Capítulo I
Ella existe y se diferencia de tres más que perviven conjuntamente , resultando de la confluencia de las calles Pedro Ruiz y siete de enero, apostándose equidistantemente en forma involuntaria , sin lugar a opción en el lado izquierdo, su singularidad propia aunque inimaginable , pero cierta en toda una gran ciudad, no se aprecia a primer golpe de vista , su gráfico, lineal y sólido cuerpo lo va determinando el iter recorrido hasta su angulación , no teniendo letrero alguno, ni gráfico , menos sello , color, ni impronta especial adecuada a su importancia . Aquella punta de dos paredes ha marcado desde antaño el cobijo de muchas generaciones de buenos, regulares, pésimos, deficientes, y excelentes músicos del departamento de Lambayeque y de diferentes lugares próximos a la provincia.
Originariamente era apreciada por su amicalidad con la acera paralela, según apreciación frontal de su espacio material , como es hasta ahora que por más que han tratado , los seres humanos fieles y convenidos a ella, que la ocupan cotidianamente , no han logrado ampliarla a otra vereda más , ha sido intentado en muchas ocasiones , hasta el cansancio , pero no se logró , por ser los demandantes y visitantes conocedores de su excelsa función, ésta es de abrazar a la materialización de la música, como a los ejecutores acostumbrados al lugar esquinal de siempre.
El transcurso del tiempo no ha podido deteriorarla en su estructura , más bien se han agregado a ella, centros de venta de golosinas, gaseosas, y productos necesarios en la canasta familiar diaria, así como prestación de servicios de teléfono, celulares, tan necesarios para la comunicación , no sabiéndose a ciencia cierta , si voluntaria o involuntariamente se ha tratado de hacerle desaparecer, erigiendo nada descomunal, a su lado , un local con las comodidades mínimas para recibir a su entorno humano- los ejecutores musicales- los mismos que ya no se imaginarán disímiles formas para poder mantenerse durante muchas horas en pie, pudiendo actualmente tener si lo desean la oportunidad de descansar sus cuerpos en sillas e incluso apoyar su humanidad en mesas para escribir, repetir, practicar y comúnmente plagiar las partituras a que se avengan al referido recinto , aperturando sus interminables juegos de casinos, dados, entre otros , como también sus esporádicos ensayos de piezas musicales entre los adventicios formados a petición del cliente de turno, el citado local erigido con cuatro paredes , techo de calamina, con expresión de sobriedad e iluminado con la presencia de la santa patrona de sus amigos- Virgen Santa Cecilia- no ha disminuido en nada la preferencial ocupación de la denominada y resaltante esquina.
Capítulo II
Que, como se dará cuenta soy única en mi género, tan especial que vengo sobreviviendo a través de varios , varios, varios, muchos varios años, en mi seno se han realizado maravillosas historias acaecidas entre ejecutores musicales que me han ocupado y me ocupan físicamente ya sea parados, recostados , sentados o pegados a mis paredes, que me encantaría contarles para que así arribe a la conclusión de mi gran importancia para el arte lambayecano, acompañado a mi Larga vida ; sin embargo considero que todo no debe ser reproducido, razón por la que dentro de una generalidad de vivencias , admito que algunas han calado más hondo en mi sensibilidad a tal punto que con el paso del tiempo ¡ay tiempo! Voy tratando de ordenarlas para saber su comienzo y final, conociendo de antemano que al saber su repetitividad, esperaré serenamente un ciclo igual, mejor o peor que el anterior , según mi sentir , si les parece bien, les narraré:
Desde hace largas y enésimas semanas, días , meses, minutos , segundos se pusieron abruptamente en mis entrañas algunos seres humanos , todos de sexo masculino, que provenían de caseríos , pueblitos no muy distantes de esta ciudad, que tenían una inusual particularidad , que en su tierra de origen ejecutaban instrumentos musicales , casi siempre en bandas que acompañaban a sus patrones religiosos en las fechas establecidas como festivas para el lugar, habiendo aprendido la ejecución de la trompeta, saxofón, trombón, tarola, tuba, clarinete, es decir instrumentos de percusión y viento; en algunos casos de oído, en otros con lectura de figuras musicales por profesores empíricos del mismo sitio, que nunca fueron a escuela musical alguna, siendo en su mayoría de características físicas de tez morena, mestiza u oscura, cabello negro, y difícil de peinar, producto del abundante sol al que se exponían cuando acompañaban a su imagen religiosa y a la vez ejecutaban sus instrumentos musicales , que han venido de generación en generación , transmitiéndose , oficio llamado antiguamente y profesión en la actualidad que eligieron en lugar a los que se tenía por su costumbre como es de cortar pelo o confeccionar pantalones u otras prendas.
¡aquellos! Son los que estuvieron en forma primera y aún están alrededor de mis ambientes , en su afán de romper su monótono , acostumbrado y heredado , acompañamiento musical exclusivo de banda (grupo de músicos tocantes a pie ) con la esperanza de que encontrar mejores posibilidades al oficio común ellos vinieron con su oficio del campo a la ciudad en el afán de trascender en su tradición , como todos conocen hartamente –Que, el que sueña alto, con persistencia , lo logra , aunque a veces estés sólo- para después ser seguido por los que compartan dicho sueño- Efectivamente , sin advertirlo generaron una nueva modalidad para la ejecución de sus instrumentos, ahora ya con esperanzadoras opciones de progreso, cambiando el público místico reducido a sus paisanos, que esperaban siempre emanar de sus manos y labios melodías tristes, para pasar melodías más alegres, más invitadoras al baile del cuerpo ¡vaya que se amplió! A un público desconocido , mayor en número como en gustos, propios de la ciudad con variedades en complacencias musicales, a los que ellos estaban acostumbrados a experimentar , alternado su actividad ejecutora a la que ya se habían habituado.
Estos, los queridos ocupantes de mis aceras y paredes, necesitados de ambiciones , de nuevas experiencias , fueron poco a poco siendo solicitados para recibir para participar con su oficio regularmente pagado en un nuevo aniversario de vida de persona que esperaba una demostrada estimulación a través del canto y ejecución de música en vivo, claro que fue progresando paulatinamente la asimilación de las personas de la ciudad en que resultaba mejor divertirse o gozar de la música ejecutada así, y no en acetato (disco), fueron también admitiendo que ingresaran a sus domicilios; pero condicionándolos en todas las formas que expresen la diferencia de su estadía temporal con la del invitado por ejemplo: El espacio que ocuparían siempre sería el más alejado de la pista de baile, pudiendo estar en el lugar menos visible ,como es el lado de la cocina, en el patio que careciera de techo , al lado de la puerta de ingreso al baño de hombres, sin importar los olores que emanasen o en algún ambiente de la casa que tengo el menor contacto posible con el homenajeado e invitados de la fiesta, como dispusiera el contratante. Para algunos les pareció normal o les dio igual cierta discriminación , otros lo admitían como un pago por su derecho de piso de pasar de su oficio de la zona rural a la urbana. Los inquietos y disconformes por su propia naturaleza , como honor, con la mayor celeridad que pudieron ahorrar fueron modernizando sus instrumentos, su vestimenta, su apariencia, en el pensamiento que haciendo todo eso serían tratados mejor, aunque sea discriminados menos , llegando hasta a conformar bandas , grupos musicales que a mucho esfuerzo posicionaron, haciéndolos conocidos , logrando algo importante, que los que escogieran su servicio ya no tuvieran la libertad anterior que era la forma individual, con el agregado de decidir el número de integrantes y quienes debían conformarlo, ahora la elección se convirtió en grupal, muchos lograron el éxito , si entendemos por ello al tener más compromisos, mejores instrumentos, mejores vestimentas, transporte propio, seleccionados integrantes, sin poder desprenderse de su argot creado en mis ambientes, que como muestra les recreo, Cada vez que se le presentaban pedido de sus servicios comúnmente le llamaban, "Chivos" estoy acostumbrada a escuchar entre mis ocupantes decir orgullosamente cuando tienen trabajo, "Ya me Salió un chivo" y si tienen varios "Tengo varios chivos" cuando están prestando el servicio "estamos chiveando" y cuando la fiesta está por terminar "sólo falta sacarle el cuerito".
Capítulo III
Puedo afirmar por mi trayectoria de vida que los que no han alcanzado el denominado "éxito" , los que se jubilaron, agregados a los que nunca han aspirado a cambiar su estado que tenían cuando llegaron a mis aposentos son los realmente fieles a mis paredes y aceras, a ellos les agradezco que siempre estén ahí sin importarles un horario establecido , sea de día , de madrugada, de noche, o de tarde acompañándome. Como no recordar a los que desde su arribo, hasta su envejecimiento y muerte me han dado su compañía , percibiendo que hasta en la actualidad pese a que no están físicamente en este mundo siguen y seguirán acompañándome con su tan valorada presencia.
Resumiendo con relación a los denominados "ëxitosos" se desprende un inicio, un progreso y objetivo trazado por mis queridos ocupantes, que me trae como consecuencia clara que conforme vaya transcurriendo cada ciclo elaborado, por mi, determinará el alejamiento de mi entorno material, no obstante mi deseo no controlado en mi interior , espero que se den muchas oportunidades para que nuevamente vengan a acompañarme como lo hacían antes, como hacen los otros, no interesándome las razones de su regreso , si no que me acompañen por que forman parte de mi.
Como leerá usted ,conozco claramente el ciclo descrito y mi felicidad toma nuevos brillos, soy feliz con los nuevos ejecutantes musicales que se allegan a mis angulaciones siendo a veces triste, cuando progresan y me olvidan ingratamente.
Anexo
Según la historia que narran antiguos pobladores de Chiclayo, la historia de la esquina del movimiento se remonta a 1933, en aquel, entonces en la esquina de la calle 7 de enero, siempre había grupos de guitarristas por las inmediaciones , debido a que en el sector comprendido entre las cuadras 9 y 10 de la calle Pedro Ruiz conocido como"el barrio de las latas" llamado así por que las casas de entonces tenían su techo de este material.-había muchas picanterías, y cuando los clientes se entonaban después de unos tragos , casi siempre terminaban pagando par que los guitarristas fueran a tocar, así empezó la historia de la referencia, hoy tan conocida y nombrada "esquina del movimiento".
Con el transcurso del tiempo, el número de músicos que iba poblando esta esquina creció. Se presume que solo 10 músicos iniciaron su labor en esta tradicional esquina. Cerca de 1945 comienzan a aparecer más músicos ya no sólo guitarristas, sino banyistas –instrumentos de cuerda-, lo mismo que maraqueros, al contar con un considerable número deciden formar una asociación. Y a partir de entonces la gente empieza a requerir sus servicios ya no solo en las picanterías de las zona, tambien para amenizar fiestas en casas, fiestas patronales, eventos culturales, retretas de los distintos barrios de la ciudad, por entonces se salía a estos eventos en trios, conformados por un guitarrista, un banjista y un maraquero o en su efecto se cambiaba al maraquero por un baterista.
La música que antes se bailaba ahora la ponen solo la hora que sirven la comida. Eso quiere decir que la musica criolla ha perdido el valor que pudo tener en el inicio de la esquina del movimiento.
La Asociación fue creada muchos años atrás pero recién en marzo de 1974 pudo formalizarse . en sus inicios tenía que ir de lugar en lugar ,no contaban con local propio. La buena voluntad de un ex socio ELISEO CORRALES quien tenía un inmueble ubicado a escasos metros de la esquina busco regalarlo pero como los músicos ya contaban con la asociación toman la decisión de comprarlo aunque estaba en ruinas al momento de la transacción ,así ahora cuentan con un local institucional en sus inicios la asociación solo estaba constituida por 35 socios, a media que fue pasando el tiempo el número ha crecido notablemente, en la actualidad se cuenta con aproximadamente 75 socios .el 22 de noviembre se celebra al fiesta de Santa Cecilia, santa patrona y protectora.
Autor:
Richard W. Bances Arbañil