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Tipología documental en la Corona de Castilla, siglos XII-XV

Enviado por Josep Bernis


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Tipología documental
  3. Bibliografía

Introducción

Los modelos y prácticas documentales visigóticos concurren y en ocasiones se enfrentan desde el siglo XII con los carolinos, que llegan desde tierras francesas por el Camino de Santiago, el monacato de Cluny y los prelados de la Reforma Gregoriano instalados en las sedes hispanas.

En el cambio pesa definitivamente el pontificado de la Reforma Gregoriana, empeñado en imponer la Liturgia Romana y arrinconar la Visigótica. En concreto, los modelos carolinos que ahora se implantan consisten en los siguientes elementos:

  • La letra carolina, que se generaliza y evoluc1ona a documental, diferenciándose netamente de los módulos redondos y librarios de su etapa inicial.

  • La organización cancilleresca completa, que consta de canciller, notarios y escribanos que suscriben con fórmulas propias en los documentos, y que se convierte en el organismo principal de las cortes.

  • La diversificación documental, regida por criterio de solemnidad o de sentido administrativo; corresponden al primer concepto los privilegios y al segundo, las cartas.

  • La prevalencia de los modelos epistolares con estructura simplificada y fuerza en la notificación, precisión de conceptos y datos, datación topónima y crónica, tendente a seguir el cómputo moderno (litterae, cartae) que relegan los privilegios a la categoría de lo solemne o lo arcaico.

  • La importancia creciente del sellado sobre las rúbricas de las suscripciones.

  • La institucionalización de la escritura privada mediante el notariado.

  • La temática documental, que se refiere con más frecuencia a los contenidos jurisdiccionales (inmunidades y exenciones, franquicias, protección real, cotos, villazgos) que a los solariegos.

Tipología documental

2.1. Documentos emitidos en pergamino

2.1.1. Privilegio rodado

Es el documento más solemne de los emitidos por la cancillería real castellana. Su redacción viene establecida en las Partidas de Alfonso X. Tiene su origen en los reinados de Sancho III de Castilla y Fernando II de León y su denominación deriva por una parte de su contenido jurídico –privilegio- y por otra de uno de sus rasgos diplomáticos característicos – rueda- que envuelve el signo del monarca.

Se caracterizan por su perfección retórica, gráfica (letra cancilleresca) y plástica (crismones con anagramas litúrgicos: Christus, Christus alpha et omega, y signo rodado pontificio, real, episcopal) y que dan origen a tipos de documentos y estilos gráficos que ennoblecen determinados modelos, como acontece con la letra de privilegios y los privilegios rodados.

Están escritos en letra típicamente cancilleresca y tienen todas las partes externas (anagramas y signos cuadrados o redondos e internas de los documentos solemnes, redactadas conforme a las normas retóricas: invocaciones, intitulaciones reales solemnes del soberano con consorte e hijos y enumeración de reinos y señoríos, dirección personal o institucional, notificación universal, exordios moralizantes, narraciones conducentes al dispositivo que expresa la soberanía real, cláusulas civiles y económicas, suscripciones por orden jerárquico (dos columnas de prelados y nobles confirmantes con sus títulos, que flanquean el signo real), en las que figuran gradualmente oficiales de la corte, cancilleres y notarios.

2.1.2. Cartas plomadas

Podemos definir como carta plomada a todo documento emitido por la cancillería real en pergamino, validado con sello de plomo y que no porte el signo rodado el monarca.

Los primeros ejemplares de este tipo documental con que contamos pertenecen al reinado de Alfonso X y, denominados por los estudiosos como cartas de privilegio o cartas de confirmación y privilegio, pero con las mismas características de emisión en pergamino y validación con sello de plomo, traspasan los límites de la Edad Media y se convierten, tras la desaparición del privilegio rodado, en el documento más solemne de la Edad Moderna española.

Las cartas plomadas presentan dos tipos distintos de redacción.

Un primer tipo (notificativo) inicia su tenor por medio de la notificación, de tipo general, expresada en la mayor parte de los casos mediante la locución sepan quantos esta carta vieren, a la que sigue la intitulación completa del rey; el expositivo, con la motivación del acto documental y el dispositivo, centrado en una concesión graciosa del monarca.

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