Introducción
El mapa de la poesía de Carilda Oliver Labra, visto desde hoy, es altamente representativo de un discurso, de una identidad de mujer desobediente , (posiblemente el rasgo común a casi todas nuestra grandes poetisas) conscientemente desligada del modelo femenino asignado para cada ciclo cronológico, y asumida en rebeldía conforme a su proyección vital y artística.
Pero en estas mismas composiciones de su etapa de juventud paradójicamente se observa un distanciamiento entre la edad cronológica del sujeto real y la que parece reflejar la voz discursiva: Ya me he ido / soy lo que queda de nada (Poema XVI de Libreta de la recién casada) escrito cuando apenas contaba 30 años de edad en 1952 y que fuera publicado en 1998.
¿Por qué? Tradición discursiva femenina, presente en la obra de casi todas las poetisas cubanas pero también desajuste inconsciente con el estereotipo patriarcal de la mujer joven, conceptualizado en términos absolutos como sujeto erótico.
A partir de Memoria de la fiebre publicado en 1958 y 1979, fecha de su siguiente poemario, Carilda Oliver se mantiene ausente del mundo editorial, pero basta solo una mirada a su poema Discurso de Eva , escrito en 1965 y publicado en el poemario Desparece el polvo de 1984, para darnos cuenta de que estamos ante un poema verdaderamente antológico en tanto representación del sujeto femenino que ve declinar su cuerpo y en contrapartida asume el reto de negar el estereotipo cultural de la mujer madura, asentado en el imaginario colectivo , sustrayéndose así a la normalidad del modelo femenino patriarcal, para denotar una identidad femenina en proceso ganancial o de crecimiento.
Carilda integra, con sobradas razones, el amplio abanico de figuras femeninas precursoras ( en su caso actante poderosamente imbricada en el contexto poético actual de la nación cubana) conformadoras de una importantísima tradición de poesía femenina en América Latina que nos permite comprender cabalmente los nuevos fenómenos generacionales que a partir de 1992 se encuentran entre las autoras cubanas más jóvenes: la dicotomía entre razón / pasión , observada y legitimada por José Martí en la poesía femenina cubana del siglo XIX– la cual según Cámara– no ha sido subvertida, posee una fuerza cohesiva notable hasta la irrupción de la más reciente oleada de jóvenes poetisas (Cámara: 1992)
Lo que Matilde Cámara llama beligerancia en el discurso de muchas poetisas cubanas tanto de dentro como de fuera de la isla es asumido por otros especialistas como " vivencias y actitudes que difieren significativamente de las que encontramos en el discurso de los hombres " ( Muñoz : 1988) Y precisa el crítico las áreas donde las poetisas marcan la diferencia : " la configuración del espacio de la naturaleza, el cuestionamiento de la figura masculina y la reescritura del mito " ( Muñoz : ídem ). Pero coincidimos con Jesús Barquet en que: "la voz de la mujer no necesita abandonar sus temas y tonos más recurrentes: el amor, el cuerpo, la sensibilidad, la ensoñación, la intimidad, para mostrar su valentía y cuestionar su circunstancia social. (Barquet: 1999) " En el caso de Carilda Oliver es ejemplo de ello su poemario Tú eres mañana , publicado en 1979 que a pesar de casi pasar inadvertido por la crítica, al decir de Susana Montero," marca uno de los momentos de mayor originalidad de la poetisa, y una de las manifestaciones más altas de su sentido de cubanidad, por cuanto más allá de la profunda simpatía que declara la escritora acerca del proceso nacional iniciado en 1959, tiene lugar en su discurso una insólita fusión de carácter identitario entre el sujeto individual y el yo clarildeano carnal y concreto, y el cuerpo de la nación reverdecido en todo su alcance por la vastedad y hondura de los cambios revolucionarios " : (Montero:2003) "Hablo con todos porque soy / esta muchedumbre convergiendo " (Calzada de Tirry 81 )
De ese mismo poemario, publicado en 1987, hemos escogido para su análisis Pongo otros dados en la misma suerte.
Página siguiente |