Aspectos ético-jurídicos en el Libro Génesis del Antiguo Testamento
Enviado por ELIAS JESUS PONCE SANZ
- La desobediencia de Adán y Eva
- El incesto entre Caín y su madre Eva o hermana
- El rufianismo de Abraham
- La relación incestuosa de Lot y sus hijas
- Onan y la práctica de la masturbación
- El supuesto perdón de José hacia sus hermanos
- El antisemitismo de los egipcios
- Fuentes bibliográficas
Introducción
Dejando a salvo mi fe como cristiano y por tanto creyente en la existencia de un ser superior, me avengo a comentar algunos hechos o episodios bíblicos relatados en el Libro del Génesis del Antiguo Testamento de la Biblia que considero ética y jurídicamente relevantes, desde mi perspectiva personal .En estos relatos se deja entrever cómo el patriarcado y el segregacionismo, el homicidio y otros latrocinios tiene lugar por honor, ambición, venganza o envidia, y donde incluso el machismo como una de sus manifestaciones se deja entrever reiteradamente, al dársele al primogénito y a los hijos llámese matrimoniales ahora, mayores derechos que al resto de hermanos y donde la mujer (madre o hija) es simplemente considerada casi como un objeto sexual no sólo por el hecho de ser tomada en cuenta sólo en los pasaje en los cuales se habla de la justificación de la continuación de la especie humana (sólo se habla de ella cuando se hace referencia al discurrir de las generaciones) sino también porque en diversos pasajes se aprecia que es ofrecida como un objeto o presente que dependientemente incluso del grado de belleza física que ésta ostentaba podía ser considerada como un presente más preciado, así como en los casos es que es nombrada por un rasgo no precisamente aceptado o tolerado por todos como es el caso de una prostituta; asimismo, se deja entrever como las posesiones materiales llámense tierras, ganado, metales preciosos eran como hasta ahora bienes preciados y codiciados, llevando en algunos acaso a ciertos personajes bíblicos renombrados y protagonistas a negar una relación marital con ellas e incluso indirectamente ofrecerlas a los anfitriones o pobladores acaudalados a costa de supuestamente no morir asesinados por éstos y muy por el contrario obtener dichos bienes, como son los casos de Abraham y Jacob.
A continuación detallaré y pretenderé analizar desde mi perspectiva personal las implicancias ético-morales e incluso históricas de esta parte de la Biblia, tratando de cumplir con identificar alguna situación en la que advierta el principio indirecto llamado también el principio del doble efecto, entendiéndose a éste como una especie de clave que compendia la distinción entre lo que se considera directamente voluntario y lo indirectamente voluntario, pero que se evidencia de situaciones conflictivas en las que el ser humano tiene que enfrentar, tratando de evitar un mal o conseguir un bien, más o menos necesario, causando un mal que no se desea. No está demás decir que el mal que se causa cuando se busca hacer un bien se considera justificado o permisible, cuando pudiera contemplar por lo menos cuatro condiciones como las siguientes:
que la acción de la que resulta el mal sea en sí misma buena o indiferente, es decir, no moralmente mala
que la intención del agente sea recta, es decir, que de verdad no se busque el efecto malo
que el efecto malo proceda de la causa con la misma inmediatez que el efecto bueno
que haya una razón proporcionalmente grave para permitir el efecto malo.
Tenemos entonces, que el "principio de doble efecto" es llamado, así porque los efectos multidimensionales y simultáneos de un mismo acto se pueden agrupar en dos clases: son útiles o deseados, o bien dañinos o no deseados. El principio de doble efecto presupone que sólo los actos que permiten o causan algún daño pueden ser moralmente malos; sin embargo, no todos los actos que permitan o causen un daño son de hecho moralmente malos, porque en algunos casos interviene una "razón proporcionada" que hace que un daño permitido o causado quede fuera del objetivo de la acción en función de un beneficio mayor.
Podemos decir así que este principio es ético, dado que como todo lo correspondiente al campo de la salud tiene un margen de error, del cual surge este concepto de principio de doble efecto proveniente de las falencias técnicas de los métodos de diagnóstico, de las particularidades metabólicas y clínicas propias de cada paciente, de las limitaciones inherentes a las diversas opciones terapéuticas y a las insospechadas variables aleatorias en relación con el medio circundante.
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