- Abstract
- Ética y cultura en el diálogo entre Habermas y Gadamer
- Ética y desafíos mundiales
- Por una educación para la paz
Abstract:
En el presente ensayo, el autor analiza el pensamiento del filósofo Paul Ricoeur en torno al tema de la educación para la paz, tomando en consideración especialmente dos de sus obras: Ética y cultura y La naturaleza y la norma, ésta última, en colaboración con el neurobiólogo Jean-Pierre Changeux. Del contenido de ambos textos, Alberto F. Roldán deriva una serie de consideraciones sobre las condiciones que debiera reunir una educación para la paz, en la cual el diálogo interreligioso es una de sus claves más importantes.
… tomar en cuenta la enseñanza de todas las sabidurías humanas con el fin de construir un proyecto común: proyecto de paz…
Jean.Pierre Changeux. Paul Ricoeur
Introducción
Las consideraciones éticas siempre entran, implícita o explícitamente, en el campo de la educación. Toda vez que encaramos un proceso educativo, estarán presentes en su diseño e implementación preguntas ineludibles, tales como: ¿qué cosas deben enseñarse? ¿cómo deben enseñarse? ¿para qué deben enseñarse? Y en esas preguntas vitales, entran en juego consideraciones axiológicas, por lo tanto, éticas.
En el presente ensayo nos proponemos indagar qué piensa Paul Ricoeur, como filósofo, en torno a las cuestiones éticas y cómo, esas consideraciones pueden ser vinculadas a la educación. Para ello, abrevaremos en textos clave de la vasta producción del pensador francés fallecido el año pasado, en modo especial: Ética y cultura y La naturaleza y la norma. Recorreremos ambos textos, extrayendo de ellos contenidos que hacen a las cuestiones éticas, sus orígenes, la influencia de la cultura y los conflictos mundiales para, finalmente, reflexionar sobre las condiciones que debe reunir una educación para la paz en nuestro mundo globalizado.
Jürgen Habermas y Hans-George Gadamer representan, dentro del campo filosófico, escuelas y tendencias opuestas y han captado el interés de Ricoeur en mucha de su obra filosófica. Ricoeur parte de la afirmación de que "la antinomia central de la filosofía moral concierne al status de la noción de valor." Hay dos procedimientos: uno, el oponer los valores a las cosas a fin de vincularlos a la libertad. En este caso se puede ver la extracción de las consecuencias extremas del concepto kantiano de "autonomía"; el otro procedimiento consiste en no hacer depender nuestra voluntad de valores que trazan las líneas de cierto orden sino que esos valores orientan la acción porque son descubiertos, son esencias.
Para Ricoeur este dilema es el que constituye una verdadera antinomia. Para algunos, el ser humano es un auténtico agente moral cuando, al enfrentarse a una situación concreta en su vida, responde a ese desafío de un modo nuevo, sin buscar justificación en ningún precedente. Otro aspecto de la antinomia se ilustra por aquellas formas de conducta que provienen de la disposición a obedecer un principio, una regla o un deber. Esta última forma es heredera de Emmanuel Kant y su moral rigurosa del deber universal, "el principio categórico".
Al redondear su consideración de la antinomia del valor, Ricoeur emplea tres palabras clave: herencia, transmisión y tradición. La transmisión de los valores morales se hace "a través de instituciones, sea formales, como la enseñanza y la educación, sea informales, como en las costumbres y el uso." ¿Cómo se asegura la transmisión? Ricoeur responde que se la asegura en los "documentos" de la cultura, las obras de arte y el discurso. En esta primera antinomia, vemos cómo entra la educación en el ámbito de la ética. Volveremos sobre el tema en las conclusiones.
Hay una segunda antinomia: la de la tradición. Para Ricoeur la forma de la antinomia que mejor representa el área de la tradición es la que se establece o representa por la filosofía hermenéutica comenzada por Heidegger y seguida por Gadamer, por un lado, y la crítica de las ideologías ilustrada por Habermas, por el otro lado. Se trata del problema del origen de los valores. Para Ricoeur, "ambas filosofías excavan hasta las raíces del debate, lo cual pone en juego, finalmente, el sentido último del gesto filosófico básico." El dilema se plantea en cuanto a si los valores nos vienen dados o bien son producto de nuestro obrar. Y generan dos preguntas, según las opciones: "Si los valores no son nuestra obra sino que nos preceden, ¿por qué no suprimen nuestra libertad? Y si son nuestra obra, ¿por qué no representan elecciones arbitrarias?"
Ética y cultura en el diálogo entre Habermas y Gadamer
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