- Breve resumen del artículo
- La Influencia de la Economía
- El Proceso hacia la Democracia
- Conclusión
- Bibliografía
Breve resumen del artículo:
Los regímenes políticos autoritarios no son sistemas estáticos que persistan inamovibles a lo largo de su existencia, sino que sufren cambios que pueden acabar en transición a otro tipo de régimen, sea democrático o no. Es cierto que uno de los casos más recientes y con mayor repercusión mediática ha sido la caída de Sadam Hussein en Iraq. Aún así, la mayor parte de los regímenes autoritarios no desaparecen como consecuencia de una invasión militar extranjera. Al contrario, el mayor peligro para un régimen autoritario se encuentra "en casa" como consecuencia de la ingobernabilidad provocada por movimientos de oposición al régimen. Así lo muestra los casos de Haití con Jean -Bertrand Aristide o Georgia con Eduard Shevernadze. El presente estudio se centra precisamente en el cambio desde un régimen autoritario partiendo de los principales enfoques sobre la transición hacia la democracia de los investigadores Dankwar A. Rustow (1970), Haggard y Kaufman (1997) y O’Donnell y Schmitter (1988).
Introducción
En los últimos años hemos asistido en directo a la caída de numerosos regímenes autoritarios sometidos incluso a procesos penales internacionales. Entre ellos destaca, sin duda, el ex-presidente iraquí Sadam Hussein, apartado del poder mediante una operación militar que, además, ha impuesto las nuevas normas del juego en el país.
No todos los dictadores han caído víctimas de invasiones extranjeras. En efecto, el mayor peligro para un régimen autoritario se encuentra en casa. Jean-Bertrand Aristide en Haití o Eduard Shevernadze en Georgia son sólo dos ejemplos de una larga lista de presidentes apartados del poder como consecuencia de la ingobernabilidad provocada por los movimientos de oposición al régimen.
Esto no quiere decir que todo cambio político se dirija hacia la democracia. Al contrario, el ejemplo de Iraq muestra la desmembración de un Estado al borde de la guerra civil donde la supuesta democratización no va más allá de la libertad de voto y la aprobación de una Constitución redactada por unos más que dudosos representantes de los iraquíes libres.
Los regímenes políticos no son una estructura estática e inamovible que se perpetúe por sí misma en el poder. Los regímenes, como las personas que los integran, evolucionan y cambian. Y es precisamente ese cambio el centro de estudio de numerosos investigadores, interesados en las causas que explican el paso de un régimen autoritario a una democracia o, por el contrario, a un nuevo –pero diferente- régimen autoritario.
En el presente ensayo analizaré algunos de los principales enfoques sobre la transición hacia la democracia a partir del artículo de Dankwar A. Rustow (1970), firme opositor a las teorías de la modernización que ven a la economía como el principal factor determinante del cambio político.
Junto a éste, trataré las teorías de Haggard y Kaufman (1997) y O’Donnell y Schmitter (1988) con su visión central de la elite como motor del proceso de cambio mediante la transición a la democracia; así como las principales críticas que pueden realizarse a unos estudios que, por otra parte, son sumamente interesantes.
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