Con un morrocoy que deje dormir a veces, escondido debajo de mi cama. Y una pajarera con alpiste para que lleguen muchos pajaritos a comer y se vuelvan a ir.
No me gustan las jaulas. ¿te gustaría a ti estar encerrado en una?. Pobrecitos!. Los pájaros necesitan libertad para volar a sus anchas, remontar las montañas y el cielo, igual que el papagayo que me hizo mi hermanito.
Espero que mamá me enseñe a organizar un huerto, en un pedazo del patio, para sembrar tomates, pimentón, cilantro, cebollín, auyamas, lechuga. Y que después, cuando nazcan, crezcan y maduren, yo vaya corriendo a recoger lo que necesite para hacer una ensalada o aliñar las caraotas.
Siempre me siento a escuchar a mamá. Ella me orienta sobre los hábitos conservacionistas, por eso:
En mi casa hay orden y aseo
Las comidas y basuras se tapan para evitar las moscas y otros insectos.
Los árboles se podan.
Evitamos que se formen charcos.
El frente de la casa está pintado y limpio.
Tenemos muchas plantas con flores.
Queremos los animales, pero mamá dice, que cada quien debe tener su lugar.
Siempre digo lo que pienso y siento. Mis padres me escuchan. Por eso, me dejaron tener una mascota: un perro chau chau, que se llama Silvestre, es grande, cariñoso, alertador y por su pelo amarillo y abundante, se parece a un león. Mamá comprende que mis intereses se encierran en mi mundo infantil.
Intercambiamos opiniones, por eso se que:
No debemos dañar las plantas.
Ni maltratar a los animales.
Tenemos que amar a la naturaleza que es muy grande.
Cuidar el planeta tierra en que vivimos.
Que existen aves, peces, batracios, reptiles y mamíferos, que hay animales con huesos (vertebrados) y sin huesos (invertebrados).
Que el hombre en su afán de comer carne (carnívoro), permite que maten a muchos animales como vacas, venados, conejos, chivos, gallinas, cerdos, ovejos, picures, chiguires, pavos, patos, otros.
Que en su afán deportivo caza muchos animales que se están extinguiendo como la lapa, el chiguire, el caimán, el venado…
Que por satisfacer sus hobbys o diversiones favoritas, permiten que maltraten a los animales, como en las carreras de perros, caballos, juegos de gallos, toros coleados, corridas de toros, por eso, mamá dice que en muchas cosas nos parecemos a Trucutrú, un hombre primitivo o de las cavernas.
Que por su interés económico e industrial, el hombre corta muchos árboles en los bosques y selvas para obtener la madera, por lo que se secan los ríos y se mueren muchos animales.
Que el hombre por su ignorancia aplica métodos tradicionales en las labores agrícolas y quema grandes extensiones de terrenos. ¡qué lástima!.
Que nuestros emblemas nacionales son: El Araguaney (árbol), la Orquídea (flor), y el Turpial (ave).
Sabemos que cada Estado de nuestro país tiene su árbol emblemático o simbólico, que cada región posee su flora y su fauna, sus costumbres y tradiciones, su música, sus características geográficas, sus bellezas naturales, su gastronomía y dialecto.
Cuando salimos los domingos de paseo, me gusta ir a los zoológicos, parques, visitar pueblos típicos, recoger flores y plantas para llevar a la casa, oír el trinar de los pajaritos, revolcarme en la grama del campo, o en la arena de la playa, o de los ríos, y entonces, soy muy feliz!.
Igual que cuando en las noches desde la ventana abierta de mi cuarto, veo el cielo oscuro, el brillo de la luna, el resplandor de las estrellas y me duermo contándolas, mientras ellas se mueven y me confunden.
Por todo eso, le doy gracias a Dios, por tener unos padres que me permiten observar, comparar el mundo que me rodea, que me enseñan a respetarlo, amarlo, cuidarlo, imagínense! Tengo que querer hasta al amiguito que me pega los piojos en el colegio!.
Con todas estas enseñanzas, estoy aprendiendo a tomar decisiones, a actuar, a ser independiente, a desarrollar mis sentidos, a despertar valores, a tener responsabilidad, confianza, seguridad, conciencia, a esforzarme y cooperar, a despejar todas las incógnitas que la naturaleza encierra para mí, las consecuencias o ventajas que obtendré de ella, según mis acciones y las actitudes que asuma.
Por eso, siempre le haré caso a mis padres, para poder respirar aire puro, vivir en paz, rodeado de mis plantas y animales queridos, en un ambiente sano, libre, lleno de esperanzas, convirtiéndome en un granito de arena que ayuda a construir un mundo mejor, donde mis amaneceres sean claros y alegres y en las noches, me permitan corretear con la luna y jugar al escondite con las estrellas, dándole a cada cosa su justo valor, gracias a la esencia del amor que todo lo puede y todo lo conforta.
APRENDIENDO A QUERER MI MUNDO NATURAL, es un folleto que tiene por objetivo fundamental, enseñar al niño a valorar las cosas mas sencillas que lo circundan, desarrollando sus sentidos, su apreciación ética y estética, sus buenos sentimientos como parte integral de los principios y valores, y lo mas importante, a cultivar el amor por la naturaleza y la conciencia conservacionista.
Es un temario para los educadores, especialmente los de la Educación Inicial y los de la Primera Etapa de Educación Básica, pero su sencillo contenido puede llegar hasta los padres y representantes y a cualquier lector que se preocupe por aprender y/o enseñar los principios, objetivos y funciones de la Educación Ambiental.
Debemos integrar la conservación del ambiente a la necesidad del desarrollo aprovechando intensa y racionalmente, los recursos naturales para hacer frente a las necesidades básicas de la población y ello se logra primeramente, a través de la formación de hábitos conservacionistas desde la más tierna edad para alejar al niño de todo lo que signifique deterioro.
Autora:
Trina Leé de Hidalgo
Diseño: Manuel Enrique Hidalgo Leé
Salado Alto – Ejido – Mérida – Venezuela.
Febrero 2001.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |