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Responsabilidad social corporativa


Partes: 1, 2

    I.- FORMULACION DEL PROBLEMA

    Exordio:

    La contaminación ambiental, por emanaciones toxicas de las grandes industrias, la explotación laboral en los países en vías de desarrollo que realizan las empresas trasnacionales, la perdida de principios y valores comunitarios, y otros dilemas que enfrenta nuestro mundo global, constituyen uno de los peores problemas que enfrenta actualmente la humanidad.

    Por tanto, es hora de replantear la responsabilidad social de la empresa, labor que deberá recaer en el Estado como ente regulador y especialmente en aquellas personas y organizaciones que de alguna forma inciden hoy en el mañana, vg. La organización civil de bandera Perú 2021, quienes son los llamados a asumir un liderazgo ético, moral y de responsabilidad que no permita seguir construyendo un nefasto y fatídico futuro.

    En la web, existen diversos apuntes sobre la responsabilidad social corporativa o responsabilidad social de la empresa (RSE), comentarios o regulaciones internacionales que se han centrado más en asuntos de tipo ambiental, desarrollo sostenible y producción, debido a la importancia que ello reviste para el planeta y la misma humanidad, pero no es el único ámbito de la RSE, también hay informes de índole laboral y de proyección social con obras sociales.

    Cualquier empresa consolidada que conozcamos desarrolla diversas de acciones de responsabilidad social respecto a los principales grupos de interés con los que se relaciona: trabajadores, clientes, proveedores y la sociedad en general ¿Cuál es la empresa que ante un problema familiar grave de un trabajador no tiene el mínimo interés de intentar ofrecerle su ayuda?, ¿Cuál es la empresa que se despreocupa de que los productos que fabrica puedan generar daños graves al medio ambiente?, ¿Cuál es la empresa asentada en un municipio distrital o provincial que no colabora en una importante iniciativa para el desarrollo comunal, en la que se le solicita una ayuda que puede ofrecer?, Posiblemente piense que estas son cosas interesantes pero que no forman parte del cometido empresarial que es ofrecer productos de calidad a un buen precio y obtener de ello un beneficio económico. Bien, ello es cierto solo en parte, pero lo que no conviene a estas alturas es confundir a los verdaderos empresarios que crean riqueza y bienestar en nuestra sociedad, con los negociantes o los meros especuladores que se mueven exclusivamente por el afán personal de lucro, en el plazo más inmediato posible, contribuyendo en nada a la sociedad de la que se aprovechan continuamente.

    En realidad, en un mismo entorno conviven sociedades preocupadas por los valores propios de una sociedad humanizada e individuos y sociedades formales o informales encaminados exclusivamente por fines materialistas, incluso no éticos. Vg. Los aserraderos situados en nuestra selva virgen que talan sin ninguna conciencia ambiental, la trata de blancas por medio de Internet o los grandes casinos que tras su fachada lavan dinero.

    La actividad empresarial va asociada implícitamente a los beneficios sociales que comporta, ya sea de manera expresa y voluntaria o incluso sin pretenderlo. Toda empresa formal que genera puestos de trabajo directos e indirectos es fuente de riqueza social, más allá de los beneficios que generen sus productos y servicios a sus usuarios y a la propia empresa y sus accionistas. Estos beneficios podrán ser reinvertidos en la empresa para asegurar su crecimiento y seguir generando riqueza, y se convertirán en manos de sus receptores, junto a los salarios percibidos por sus colaboradores, en fuente de consumo, además de aportar ingresos al fisco para contribuir al desarrollo económico del municipio, región o país, socializándose así la riqueza generada.

    La empresa, sus propietarios y los proveedores, dependen de la sociedad donde operan en cuanto a su existencia y prosperidad, pero también tienen respecto a ella importantes obligaciones. El tema de la responsabilidad social en las empresas, aún no ha sido asimilado con la suficiente seriedad que merece, pues su filosofía y la forma en que se ha venido tratando, tiende a ir en contradicción con los sublimes intereses empresariales, de producir ganancias abaratando cuantos costos sean posibles, es decir, una gestión meramente rentable.

    Sin embargo imbuidos de conciencia, las acciones de proyección que realizan las empresas con responsabilidad social no son un gasto, son una inversión que genera utilidades, en algunos casos de forma inmediata, y en otros a mediano y largo plazo, el problema es inducir al empresariado a ser amigable con su entorno, quien finalmente es su propio sustento.

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