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La ciencia y religión: aliados históricos en la búsqueda por la verdad y el bien común


  1. Introducción
  2. Desarrollo
  3. Conclusiones

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I. Introducción

El presente trabajo tiene por objetivo exponer y explicar criterios importante sobre la visión histórica del conocimiento percibida por la ciencia y la religión con miras a la búsqueda de la verdad y bienestar común. A partir de ello, se dilucidarán inquietudes que a lo largo de los años se han formulado entre las personas de diferentes culturas y costumbres en países de latinoamérica y demás naciones del mundo.

El tema se propuso por la disponibilidad de datos, es un área del conocimiento actualmente rezagado que necesita ponerse encima del tapete entre los ciudadanos de nuestra sociedades actuales.

Con los resultados obtenidos se contribuye a la generación de conocimientos actualizados y provechosos por académicos e investigadores de universidades, instituto politécnicos, entre otros.

Razones por la cual, el aquí documento descrito incluye detalles científicos y místicos para efecto de explicar la situación actual del problema tratado.

El trabajo fue desarrollado por especialista en la materia mencionado en la sección de la portada del presente documento.

Por cuanto, vaya la esperanza de que este documento no sólo interese a los estudiantes de educación básica y a sus profesores, sino también a la amplia gama de lectores cuyo interés y curiosidad se excite ante temas como el aquí iniciado. A través de este medio se logra despertar y desarrollar el interés de las personas, incluyendo aquellos que no tenían ningún conocimiento preliminar de los principios elementales de los mismos.

A lo largo de las páginas siguientes, tratarán de sintetizarse los aspectos básicos que han fundamentado el trabajo, y que han dado lugar a su definitiva organización formal. Ya conocido esto, damos pues inicios al proceso previamente mencionado.

II. Desarrollo

En la actualidad, la discusión de tópicos comunes tanto en la Ciencia como en la religión continúan vigente a la fecha, ocasionando transformaciones en el pensamiento, actuación y sentir de las personas, cambios iniciados posterior a la Era Cristiana.

Por mencionar algunos ejemplos, se ha cuestionado el empleo de la medicina y el tratamiento médico para la cura de enfermedades crónicas y mortales que afectan el sistema del ser humano, ayudando a prolongar o mejorar el estado físico de las persona, así como su salud y vida, sobre todo, en individuos aquejados por tales afecciones múltiples.

Debido a la cultura anti gnóstica ( es decir conductas no a favor del conocimiento científico o empírico) relacionado con estos temas; y la falta de programas educativos o iniciativas encaminadas a estudiar, investigar y aplicar los conocimientos teóricos y prácticos vinculados con dichas líneas de acción, son algunas de varias causas por el cual la situación de las personas es cada vez más difícil en nuestros tiempos modernos.

Por cuanto, los nuevos gobiernos centrales y municipales, así como las expresiones o movimientos de la sociedad civil y comunidad científica tienen como desafío desarrollar estas concepciones e ideas a través de la aplicación de medidas o políticas públicas incluyentes que fomenten la ciencia y religión como dos campos del conocimiento destinados a la búsqueda de la verdad y el bien común de las personas.

Según datos oficiales, a la fecha no se cuenta con registro alguno que justifique o explique el comportamiento de este sistema tanto en áreas urbanas como zonas rurales.

Por otro lado, de acuerdo con estudios recientes, no encontramos en los tratados bíblicos ninguna prohibición en contra del uso de la medicina para sanar al ser humano en su sistema físico, psicológico, emocional y espiritual.

No obstantes, existen algunos pasajes de la biblia que ratifican aún más lo antes señalado.

Para mencionar algunos casos, tenemos el siguiente manifiesto:

Hijo mío, cuando estés enfermo, no te desanimes sino ruega al

Señor y él te sanará.

Enseguida, recurre al médico, porque a él también lo creó Dios; no prescindas de él, puesto que lo necesitas (Sir 38,9.12)

Aquí vemos claramente como, en caso de enfermedad, hay que acudir a la oración y al médico.

Las nuevas enseñanzas contenidas en el Nuevo Testamento es un elemento más, que refuerza esta tesis, a través de la siguiente expresión:

Cuando Jesús oyó, les dijo: No son los sanos los que necesitan al médico, sino los enfermos (Mc. 2,17).

Igualmente, el médico debe recurrir a medicamentos para combatir enfermedades serias y mortales, como se hacía en la época de Jesús, el cual, como ejemplo, se acudía al empleo del aceite y el vino como remedios para sanar a las personas, por el cual su uso no es prohibido para tratar a enfermos.

Por lo que si alguien piensa curarse con simple oración, están tentando a Dios al exigir continuamente un milagro, sin recurrir a la ayuda médica para sanar su cuerpo, alma y mente.

En caso contrario, si esto no fuese así, ¿Por qué no hacen lo mismos la personas con relación a los alimentos, orando para que Dios les de la comida diaria, sin esforzarse en sembrar?

Simplemente, por el mismo hecho, que Dios no provee de los recursos naturales para que nosotros a través de la ciencia y la técnica busquemos la manera de cómo saciar la necesidad alimentarnos, o bien, encontremos respuestas a las diversas y amplias dificultades que atravesamos todos los días en nuestro ir y venir por la vida.

III. Conclusiones

A continuación se recogen las conclusiones más relevantes que se pueden extraer del tratamiento de datos obtenidos en este trabajo. Como consecuencia de esto, también se ratifica la necesidad de estudios futuros en líneas vinculadas con la ciencia y la religión.

En breve se presentan conclusiones importantes:

– La oración es el medio de fe para que cualquier meta que nos propongamos resulte bien al final de nuestros días, pero ello solicita el apoyo de la ciencia para mejorar el producto que se genere de cualquier actividad o trabajo.

– Debido a las características intrínsecas de las sociedades actuales, la idea de oración cada vez va desapareciendo, depositando la confianza en el conocimiento científico y la tecnología frente a los problemas naturales y humanos que perturban nuestra tranquilidad, alejándonos de nuestro camino hacia la verdad y el bienestar común.

– En las distintas facetas del ser humano, la oración, la ciencia y el tiempo deben estar presentes para obtener los mejores resultados en la vida humana, social, profesional, familiar, personal, y sobre todo, espiritual.

– La realización de más trabajos similares a este abonaría a despertar el interés de los lectores en el tema, ayudando de esta manera a ir difundiendo estas iniciativas a cada persona de nuestros países, reflejándose en una mejoría socio- económica sostenible en el tiempo y espacio.

– A la fecha cuando surgen casos de urgencias médicas vinculado con la salud humana, se recurre a la oración para la recuperación milagrosa de la persona, o bien, se emplea la ciencia y tecnología para buscar respuestas viable a malestares que aquejan a nuestra sociedad actual.

– La ciencia a la fecha ha colaborado en la búsqueda de soluciones antes problemas de ordenamiento territorial (Foto No.1), en municipios y ciudades de nuestros países, así como, respuestas a dificultades relacionadas con salud pública al construir obras de ingenierías que ofrezcan atenciones y servicios médicos en tiempo y forma; o bien la resolución de inconvenientes con el abastecimiento y disponibilidad de agua potable y saneamiento en sitios recónditos del país. Sin embargo, todo ello ha sido posible solventarles gracias a la ayuda de Dios en todo momento.

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Foto No. 1. Mostrando problemas de ordenanza de territorios en el país que se ha superado debido a los avances de la ciencia y la tecnología. (Foto T. Obando, 2011)

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Foto No. 2. Mostrando el Hospital de Boaco, una obra civil construida con el empleo de materiales y tecnología de ultima generación.

(Foto T. Obando, 2011)

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Foto No. 2. Mostrando recurso hídrico de Teustepe, y sus potencialidades en la municipalidad, cuya distribución depende de sistema hidráulicos empleados para regadíos o abastecimiento de aguas a zonas rural y urbana. (Foto T. Obando, 2011)

 

 

Autor:

Tupak Ernesto Obando Rivera Consultor geólogo, y gestor ambiental

Managua, Marzo del 2012