Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDA-H), un trastorno de moda
Enviado por Marina Averbach Luis Teszkiewicz
- Un diagnóstico llamativamente frecuente
- Las clasificaciones contemporáneas
- ¿Por qué tanta popularidad?
- Polémica en USA
- TDAH, problemas de un diagnóstico
- Cero en conducta
- Otras consideraciones
- Conclusiones
Sólo uno de cada 3 niños diagnosticados de Hiperactividad (TDHA) padece "realmente" este trastorno
El trabajo "TDAH: un trastorno de moda", premiado por www.psiquiatria.com (la web más prestigiosa de psiquiatría en España) en agosto de 2.006, sostiene que este trastorno está sobrediagnosticado en la mayoría de los casos.
Se trata de un estudio realizado con los niños que acuden al centro de salud mental infantil de Molina de Segura en Murcia durante los meses de Julio a Septiembre de 2005 con diagnóstico de sospecha de TDHA. Resultado del estudio: sólo uno de cada 3 niños "sospechosos" fue finalmente diagnosticados de Hiperactividad.
Los psicopedagogos, que parecen ser quienes más fácilmente realizan este diagnóstico, sólo acertaron en un 33% de los pacientes. Los Servicios de Neuropediatría coinciden más frecuentemente con los psiquiatras del CSM (60% de los casos).
En el resto de pacientes, los psiquiatras encontraron cuadros clínicos distintos al TDAH, desde algunos mucho más graves (psicosis infantiles, retrasos mentales), hasta los mucho más benévolos "trastornos del aprendizaje".
Conclusión del estudio: Existe un sobrediagnóstico clínico del TDAH. En la mayoría de los casos se extraña una historia clínica detallada y un diagnóstico diferencial con otras entidades clínicas.
Complicación: un diagnóstico erróneo puede producir un tratamiento farmacológico innecesario (de lo que podría desprenderse que los autores del estudio consideran que todos los niños "correctamente" diagnosticados de TDAH requieren ser medicados con derivados anfetamínicos, eufemísticamente llamados estimulantes).
Un diagnóstico llamativamente frecuente
A nosotros los resultados del estudio nos parecen significativos. La amplia difusión de este trastorno por medios de comunicación masivos (a la que no creemos ajenos a los laboratorios productores de los medicamentos indicados para este diagnóstico) ha llegado a los docentes, a los Equipos de Orientación Psicopedagógica (los llamados "orientadores") y a los padres; todos ellos sensibles a las dificultades infantiles, sobre todo cuando éstas se manifiestan en la eficacia escolar cuantitativamente considerada.
Así llegan a nuestras consultas niños con un rendimiento que se encuentra por debajo de la media, con dificultades de concentración o que simplemente se aburren con las muchas veces insufribles clases escolares, con síntomas de hiperactividad o un poco demasiado inquietos, ya diagnosticados por un docente, un orientador o los mismos padres.
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