De la frustración al compromiso. Las letras cubanas en el período 1923-1940 (página 2)

Luis Baralt escribe para un teatro intimista, lleno de poesía y plagado de angustias filosóficas, y un acercamiento epidérmico a los temas sociales, todo esto reflejado en sus obras, La luna en el pantano,1936, y "Junto al río", 1938.

La literatura cubana de este período,1923-1940, marca la llegada de un nuevo grupo de escritores más comprometidos con los problemas de la sociedad, no solo como creadores, sino como protagonistas de las luchas sociales por alcanzar sueños pospuestos.

El compromiso social los lleva muchas veces escribir para la inmediatez de su tiempo, con una literatura que en ocasiones no era toda lo elaborada que ella necesitaba, pero si fue vehículo de comunicación con una masa de lectores que pocas veces se había visto reflejados en una literatura de denuncia de sus problemas y militancia para alcanzar sus sueños.

Período de crecer, la etapa histórica que marcan los años 1923 y 1940, son la base directa de todos los procesos posteriores que se producen en Cuba. Muchos de los protagonistas de estos años fueron y son destacados realizadores de la utopía cumplida con la Revolución Cubana, triunfante en 1959.

La génesis cultural de la que hoy nos sentimos orgullosos fue naciendo de la identificación plena de aquellos cubanos con lo más auténtico. La búsqueda en esos años era la ratificación de que éramos ya un pueblo otro, en la comunidad de naciones.

Autor:

Lic. Ramón Guerra Díaz

Museo Casa Natal de José Martí

[1] La Protesta de los Trece la encabezó el joven abogado Rubén Martínez Villena, acompañado de José Antonio Fernández de Castro, Calixto Masó, Félix Lizaso, Alberto Lamar, Francisco Ichaso, Luis Gómez Wangüemert, Juan Marinello, José Zacarías Tallet, José Manuel Acosta, Primitivo Cordero, Jorge Mañach y José Luis García Pedrosa

[2] Francisco Ichaso: Ideas y aspiraciones de la primera generación republicana, en “Historia de la Nación Cubana”. T.VII, Pág. La Habana, 1952

[3] Los editores fundadores fueron, Alejo Carpentier, Martín Casanova, Francisco Ichaso, Jorge Mañach y Juan Marinello. Luego formaron parte del equipo de editores José Zacarías Tallet, sustituyendo a Carpentier que sale al exilio y Félix Lizaso que sustituye al deportado Martín Casanova(era de origen español), finalmente detienen a Tallet y los editores se reducen a cuatro hasta el cierre de la revista

[4] -Enrique Sainz: “La obra poética de Mariano Brull” en Revista de Literatura Cubana. Nº 17, Pág.. La Habana, 1991