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El bautismo

Enviado por Omar Pérez


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. ¿Qué significa el Bautismo en agua?
  3. Obstaculizando el Bautizo
  4. Buscando la evidencia textual
  5. Evidencias de los siervos de Dios del Nt ante la tarea de bautizar a los creyentes
  6. Las ovejas buscan otro rebaño
  7. Conclusiones
  8. Otros trabajos publicados

Introducción

Hace ya algún tiempo, me convertí gracias al tratamiento personal de Dios mediante situaciones en que no me quedaba más que buscar de Él, mi primer paso fue leyendo pequeños tratados y recitando pequeñas oraciones de aceptación del Salvador y Señor en mi privacidad personal. Después y convencido por mis padres comienzo a asistir a una Iglesia, aquí mediante una sed insaciable de conocer sobre Dios y su palabra, doblegué la paciencia hasta casi dos años para alcanzar lo que se decía como "sacramentos", en este tiempo me bautizaron; recuerdo que esperaba con ansias ese momento, mas o menos conocía que era un paso de fe del cristiano y que era una forma física de comprometerse con Dios y seguir a Jesús cumpliendo lo mandado por él, concepto que fui enriqueciendo con el tiempo y detectando algunos errores que tenia como verdades. Después comienzo a participar también de la llamada "eucaristía" por algunos, la "santa cena" o simplemente "el comer el pan" por otros. Todo esto era por un orden y cada cierto tiempo, y según el Líder, Sacerdote o Pastor decidiera apoyándose en cierto tiempo estimado como apropiado y en su juicio de si una persona ha alcanzado cierta madurez espiritual apropiada para realizar la práctica de este "sacramento".

Después de un tiempo de casi tres años y de estudio de la palabra sentí que no era mi lugar, Por lo que me trasladé a otra iglesia.

Ya me creía con cierta madurez espiritual, pero cuando llego con deseo de servir y de gozar de los mismos privilegios de la congregación me tropiezo que las cosas no habían cambiado mucho, todo el tiempo en que estuve en la anterior iglesia no sirvió para nada, ni si quiera el conocimiento de algunas cuestiones de la palabra, ni el bautismo, ni el testimonio que reflejaba mi compromiso con Dios de consagrarme a Él, eran suficiente. Tenia que comenzar de cero: pasar un tiempo hasta que el pastor se convenciera de que estaba listo para el bautizo.

Después de pasar dos años con participación fiel a los cultos y actividades que se realizaban, participando en lecturas de poesías que me inspiraba escribir el amor de Dios, canciones escritas y cantada por mi sin tener don ni voz de cantante pero igualmente impulsado por el amor de Jesús, lecturas de reflexiones de la vida del cristiano entre otros forma de servir en que me sintiera útil a Dios y la Iglesia. Ya agotado de suplicarle al pastor que me bautizara por sus evadidas siempre, hasta un día, parece que importunándolo, me dijo: -te bautizo cuando tengas frutos de arrepentimiento-… quedé turbado. ¿Qué frutos esperaba el pastor ver en mi? Ya estaba cansado de que cuando iban a dar una reunión en una escuela dominical nos mandara a salir todos los "nuevos convertidos" que no eran miembros de la Iglesia, de que los días de las santas cenas nos pasaran por el lado con el plato listos a darnos un manotazo sonriente que nos recordara que estábamos excluido de este acto por si metíamos las manos, no encontraba mucha relación entre estas costumbres y la primera Iglesia que nos relata la Palabra, en que no había diferencia algunas y que todos compartían todo, (Hch 4:32; Rom 10:12).

Este y muchos más problemas me obligaron a buscar en la Palabra de Dios para dar respuestas a preguntas como estas. Desde aquel tiempo surge este trabajo con el objetivo primero de conocer la verdad, aunque después en forma de carta se lo mostré a mis pastores esperando que reflexionaran aunque también esperaba como defensa por parte de ellos alguna respuesta, crítica o justificación pero no observé nada de esto, solo el silencio. Poco después el pedido de perdón en el medio de la congregación me impactó, aunque no refirieron que fuera por el tiempo de mi bautismo, pero si relacionado con un hecho ocasionados por los celos cuando vieron la posibilidad de que otro Pastor me bautizara, no esperaba esto, ya yo los había perdonado, con lagrimas en los ojos abrasé a la Pastora, admirando el gran poder de Dios para convencernos y para restaurarnos reafirmándole mi perdón.

Este trabajo, el ser publicado no era su objetivo primario, por lo que he tenido que hacer algunos cambios, no incluyo nombres, ni datos que pongan en evidencia a alguien a no ser mi propia persona, el objetivo no es Juzgar a estas personas que me llevaron a realizar este trabajo, yo tampoco saldría ileso en dicho Juicio, pero si debemos saber que estas personas han sido sin saberlo "instrumentos de Dios" para inducirme a escudriñar las escrituras en busca de hechos semejantes donde su detección a tiempo ayude a purificar la Iglesia de Cristo, tampoco menciono congregación ni acepto discriminación de unas sobre otras. No he conocido ningún trabajo donde se profundice este problema del Bautizo que he visto afectar a muchos que después de un tiempo y de cambiar de Iglesias dan sus testimonios de inconformidad sobre algunas actitudes ya establecidas en la Iglesia como buenas costumbre o mandato cristianos cuando en realidad son mandamientos de hombres, es por esto que he decidido publicar este pequeño estudio.

Partes: 1, 2
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