo inicia su segunda y definitiva etapa, en la que irá muriendo poco a poco.

Sin embargo su debilidad personal, logró convertirla en fortaleza poética. Mientras él más se debilitaba, más se fortalecía su poesía. La Muerte ahora si es conceptual, ya no es más una palabra.

Esta obra como su título lo demuestra está más cercana a los hombres, y aquí Vallejo empieza a descubrir y vivir su propia muerte.

"Pero cuando yo muera

 de vida y no de tiempo"

            (Epístola a los transeúntes)

"Es para eso que morimos tanto?

para solo morir,

tenemos que morir a cada instante?"

            (Sermón sobre la muerte)

El dolor en estos poemas está presente.

Es en Francia donde Vallejo comienza a vivir su muerte, y no en su Perú natal.

No volverá jamás a Perú, pero sin embargo él vuelve la mirada a su país y pronuncia la conocida frase:

"Sólo volveré a Perú cuando quede piedra sobre Piedra"

Y escribirá luego su poema más famoso y memorable "Piedra negra sobre una Piedra blanca"

La mayoría de los Poemas Humanos son amargos, y a medida que nos adentramos en el libro esa sensación amarga y dolorosa aumenta.

Muchos dijeron que Vallejo vivió tan cerca de la muerte que ésta pasó a ser su "confidente".

"Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo. Me moriré en París -y no me corro- tal vez un jueves, como es hoy de otoño"

La poesía de Vallejo surgió siempre desde el fondo mismo del dolor humano, ya sea del propio como del ajeno.

Los Poemas que componen "España, aparta de mí este cáliz" expresan el sufrimiento del pueblo español (en plena guerra civil) ante el cual el poeta es profundamente solidario.

En este libro los poemas de Vallejo bajan a la realidad, y ésta es dolorosa. Son poemas con sangre, donde hay una constante afirmación del horror de la guerra.

"Y horrísima es la guerra, solivianta

lo pone a uno largo, ojoso;

da tumba la guerra, da caer

da dar un salto extraño de antropoide"

La muerte es mostrada en su presencia abominable en el Poema V. Adquiere el peso de algo concreto, camina, grita, devora:

"Ella camina exactamente como un hombre entre las fieras", "Gritó su grito roto, sensorial", "porque se come el alma del vecino"

Sin embargo a diferencia de otras obras, el dolor en "España, aparta de mi este cáliz" es redentor, es un dolor esperanzado:

"¿Batallas?, ¡no!, pasiones. Y pasiones precedidas de dolores con rejas de esperanzas, de dolores de pueblos con esperanzas de hombres!, ¡muerte y pasión de paz, las populares!."

Vallejo murió como predijo una tarde lluviosa en París. Su obra fue breve pero intensa y estuvo marcada de manera determinante por el dolor y la muerte.

Sin duda la Muerte ha sido un tema recurrente en la historia de la poesía, se ha tratado de muy diversas formas y por los más diversos autores.

Si bien ya no hay tantas supersticiones alrededor del tema continúa teniendo mucha incidencia a la hora de escribir.

Hoy en día es habitual que la poesía nos llegue a través de la música y muchas de las canciones que oímos hablan acerca del dolor y de la muerte.

Sin embargo las posturas siguen siendo diversas.

En la canción "Caída Libre" de la banda de rock uruguaya La Trampa encontramos la siguiente expresión:

"Prefiero el salto que esperar, a decidirme"

Aquí vemos una presencia implícita de la Muerte. Se nos muestra como, muchas veces la falta de objetivos y metas, o las indecisiones que abordan a un individuo, es decir ese aburrimiento o hastío de la vida al que en su momento hizo mención Baudelaire, llevan muchas veces a que el individuo opte por terminar con su propia vida, es decir que opte por el Suicidio.

En este caso la Muerte es tomada como un refugio al que recurre el hombre para terminar con el dolor de su vida. Es una posición bastante controvertida pero real.

Por otro lado también encontramos una posición totalmente opuesta:

"Que la reseca Muerte no me encuentre,

vacío y solo sin haber hecho lo suficiente"

En estos versos de la canción "Solo le Pido a Dios" del argentino León Greco vemos en primer lugar una personificación de la Muerte.

En este caso vemos como el hombre muchas veces trata de escapar en cierto modo de la Muerte. Ese escapar de la muerte es relativo, se refiere sobre todo al hecho de que el hombre no quiere pasar por el mundo sin dejar su huella en él.

El hombre es un ser pasajero y su destino, aunque no lo quiera así, es morir. Sin embargo el hombre puede dejar sus ideas pues, si bien los hombres pasan, las ideas quedan.

La poesía es una de las mejores y más antigua forma de plasmar las ideas del hombre, por lo que en definitiva podemos concluir que pese a que el hombre es un ser mortal, la mejor herramienta que tiene para alcanzar la "inmortalidad" es la poesía.

 

 

Autora:

Yéssica Santos

6º de Derecho.

Parcial de Literatura: La poesía en la historia: Romanticismo-Modernismo-Vanguardias-Actualidad unidos a través de un tema central.(en este caso la muerte y el dolor).

Liceo José Alonso y Trelles (Tala-Canelones-Uruguay).

15/08/08

Partes: 1, 2
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