La vejez y el sexo
Enviado por Felix Larocca
- El envejecer y su fenomenología
- Cambios en la Mujer
- Cambios en el Hombre
- Factores psicosociales
- Las causas orgánicas
- Las psicológicas
- La homosexualidad. Asunto escabroso?
- En resumen
- Bibliografía
- ¡Dios mío, qué solos se quedan los viejos!
La sexualidad en la vejez es un área especialmente descuidada, poco conocida y menos entendida por la sociedad; incluyendo los propios ancianos y aún los profesionales de la salud a los que van a acudir las personas de edad avanzada con problemas y dudas al respecto, dudas y problemas que manifestarán abiertamente o, en ciertos casos tristes, no.
La actividad sexual humana depende de las características físicas, psicológicas y demográficas del individuo. De la existencia de una pareja y de sus particulares, y también del contexto mismo en el que tiene lugar la relación.
Tradicionalmente, la relación sexual suele considerarse una actividad propia de las personas jóvenes, en buena salud y con atractivo físico. La idea de que las personas de edad avanzada mantengan relaciones sexuales se rechaza por la sociedad, prefiriendo eludirla, dando lugar a que desaparezca del pensamiento colectivo y, por tanto, negando que ésta exista.
A pesar de todo, la vejez, conlleva la necesidad psicológica de una actividad sexual prolongada. Porque para nuestro género, no hay edad, en la que la actividad sexual, los pensamientos sobre sexo o el deseo clausuren.
?Hasta que la muerte nos separe?
Debido a la ignorancia y a la presión social, numerosas personas de edad avanzada, en quienes el deseo sexual es normal, experimentan un sentimiento de culpabilidad y de vergüenza — Porque se supone que la sexualidad y la vejez son mutuamente exclusivas.
La esperanza de vida en países industrializados ha aumentado espectacularmente, lo que se asocia con un importante incremento del número de ancianos en la población. Aunque la actividad sexual, fisiológicamente, disminuye con la edad, muchos individuos en la octava década de sus vidas siguen siendo activos sexualmente, y el deseo sexual está presente incluso en individuos más allá de los noventas. Más de la mitad de los hombres con 90 años, refieren mantener interés sexual, aunque menos del 15% son activos sexualmente.
La razón es de adaptación. Si los hombres y las mujeres, capaces de tener hijos se agotaban, por cualquier razón, como tanto sucediera en tiempos prehistóricos. El reservorio de esperma de un hombre mayor sería opción — no la mejor, pero, opción sería. (La leyenda bíblica de Lot es un ejemplo de esta realidad arcaica).
Lot y sus hijas. Francesco Furini (1604-16460
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