Universidad Nacional Experimental Politécnica “Antonio José de Sucre” Vice-Rectorado Puerto Ordaz Departamento de Ingeniería Industrial Ingeniería Financiera VISIÓN DE LAS FINANZAS CORPORATIVAS Integrantes: Lozada Yessika Mariela Luna Cristian Rodríguez Profesor: Ing. Andrés Blanco CIUDAD GUAYANA, OCTUBRE DE 2009 UNEXPO
INTRODUCCIÓN Independientemente de cual sea el campo de especialización al que uno se dedique, deberá tenerse un conocimiento general de las tres áreas. Por ejemplo, un banquero que concede prestamos a los negocios no podrá hacer bien su trabajo si no cuenta con una buena comprensión de la administración financiera, puesto que deberá juzgar si la empresa esta bien o mal administrada. Aun los corredores deben conocer los principios financieros generales si quieren proporcionar una asesoría inteligente a sus clientes. Al mismo tiempo, los administradores financieros corporativos necesitan saber que piensan sus banqueros y como juzgaran los inversionistas el desempeño de sus corporaciones, a efectos de determinar los precios de sus acciones. Por lo tanto, si usted decide que las finanzas serán su carrera, necesitara saber algo acerca de las tres áreas.
VISIÓN DE LAS FINANZAS CORPORATIVAS. Las finanzas corporativas se centran en la forma en la que las empresas pueden crear valor y mantenerlo a través del uso eficiente de los recursos financieros. Se subdivide en tres partes: Las decisiones de inversión, que se centran en el estudio de los activos reales (tangibles o intangibles) en los que la empresa debería invertir. Las decisiones de financiación, que estudian la obtención de fondos (provenientes de los inversores que adquieren los activos financieros emitidos por la empresa) para que la compañía pueda adquirir los activos en los que ha decidido invertir. Las decisiones directivas, que atañen a las decisiones operativas y financieras del día a día como, por ejemplo: el tamaño de la empresa, su ritmo de crecimiento, el tamaño del crédito concedido a sus clientes, la remuneración del personal de la empresa, etc.
VISIÓN DE LAS FINANZAS CORPORATIVAS. Algunas de las zonas de estudio de las finanzas corporativas son, por ejemplo: el equilibrio financiero, el análisis de la inversión en nuevos activos, el reemplazamiento de viejos activos, las fusiones y adquisiciones de empresas, el análisis del endeudamiento, la emisión de acciones y obligaciones, etcétera. En la actualidad, la modalidad utilizada con mayor frecuencia para la concepción de una empresa es la corporación. En estas (que se pueden entender como modernas por la coyuntura en la que nos encontramos) la propiedad del capital se encuentra ampliamente difuminada (atendiendo al concepto de corporación como tal). En este marco, en el ámbito de las finanzas la empresa se enfoca hacia la maximización del valor de la misma, esto es, incrementar el valor de la inversión que los accionistas han hecho en la empresa (aumentar el precio de las acciones). Así pues los accionistas delegan la autoridad suficiente a una entidad que formará el tren directivo en materia de finanzas, con lo que las actividades cotidianas de la empresa son realizadas por estos administradores quienes actúan como representantes de estos accionistas, ejerciendo el control (dentro de ciertos parámetros) de la toma de decisiones de financiamiento e inversión de la misma. Casi siempre se supone que el directivo financiero actúa tratando de incrementar el valor de la inversión que los accionistas han hecho en la empresa.
VISIÓN DE LAS FINANZAS CORPORATIVAS. Pero una gran compañía (creada como corporación) incluye a miles de personas y cada una busca tanto su interés particular como el de los accionistas. En teoría, una junta directiva conformada por determinados accionistas, coordina a los administradores y dirige su actuación a favor de los accionistas. Sin embargo, producto de muchos estudios se sabe que la amplia dispersión de la propiedad del capital común de la mayoría de las grandes corporaciones dificulta el ejercicio del control de los accionistas a través de dicha junta directiva. El accionista individual no tiene una participación lo suficientemente considerable como para justificar el gasto de tiempo y dinero que implica un control estrecho de los administradores y de la junta directiva. También es común el argumento de que los administradores se interesan más en lograr un mayor tamaño de la empresa que en maximizar el valor de la misma, dado que su compensación se relaciona con las ventas o con los activos totales. Entonces, el beneficio neto de una empresa hay que verlo como una torta que se reparte entre un número de participantes. Aquí incluimos al director y a los trabajadores así como a los prestamistas y accionistas que han contribuido con su dinero a establecer y mantener el negocio. El Gobierno es también uno de los participantes ya quien grava los beneficios de la empresa
VISIÓN DE LAS FINANZAS CORPORATIVAS. Todos estos participantes se sitúan juntos en una complicada rama de contratos y acuerdos tácticos. Por ejemplo, cuando los bancos prestan dinero a una empresa insisten en realizar un contrato formal fijando el tipo de interés y los plazos de devolución del préstamo, imponiendo quizá restricciones sobre los dividendos o préstamos adicionales, etc. Pero no se puede inventar reglas escritas para cubrir cualquier posible contingencia, por lo que los contratos por escrito van complementados con acuerdos tácticos. Por ejemplo, los directores entienden que a cambio de un salario alto se espera de ellos que trabajen duro y que reserven parte de “la torta” para injustificados lujos personales.
OBJETIVOS Y METAS DE LA EMPRESA. El objetivo del equipo directivo de una empresa debe ser la máxima creación de valor posible, es decir, que la compañía valga cada vez más. El valor de la empresa viene representado por el valor de mercado de su activo; como es lógico, éste debe ser igual al valor de mercado de su pasivo que, a su vez, es igual a la suma del valor de mercado de sus acciones más el valor de mercado de sus deudas. Si tenemos en cuenta que, en condiciones normales, el valor del endeudamiento oscilará en las cercanías de su valor contable, parece lógico pensar que la creación de valor en la empresa se reflejará básicamente en el aumento del valor de sus acciones o fondos propios. Éste depende de las decisiones de inversión, financiación y reparto de dividendos que tome su equipo directivo. Por tanto, también se puede decir que el principal objetivo de la gestión empresarial es la maximización del valor de la compañía para sus propietarios.
OBJETIVOS Y METAS DE LA EMPRESA. En la idea de que al aumentar el valor de la empresa el principal incremento se produce en el valor de los fondos propios de la misma. Concretando, este objetivo proporciona al consejo de administración de la empresa y a su equipo directivo una directriz clara, que facilita la adopción de decisiones y la evaluación de sus prestaciones; favorece la formación de capital y la más correcta asignación de recursos; y, acompasa eficientemente el diseño de la organización a los incentivos y riesgos de todas las partes implicadas en la empresa. Por otra parte, es preciso señalar que el importante papel que representa dicho objetivo en la asignación de recursos en una economía de mercado no goza de una aceptación generalizada. Esto se debe, entre otras razones, a la incertidumbre y frustración que han producido los grandes despidos de personal debido a las reestructuraciones empresariales realizadas en nombre de aquél y a las críticas a la alta dirección por buscar, aparentemente, su propio interés y centrarse en enfoques miopes en la cotización diaria de las acciones. Además, en la Unión Europea existe una creciente tensión entre las prácticas empresariales que persiguen este objetivo necesario en un mercado mundial competitivo y la larga tradición establecida de mantenimiento del bienestar social.
OBJETIVOS Y METAS DE LA EMPRESA. El objetivo de la empresa según la teoría de los “participantes”: Por dicho motivo hay una corriente de pensamiento que defiende que los directivos de la empresa deben tener en cuenta a la hora de tomar decisiones los intereses de todos los participantes en la empresa: inversores, consumidores, empleados, acreedores, poderes públicos, directivos y sociedad en general, a los que en inglés se denomina stakeholders. Éstos son todos aquellos individuos o grupos que pueden verse afectados por, o afectar al, bienestar de la empresa. Esta “teoría de los participantes” (stakeholder theory) hunde sus raíces en la sociología, el comportamiento organizativo, y en el propio interés de los directivos. Según Jensen, esta teoría fracasa al intentar crear el máximo valor posible porque es incapaz de proporcionar una completa especificación del objetivo de la empresa, lo que puede acarrear una confusión en la gestión, conflictos, ineficiencias y pérdida de la competitividad.
OBJETIVOS Y METAS DE LA EMPRESA. La reconciliación de ambas posturas: Es importante explicar claramente por qué el objetivo consistente en crear el máximo valor posible para los accionistas es el idóneo tanto desde el punto de vista empresarial como del social. La idea subyacente es que los accionistas ordinarios son los últimos en recibir dinero de la empresa, por ello se dice que sus derechos son residuales; de tal manera que antes de que ellos reciban cantidad alguna deben haber recibido lo que les corresponde: los clientes, los proveedores, los empleados de la empresa, el estado, los acreedores y los accionistas preferentes. Es entonces y sólo entonces cuando lo que queda va a manos de los accionistas (vía dividendos, reinversión de beneficios retenidos, o recompra de acciones). Por tanto, si las decisiones empresariales van dirigidas a hacer que el dinero sobrante para los accionistas sea el mayor posible, sin perjudicar a ninguno de los que ocupan un lugar precedente en la cola, esas decisiones crearán valor y, en caso contrario, lo destruirán.
OBJETIVOS Y METAS DE LA EMPRESA. Evidentemente, se supone que todos los pagos a aquéllos que preceden a los accionistas ordinarios son el resultado de una negociación óptima y que todos consideran que reciben en justicia lo que les corresponde, porque si no surgirá un conflicto que dañará la creación de valor. En cualquier caso no debe confundirse este objetivo con el de la maximización del beneficio por acción porque éste concepto no tiene en cuenta ni el vencimiento de los flujos de caja, que se espera surjan en el futuro, ni la totalidad de los riesgos a los que se enfrenta la empresa y que afectan a dichos flujos de caja esperados (dichos riesgos se resumen en la tasa de rendimiento mínima requerida por los inversores). Dicho de otra forma, el beneficio por acción refleja el pasado inmediato, mientras que el precio de mercado refleja el futuro esperado.
OBJETIVOS Y METAS DE LA EMPRESA. La meta de la administración financiera consiste en maximizar el valor de la empresa, con sujeción a las restricciones que imponen las responsabilidades que imponen las responsabilidades y compromisos existentes para con los participantes del negocio. Sin embargo, existen ciertos conflictos potenciales entre los propietarios de una empresa y sus acreedores. El valor de las acciones de la empresa proporciona un buen índice para medir el grado de eficacia del desempeño de una compañía. Es por esta razón que la meta de la empresa en cuanto a las finanzas generalmente se expresan en términos de la maximización del valor de las acciones de la empresa, en síntesis, la maximización del precio de las acciones.
OBJETIVOS Y METAS DE LA EMPRESA. La maximización del valor de la empresa como meta de esta requiere de una perspectiva más amplia que la “maximización de las utilidades“. La maximización del valor toma en cuenta el valor del dinero a través del tiempo. Primero, los fondos que se reciban este año pueden tener más valor que los fondos que pudieran recibirse después de 10 años contados a partir de hoy. Segundo, la maximización del valor considera el grado de riesgo de la corriente de ingresos. Por ejemplo, la tasa de rendimiento requerida sobre valores del gobierno libres de riesgos sería más baja que la tasa de rendimiento que se requeriría sobre una inversión para empezar un nuevo negocio. Tercero, la “calidad“ y la programación de los flujos defectivos esperados en el futuro pueden variar. Las cifras de utilidades pueden variar ampliamente según las reglas contables y los convencionalismos que se utilicen. Sin embargo, existe una considerable evidencia en el sentido de que los mercados financieros pueden detectar las diferencias de los procedimientos contables que afectan a las “utilidades” y que incluso pueden percibir los determinantes fundamentales del valor. Por consiguiente, la maximización del valor es más amplia y más general que la maximización de las utilidades; además, esa idea conceptual unificadora que se usa normalmente.
LAS FINANZAS COMO FUNCIÓN ORGANIZACIONAL DE LA EMPRESA. La función administrativa financiera de la empresa: depende del tamaño de la misma. En las compañías pequeñas, la función financiera es desempeñada en general por el departamento de contabilidad. Al crecer una empresa, la importancia de dicha función resulta en la necesidad de un departamento separado, ligado de manera directa al presidente de la compañía (o Director General) por medio de un Vicepresidente de Finanzas conocido como gerente financiero. Las tres formas legales fundamentales de la administración empresarial son la empresa de propiedad unipersonal (o persona física), la sociedad (o colectiva) y la corporación.
LAS FINANZAS COMO FUNCIÓN ORGANIZACIONAL DE LA EMPRESA. Empresas de propiedad unipersonal: Es un negocio propiedad de un solo dueño, quien lo administra para su propio beneficio. Cerca del 75% de todos los negocios son empresas de propiedad unipersonal. La típica empresa unipersonal es en pequeño negocio, como la tienda de abarrotes de la colonia, el taller mecánico o la reparadora de calzados. Normalmente el propietario, junto con unos pocos empleados, dirige la organización. Este suele obtener capital a partir de sus recursos personales o mediante préstamos, y es responsable de todas las decisiones de negocios. La empresa de propiedad unipersonal tiene responsabilidades ilimitadas, lo cual significa que el total de los bienes de propietario, y no solo la cantidad invertida originalmente pueden utilizarse para satisfacer a los acreedores. La mayoría de las empresas de propiedad unipersonal están en las empresas de ventas al mayoreo o al menudeo, de prestación de servicios y de obras de construcción.
LAS FINANZAS COMO FUNCIÓN ORGANIZACIONAL DE LA EMPRESA. Sociedades (o empresas colectivas): Una sociedad (o empresa colectiva) consta de dos o más propietarios que crean negocios conjuntos con el fin de obtener utilidades. Las sociedades, las cuales suman 10% de todos los negocios son más grandes que las empresas de propiedad unipersonal. Las empresas financieras, aseguradoras y de bienes raíces son los tipos más comunes de empresas colectivas. Los bufetes de contadores públicos y las empresas de corretaje suelen a menudo tener más socios. La mayor parte de las sociedades se organizan mediante un contrato escrito conocido como escritura constitutiva de sociedad. En una sociedad en general (o regular) todos los socios tienen responsabilidad ilimitada. En una sociedad de responsabilidad limitada (O sociedad en comandita), uno o más de los socios pueden ser designados como de responsabilidad limitada con la condición de que al menos uno de los socios tenga responsabilidad ilimitada. Por lo general, a un socio de responsabilidad limitada se le prohíbe participar en la administración de la empresa.
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